Librepensadores

Las cuentas claras y los cuentos chinos

Mónica Granda Velasco

Se me terminó la paciencia, la transigencia, creo que en estos momentos hasta el respeto por la inteligencia humana.

Me revuelvo por dentro; cómo podemos consentir este grado obsceno de manipulación, que nos digan lo que pensamos antes de echar la papeleta. Que cuatro, porque son cuatro, decirme lo que queráis pero son cuatro; los que sin saber de economía, ni de historia se han puesto a hacer maniobras con palabras como si fueran clowns de semáforo y que caigan como quieran para que los demás las recojan y las hagan suyas.

Es que de verdad, no hay nadie, NADIE que ponga un poco de consciencia a todo esto, alguien que tenga un mínimo de poder, no digo de conocimientos, que sí que los hay, pero no tienen poder para que se les oiga. ¿De verdad no interesa que pare todo esto?

Señor Mas, después de ser uno de los políticos peores de la historia con una vida como president más corta y con un reguero de “muerte y destrucción” industrial y laboral en Cataluña en su corta legislatura, no tenía otra cosa mejor que hacer que sacar la barretina? ¿En serio?

Lo peor es que les dejamos, en vez de querer entender cuál era el mensaje, si tenía fondo, si el fondo era cierto, si era consistente, si era necesario, si era viable o que pasaría después?, nos hemos puesto a cantar como si de una secta se tratara.

Después de la segunda guerra mundial en los últimos 30 años ha habido secesiones en concreto 23, generalmente han conseguido la secesión motivadas por invasiones, colonialismos…. 20 de las 23 han sufrido guerras (los Balcanes que pilla cerca es un gran ejemplo) Aquí no había una invasión, ni un problema de idioma, no había nada de eso; había un problema fiscal, que así se planteó hace años y en vez de buscar una manera eficiente para que Cataluña recuperara una justicia en este ámbito nos hemos salido con el sentimiento.

El sentimiento

Esto es como el que tiene tos y se chupa un codo; no se puede.

Formar un país no es una cuestión de sentimientos, en base a sentimientos fundamentalistas se nutren las guerras, y con sentimiento se va a ver un Madrid-Barça… un sentimiento no desmiembra un país.

Un sentimiento no nos ha aclarado cómo van a ser los impuestos en caso de secesión, cuál será el reparto, cómo cotizarán los autónomos, cómo será la sanidad, y la educación.

¿Es que habéis oído a alguien de JPS (Junts pel si) explicaros algo de eso? ¿Es que vuestros sentimientos pagarán las pensiones, los hospitales? ¿Las fundaciones que investigan el cáncer? ¿También pagarán el paro? ¿Existirá el paro?

Si no somos capaces de entendernos ni siquiera dentro de Cataluña, el valle de Arán ha dicho que se adhiere al Reino de Aragón, y en el norte no quieren saber nada de los del sur de la misma provincia. Esto es como una película de Summer, pero sin gracia.

No ha habido nadie ni de una parte ni de la otra, que haya tenido un discurso coherente, o voy con el fuet en la mano, o utilizo la táctica de “que viene el coco”.

Nadie ha venido a contar un plan de nación, una realidad alternativa. Y así y todo nos fuimos a votar. En vez de revolvernos contra ellos, de quejarnos, de decir…espera cuéntamelo otra vez que no me da el sueño…no, nos vamos a votar. Con el sentimiento.

Mala noche para volver a darle al teclado después de dos años y un mes. Como si de una condena se tratara esta mala leche que me gasto estaba en “prisión”, pero hoy le permito que salga a pasear, incluso que se tome unas cañas. Hoy me sale la vena chula de Risto, la animalista de Rosa Montero y la de fusilero de Reverte.

Me cisco en los antepasados presentes y futuros de Gste gobierno central que ha dejado que todo esto llegara hasta aquí, jugando a ver quién los tiene más grandes. Me sale fuego por dentro de la impotencia de vivir entre gente que no piensa en mañana, solo en un trapo.

Los animales son más conscientes y tienen un nivel de supervivencia muy superior al nuestro.

Me independizo, me independizo de los trapos de colores y me anexiono a la gente cabal con los pies en el suelo y la cabeza llena de cultura y de humildad.

Hace tres semanas que no enciendo la tele, porque en la calle se vive de manera normal y quiero seguir viviendo así. Pero hoy es inevitable, mi realidad es que he venido a esta región rica y próspera a crecer profesionalmente dejando atrás mi familia y mi gente.

Eso sí es un sentimiento que me desayuno cada día y se me atraganta siempre por la noche; y me digo que merece la pena por tener un futuro mejor para mí y para los mios.

Pero hoy todo me parece un cuento chino.

Mónica Granda Velasco es socia de infoLibre

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