Con el sonido de los disparos y los gritos de los rehenes al escapar termina el secuestro de más de 16 horas en un café en el centro de Sidney que ha mantenido en vilo a las autoridades australianas. Las fuerzas especiales deciden asaltar el local tras los infructuosos intentos de negociar con el secuestrador. Un hombre de origen iraní, de unos 50 años de edad, que entró armado a la cafetería y sembró el pánico desde el primer minuto. Hasta el último, cuando ha sido abatido por los agentes en la operación en la que también habrían resultado heridos al menos dos rehenes. Algunos medios australianos apuntan a que la intervención podría haberse saldado con varios muertos. Lo único seguro es que el sospechoso ha sido abatido. Identificado como Man Monis, este refugiado iraní fue condenado en 2012 por enviar cartas amenazantes contra familiares de ocho soldados australianos muertos en Afganistán. Monis había entrado en la cafetería y había obligado a los rehenes a sostener una bandera en la que se podía leer en árabe "No hay más Dios que Alá, y Mahoma es su profeta". Todavía se desconoce si el secuestrador pertenecía a algún grupo terrorista islamista o si actuaba solo, pero sí había pedido hablar con el primer ministro australiano, Tony Abbot, y que le llevaran una bandera del Estado Islámico.

Más sobre este tema
Publicado el
stats