Teatro

La Transición llega al teatro

La Transición llega al teatro

La desmemoria de Adolfo Suárez, que padece alzheimer desde hace unos años, como metáfora del olvido colectivo; el espejo del que fuera presidente del Gobierno (1976-1981) como espejo de toda una sociedad; la música y las imágenes de televisión como recuerdos de aquella época; y la lucidez, con muchas gotas de humor, como fórmula teatral para abordar una decisiva etapa de la historia reciente de España. Una coproducción de tres compañías y el Centro Dramático Nacional ha llevado al teatro, con estos ingredientes, la obra Transición, una pieza que escenifica por primera vez el paso de la dictadura a la democracia. Después de una gira por varias ciudades españolas, Transición se representa hasta el 7 de abril en el teatro María Guerrero de Madrid.

“Había llegado la hora de llevar la transición política al teatro”, afirma rotundo Santiago Sánchez, uno de los dos codirectores de la obra, quien no duda en calificar de muy atractiva la figura de Adolfo Suárez, desde el punto de vista dramático. “Alguna vez se ha dicho que la vida de Suárez podría ser una tragedia griega”, añade el director valenciano. Esta producción no ha pretendido hacer un ejercicio de teatro documental o biográfico, ni mucho menos. A juicio de Sánchez, “la obra plantea una reflexión sobre la transición, pero con los ojos del presente”. “Sobre el escenario dejamos la pregunta de si la transición política fue un modelo ejemplar o si, por el contrario, las concesiones que se hicieron gravitan sobre la terrible crisis de nuestros días”.

Tres cambios de espacio y de tiempo, a modo de juego teatral con el espectador, se alternan en Transición que transita desde los momentos históricos a un debate de televisión pasando por una clínica para enfermos mentales, el único lugar real en la trama. Canciones e imágenes de televisión salpican toda la pieza teatral dando toques de humor y de nostalgia sobre la etapa más decisiva de España en las últimas décadas y que las nuevas generaciones desconocen o apenas han estudiado. “La mayoría de lo que nos ha llegado de la transición hasta hoy procede de programas de televisión o de canciones. Además ya se sabe que la música es aquello que recuerdan más los enfermos de alzheimer. Por todo ello, hemos dado relieve a esos aspectos”, explica Santiago Sánchez.

Transición ha partido de un proyecto teatral muy colectivo donde se han unido dos autores (Alfonso Plou y Julio Salvatierra), dos directores (Carlos Martín y Santiago Sánchez) y ocho actores que trabajaron durante meses en talleres para perfilar la obra que se ha nutrido, por tanto, de aportaciones de todos ellos. De este modo, el protagonista que encarna a Adolfo Suárez, el veterano actor Antonio Valero, recordó la anécdota de que hizo de traductor improvisado de la Guardia Civil, en un recital, para explicar la letra en castellano de la canción Al vent, de Raimon. Esta experiencia de Valero ha servido para recrear una de las escenas más divertidas de Transición que, tras pasar por Madrid, continuará con su gira en los próximos meses por Valencia, Alicante y Las Palmas. Los responsables de la producción (las compañías L´Om Imprebís, Meridional y Teatro del Temple) destacan la convivencia en el escenario de dos generaciones de actores que han enriquecido la obra también con sus propias vivencias durante la investigación teatral. Transición se convierte así en una pieza para todos los públicos.

Más sobre este tema
stats