Rajoy recibe a Puigdemont en la Moncloa y le regala un facsímil de ‘El Quijote’

El jefe del Ejecutivo en funciones, Mariano Rajoy, recibió este miércoles en el Palacio de la Moncloa, pocos minutos después de las 17.00 horas, al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, al que ha regaló una edición facsímil de la primera edición de la segunda parte de El Quijote, que incluye varios capítulos que transcurren en Barcelona.

Ante la intensa lluvia que esta tarde cae en Madrid, un asistente de Moncloa bajó con un paraguas la escalinata situada en la entrada principal del Palacio de la Moncloa para acompañar hasta la puerta al presidente catalán, que saludó cordialmente a Rajoy. Ambos se estrecharon la mano un par de veces y posaron sonrientes ante los fotógrafos, informa Europa Press.

Ya dentro de la sala Tapies –donde Rajoy suele realizan todos sus encuentros institucionales–, el presidente del Gobierno en funciones regaló a Puigdemont un facsímil de la primera edición de la segunda parte de El Quijote, en la que Sancho Panza y Don Quijote van a Barcelona y pasan varios capítulos en la ciudad. Este regalo coincide con la celebración del día de San Jordi el próximo 23 de abril.

Ya se vieron en marzo

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Ambos se vieron por primera vez el pasado 22 de marzo en el aeropuerto de El Prat, ya que coincidieron en el primer aniversario del accidente de avión de Germanwings con motivo del homenaje que organizó la asociación de afectados.

El Gobierno del PP enmarcó esta entrevista en la Moncloa en la "normalidad institucional" y recordó que se produce a petición de la Generalitat. "Escucharé a Puigdemont como a todos los presidentes de comunidades autónomas, sin orden del día fijado y como siempre abierto a escuchar", dijo hace unos días el propio Rajoy.

Esta mañana, Puigdemont avanzó que está dispuesto a hablar de todo, aunque eso no signifique llegar a acuerdos en todo: "Celebro que la Moncloa no ha puesto ningún veto a hablar de temas", manifestó, si bien también acusó al Gobierno del PP de llevar tres meses "sumido en la más absoluta parálisis". "Estaría bien que la política española tomara nota de la política catalana", recalcó.