Más de lo mismo

Lenta, pero inexorablemente, nos vamos hacia elecciones anticipadas y eso muy a pesar de la negación de Mariano Rajoy, aunque yo diría, precisamente por sus múltiples y repetidas denegaciones. Si hacemos una panorámica política de todo lo que se ha movido desde su investidura hasta hoy, podemos concluir, por lo menos desde mi punto de vista, que todo sigue igual.

Las víctimas de las políticas de austeridad, impuesta por la patronal y ejecutada por los gobiernos sucesivos, siguen pagando los desquicios provocados por los poderosos: millones de españoles en riesgo de pobreza y exclusión, millones ya afectados por dicha exclusión y pobreza; millones de pensionistas, trabajadoras y trabajadores (con trajo) viviendo bajo el umbral de la pobreza; más de cuatro millones de parados declarados a los que podemos añadir dos más sin declarar.

De congreso en congreso, aunque falta aún el del PSOE, cada partido, después de afilar los argumentos para sus ambiciones internas sirviéndoles de ronda de calentamiento para las futuras elecciones, ahora están haciendo cálculos tácticos para incitar al contrincante a ser el primero en dar un paso en falso y poder así echarle la culpa de todo. Por parte del Gobierno mintiendo descaradamente sobre lo bien que lo hace y lo bien que va España. Por parte de la oposición, apenas susurrando lo mal que lo llevan los millones de personas en la indigencia.

En su congreso, el PP se felicitó por lo bien que lo estaba haciendo, luchando contra la corrupción y defendiendo contra viento y marea el estado de bienestar. Y que no quepa duda, eso, desde el principio de su advenimiento en 2011 para hacerse cargo de los asuntos. Este ejercicio de autosatisfacción y mentiras descaradas, sumado al resultado con el que Mariano Rajoy ha sido reelegido presidente del PP (95,65 %), podría utilizarse como ilustración de lo que sería la política en una república bananera.

¿La Gürtel, las mordidas, los millones dilapidados por electos del PP en varias comunidades?, simples mamandurrias como diría Esperanza Aguirre. Haber convertido el país en uno de los países europeos con mayor desigualdad social, hazaña en la que el 10 % de las personas más ricas obtienen una cuarta parte de los ingresos de toda la población, algo de lo que pueden estar orgullosos. La “España adelante” del PP es más de lo mismo: más recortes, más precariedad, más sacrificios, más desigualdad. Dicho de otra manera: España explotadora, ¡adelante!

Si la autosatisfacción del PP es inconmensurable, la de Ciudadanos no es menor, por lo menos en su ambición. Su ambición es gobernar España. Por lo visto ambición imparable, para consolidar lo ya obtenido, gracias a su empeño en imponer al PP la aplicación del acuerdo firmado entre los dos partidos. La única duda de Ciudadanos es saber si encabezarán esos gobiernos o si solo serán parte integrante.

Su principal preocupación no es acabar con la situación desastrosa impuesta a la clase trabajadora, no, su preocupación es imponer, a los presuntos partidos alborotadores que son el PSOE y Unidos Podemos, que no perjudiquen al país con su alboroto. Lo que deja claro con quien quiere gobernar Ciudadanos para aplicar su proyecto “ilusionante, moderado… pero valiente”.

Mientras, la oposición, tanto supuesta como declarada, ensimismada en la contemplación para determinar quién será la primera fuerza de izquierda. Ensimismada para saber quién dirige qué y para qué. Aunque en lo que se trata del para qué, no caben muchas dudas.

La única perspectiva tanto del PSOE, como de Unidos Podemos, no es la de cuestionar el sistema, ni salir del marco impuesto por dicho sistema, es la de ganar las elecciones para gobernar y negociar con la burguesía un mejor reparto de las riquezas, naturalmente, reservando a la burguesía la parte del león a pesar de ser la clase trabajadora quien crea las riquezas.

Es lo que el expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula, calificaba, en uno de los numerosos Foro Económico de Davos, como “capitalismo con rostro humano”. Los que aún piensan que tal perspectiva es factible, hoy tienen la respuesta. ____________

Mario Diego es socio de infoLibre