El Partido Popular sumó ayer 10 votos inesperados para hacerse con el control de la Cámara Baja y eso lo ha cambiado todo. El PP desvelaba anoche que fueron los hasta ahora denostados nacionalistas catalanes, vascos y Coalición Canaria los que votaron a favor de la candidatura de los populares a la Mesa del Congreso, pero ellos lo niegan. Françesc Homs, de CDC, además añade que esto no significa que vayan a apoyar a Rajoy en su investidura. Son votos fantasma a cambio de que el partido de Artur Mas tenga grupo parlamentario propio en el Congreso y por tanto más dinero, y el PNV pueda hacer lo mismo en el Senado. Todo esto ha provocado un enfado monumental en Ciudadanos. Albert Rivera en las redes sociales aseguraba que es irresponsable que PP y PSOE prefieran pactar un Gobierno con los separatistas antes que con los constitucionalistas. Su portavoz en el Congreso amenazaba con romper con los populares. En cualquier caso el escenario para la investidura de Rajoy es muy distinto, porque ahora sí podría sumar más síes que noes gracias a la abstención de los nacionalistas.

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