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¿Primarias Interruptus?

Alfonso Peña Mari

Todos los indicadores apuntan a que, una vez más, las elecciones primarias abiertas para elegir al candidato socialista a la Presidencia del Gobierno no van a celebrarse por falta de candidatos alternativos al secretario general.

Los socialistas somos pioneros en la convocatoria de elecciones primarias desde que en 1998 Josep Borrell se enfrentó a Joaquín Almunia. Sin embargo el proceso de primarias ha sido utilizado con más éxito en otros partidos, mientras en el PSOE ha quedado estancado, limitado casi a una figura retorica.

La Conferencia Política de 2013 impulsó con fuerza las primarias aunque, más tarde, el reglamento aprobado en 2014 exigiendo un elevado número de avales para ser candidato limitó mucho sus posibilidades. En la elección de candidatos a las elecciones municipales y autonómicas recientemente celebradas, la celebración efectiva de primarias ha sido la excepción y no la regla. Muchos secretarios generales abusaron del acaparamiento de avales para evitar las primarias.

Las pocas ganas de celebrar primarias que se detectan en muchos dirigentes del PSOE no pueden justificarse en los resultados de las elecciones locales y autonómicas que no han sido buenos aunque por la vía de los pactos se pueda gobernar en muchas comunidades autónomas y ayuntamientos, lo que no deja de enmascarar los datos.

La comparación con las elecciones municipales de 2007, antes de la crisis, da los siguientes resultados nada favorables:

 2007             2011       2015      Dif. 2007-15

Votos PP       7.916.000      8.474.000   6.058.000   -1.858.000

Votos PSOE  7.761.000      6.270.000   5.604.000   -2.157.000

En consecuencia, en ocho años, tanto el PP como el PSOE han bajado su apoyo electoral, aunque el PSOE ha perdido 300.000 votos más que el PP, por ello no puede considerarse que en estas elecciones haya habido un triunfo socialista.

Creo que la llamada crisis del bipartidismo no existe, no es más que un afortunado titular de prensa, el PSOE tuvo su propia crisis en el año 2011, como consecuencia de la gestión del Gobierno de Zapatero y el PP la ha tenido ahora, después de subir sensiblemente en 2011, como respuesta ciudadana a las políticas de Rajoy. Son dos crisis sucesivas de cada uno de los dos partidos.

La segunda razón sólida para no hacer primarias sería que el prestigio y la proyección pública de Pedro Sánchez fuera de tal magnitud que hubiese alcanzado un liderazgo indiscutible en la izquierda española. Tampoco es el caso. Pedro Sánchez ha tenido, en el año escaso que lleva en la secretaría general, aciertos y errores y luces y sombras suficientes para que su liderazgo no pueda ser considerado indiscutible.

En el PSOE hay dirigentes con capacidad y experiencia suficientes para optar a las primarias, las razones para que les cueste dar el paso no son fáciles de valorar, algunas de ellas pueden ser las siguientes.

Una primera razón puede estar en las barreras internas que existen en la estructura del partido que no facilitan las primarias, una segunda puede ser el miedo que parecen tener muchos dirigentes a que se den pasos hacia adelante, que les quiten el control. Los votos de los simpatizantes son más dificiles de condicionar que los de los afiliados.

La tercera sería considerar poco menos que una traición la disputa de la candidatura al secretaría general, cuando en la conferencia de 2013 pareció quedar clara la separación entre secretario general y presidente del Gobierno líder de la oposición.

Otra razón, de carácter histórico, puede estar derivada de la cultura de funcionamiento interno del PSOE por la que se trabaja más entre bastidores y en conspiraciones que de frente dando la cara directamente.

Por estas y otras razones se prefiere conservar una situación de "empate a cero" que tomar iniciativas que siempre implican algún riesgo. Muchos compañeros parecen conformarse con mantener la situación actual y esperar a que los fallos de los adversarios, les permitan ganar posiciones.

La Conferencia Política de 2013 fue un importante elemento de avance en este asunto, que no se está desarrollando suficientemente. La apertura del partido, mediante las elecciones primarias, es entre otras cosas, una necesidad vital pero parece que muchos años de inercia pasan factura y la tentación de no moverse es muy fuerte.

La sociedad española necesita que el PSOE y sus candidatos debatan en público sus posiciones y no se limiten a análisis retóricos trufados de tópicos.

Es necesario desperezarse, salir a la calle con alternativas y evitar que se produzcan otra vez unas primarias interruptus.

Alfonso Peña Mari es socio de infoLibre

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