Librepensadores

El caudal de Luis Arroyo

Los artículos de Luis Arroyo y los comentarios de los lectores.

Santiago Ipiña

Este artículo, cuyo título tal vez pueda parecer satírico –disculpas anticipadamente a quien así opine– no tiene otro objetivo que el de mostrar al lector una causa, sin duda entre otras, del gran número de comentarios que provoca una parte importante de los artículos escritos por Luis Arroyo en la sección Opinión de infoLibre.

En la literatura científica, el éxito de un artículo generalmente se mide por el número de citas que tiene por parte de otros científicos. Fuera de ese ámbito, si bien no es descartable el anterior índice de éxito, las medidas pueden ser diversas; desde contar el número de clics hechos sobre el enlace de un artículo digital, hasta medir su engagment calculando el número de comentarios que motiva (A. Zamora, senior editor de ProPublica). Siempre fuera del entorno científico y considerando publicaciones digitales, no existe duda de que las citas en Twitter o Facebook constituyen otra forma de saber si un artículo ha sido aceptado bien, mal, muy bien, muy mal, etc.

De otra parte, con el propósito de tener claro el concepto artículo de opinión, me ha parecido que en www.significados.com se condesaban bastante bien las diferentes definiciones que pueden encontrarse googleando (perdón por el neologismo) en internet. Por si a algún lector le resulta tan útil como a mí, reproduzco lo esencial del concepto. Así, un artículo de opinión "es un subgénero del periodismo, de naturaleza argumentativa y persuasiva, caracterizado por presentar la postura, valoraciones y análisis que, sobre determinado asunto o acontecimiento de interés público, realiza una personalidad de reconocido prestigio, credibilidad y autoridad, con la finalidad de influenciar y orientar la opinión pública" (sic). Es interesante resaltar que, según queda recogido también en el anterior site, una de las características del artículo de opinión es su independencia de criterio respecto a la línea editorial del periódico, si bien la mayoría de los articulistas suele compartirla de forma que su presencia en el medio la refuerza.

De la lectura de los ciento cuarenta y cinco artículos publicados por Arroyo en este medio hasta el 18/03/2016, no albergo duda alguna sobre el prestigio, credibilidad y autoridad de este autor. Es sociólogo, profesor universitario, autor de varios libros –entre los que destaca El poder político en escena– y dirige una consultora de comunicación como puede fácilmente descubrirse sin más que clicar sobre el nombre del articulista. Es más, como él mismo ha expuesto públicamente, ha sido asesor de Zapatero, Sánchez y alguna que otra ministra socialista, por lo que opino que tiene contrastada experiencia en comunicación política. No veo tan claro que comparta la línea editorial de infoLibre pues autodeclarándose filo-socialista encaja mal en un medio que proclama con énfasis su independencia, tanto económica como ideológica.

En efecto, si atendemos a la naturaleza argumentativa y persuasiva del anterior concepto de artículo de opinión, concluiremos que ello en absoluto implica objetividad. Desde luego, no es este el lugar para disertar sobre el término objetividad, si bien no está de más enunciar que aún siendo un desiderátum (o cosa deseada), existen criterios que hacen que un cierto discurso argumental sea lo más objetivo posible (las tablas de verdad en Lógica son un ejemplo). Y, en general, tomar en consideración dichos criterios supone ser independiente del objeto de análisis.

La figura adjunta representa el número de comentarios que ha generado cada uno de los artículos de Arroyo. El número mínimo es 0 y el máximo es 340 comentarios, de forma que el intervalo con estos extremos –obviamente de longitud 340– se ha dividido arbitrariamente en cuatro clases, es decir, la clase de 0 a 25 comentarios (N), la de 26 a 50 comentarios (B), la de 51 a 99 comentarios (MB) y, finalmente, la clase con número de comentarios mayor o igual que 100 (E). Cada clase ha sido coloreada diferentemente con el propósito de mejorar su visualización y, para no confundir el rango de cada clase con su frecuencia relativa, se han calculado los porcentajes de cada clase y se han escrito en el margen izquierdo de la figura; por ejemplo, la clase MB supone un 14% del total de comentarios. Es claro que la clase más frecuente es la N y la menos frecuente es la B.

Como puede observarse, por otro lado, los puntos que representan el número de comentarios se han simbolizado de dos formas, una mediante un círculo negro y otra mediante una pequeña circunferencia de fondo blanco. La razón de esta diferente simbología es que la circunferencia representa el número de comentarios correspondiente a un artículo en el que Podemos o alguno de sus miembros más destacados es el tema central, en la mayoría de las ocasiones, del artículo. Si observamos la clase E, apreciaremos que la gran mayoría (86,2%) de los puntos son circunferencias o, en otras palabras, que el mayor éxito –siempre medido por el número de comentarios– de los artículos de Arroyo se produce cuando Podemos es el leitmotiv.

Su condición de experto en comunicación y asesoría política me hace pensar que Arroyo selecciona Podemos como asunto de sus artículos no de forma casual. De hecho, el primer artículo que sobrepasa 100 comentarios con Podemos como núcleo del mismo es el artículo número 64 de los 145 analizados; es decir, que en los restantes 81 artículos escritos, el 35,8% tiene a Podemos como tema predominante. Sin embargo, sería injusto por mi parte no indicar que en el aproximadamente 44% de los artículos restantes entre dichos 81, el 43% de ellos tienen más de 25 y menos de 100 comentarios sin ser Podemos el tema central. Lo que quiero destacar es que, como queda señalado más arriba, no tengo dudas sobre la autoridad y prestigio de este articulista.

En todo caso, su imparcialidad cuando escribe sobre Podemos debería ser objeto de atenta reflexión no solo considerando su condición de experto en comunicación, también porque debe tenerse en cuenta que, como se ha comentado antes, se ha autodeclarado filo-socialista y resulta que el PSOE compite con Podemos en al menos un buen número de votos –el caladero es prácticamente el mismo–. De aquí que, con el propósito de orientar la opinión del lector, los comentarios de Arroyo sobre Podemos normalmente tengan un sentido que, me parece, no es necesario especificar.

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Santiago Ipiña es socio de infoLibre

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