TVE: En misa y repicando

La transmisión de la misa dominical, presente en la programación de TVE desde su programa inaugural hace más de sesenta años, tuvo en su última edición una audiencia superior al 20% al congregar en La 2 a más de un millón de espectadores. Así lo recalcaron los telediarios de este lunes, que destacaron al tiempo que se había producido "después de una propuesta de Podemos para que dicha misa fuera excluida de la programación".

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Desde mi punto de vista, la transmisión de la principal celebración de la Iglesia Católica casa mal con el carácter aconfesional del Estado que consagra la Constitución y exigiría un tratamiento similar en la televisión pública para otras confesiones religiosas; no obstante, la petición de Podemos soslaya la realidad sociológica de España, donde la católica continúa siendo la religión con una cifra de fieles muy superior al resto. Otro dato significativo es que los espectadores de la ceremonia son mayoritariamente personas con graves dificultades (incluso físicas) para cumplir con el precepto que les ordena su fe. La misa se emite en la muy minoritaria Segunda Cadena y en un horario de escasa afluencia de espectadores. La transmisión aparece así como una atención importante para un sector significativo de la población. Podría, por tanto y en mi opinión, gozar de la consideración de "servicio público", esencia y razón de ser de TVE por más que en la práctica sea tantas veces pisoteada por sus rectores.

Los telediarios del lunes relataron hechos ciertos –datos de audiencia; iniciativa de Podemos...–, pero ocultaron otros no menos ciertos: número y porcentaje de espectadores triplicaron la media de los domingos precedentes después de que, según informaba el digital Voz Populi, "distinguidos militantes del PP" suscribieran una campaña, vía WhatsApp con el mensaje "A las 10,30 (ya) poned La 2 de TVE que van a medir la audiencia de la santa Misa"; campaña que explica que este canal pasara de una media inferior al siete por ciento a obtener el 21.

Omitir un dato tan significativo es una muestra inequívoca de parcialidad. Una vez más, los actuales rectores siguen la táctica de los últimos tiempos que intenta soslayar las acusaciones de censura, con la presencia de verdades parciales con las que sostener un relato tan benevolente con el Gobierno, como despiadado con la oposición. TVE consiguió así, este lunes, contradecir la locución proverbial e hizo posible "estar en misa y repicando".