BIENAL DE VENECIA

Guía de bolsillo (de la Bienal) de Venecia

Para empezar, ¿cómo funciona? Como cada año impar -este 2013, del 1 de junio al 24 de noviembre-, la treintena de pabellones nacionales que habitan permanentemente en los Giardini (los jardines), un parque de Venecia, se llenan de propuestas artísticas de vanguardia. Eso sí, no las de cualquiera: allí solo se mete a lo mejorcito de cada casa, esto es, creadores consagrados y de renombre. En paralelo, el edificio llamado Arsenale y el Pabellón central de los Giardini acogen propuestas emergentes, de artistas jóvenes o menos conocidos, reunidasen unamuestra comisariada por el director artístico de la Bienal. Esta gira siempre en torno a un tema, con el objetivo de generar un discurso sobre esa cuestión en concreto a través de las piezas de diferentes procedencias, disciplinas y materiales. ¿El leitmotiv de esta 55 edición? Il palazzo enciclopedico.

'Drive in', obra del holandés Erik van Lieshout (EFE).

El palacio enciclopédico. El crítico y comisario Massimiliano Gioni,Massimiliano Gioni el director artístico de esta edición de la Bienal, se ha inspirado en la patente que el artista italoamericano Marino Auriti registró en 1955: la de un palacio enciclopédico. Tras las palabras se esconde una evocadora idea: la de crear un edificio que, cual enciclopedia, albergara todo el saber humano. Aunque el sueño de Auriti nunca llegó a hacerse realidad, Gioni –que a sus 39 años es el director artístico más joven que ha pasado por la Bienal- ha retomado su espíritu a través de las creaciones visuales de 154 artistas de todo el mundo. A través de sus obras, el comisario busca recopilar y mostrar diferentes facetas del conocimiento humano en el modo pasado, presente y futuro.

Massimiliano Gioni, director artístico de la Bienal. 

La participación española. La zaragozana Lara Almarcegui será la representante oficial del Pabellón español en la Bienal. Su propuesta consiste en la deconstrucción –literal- del edificio, que diseño el arquitecto Javier de Luque en 1922. Seis toneladas de escombros, apilados en montañas de varios metros de altura acogerán al visitante para plantearle una reflexión sobre la poética de los descampados, que se acompaña de un estudio complementario de la artista sobre la isla de Sacca de San Mattia, cercana a la ciudad de los canales.

Lara Almarcegui posa ante su obra (EFE). 

La no participación española. La exposición comisariada de la Bienal, el Palacio Enciclopédico, solo cuenta con la aportación de una española, Paloma Polo, cuya obra ha sido incluida en el listado de los más de 150 artistas participantes en el último momento. En la sección no oficial, los llamados eventos colaterales, se podrá oír algún que otro nombre español, como el del madrileño Juan Garaizabal. El artista conceptual ha proyectado una intervención con 20 esculturas al aire libre bajo el título Memoires d'un jardín, que plantean diferentes relatos sobre el parque de los Giardini, en el que trabajó Amedeo Modigliani y que frecuentó Ezra Pound, entre otros grandes creadores. Y poco, muy poco más.

'Memoires d'un jardin', de Juan Garaizabal (EFE)

El mundo crece… Nueve países se han sumado en esta edición con la apertura de nuevos pabellones nacionales: Bahamas, Bahréin, Costa de Marfil, Kosovo, Kuwait, las islas Malvinas, Nigeria, Paraguay y los Emiratos Árabes Unidos. Este último ha firmado un contrato de arrendamiento por un periodo de 20 años, una circunstancia que no se repetía desde 1995.

Vista del pabellón de China. (EFE)

…Y el Vaticano también se apunta. La Santa Sede no se ha querido quedarse descolgada de uno de los mayores acontecimientos del arte contemporáneo del mundo, que encima le queda bastante cerca de casa. Aunque mucho de lo que se muestra en el festival no es precisamente reverente, ellos han comisionado una serie de obras inspiradas en el libro del Génesis que, aseguran, no son necesariamente del gusto religioso.

El artista estadounidense que ha realizado la obra para el pabellón del Vaticano. (EFE)

El faro en la oscuridad. Entre tal amalgama de nombres, de propuestas, de puntos de vista, de procedencias, de iniciativas… hay un artista que brilla con luz propia en la oscuridad del caos: el de Ai Weiwei. El disidente chino, que participa en realidad como representante del pabellón alemán, ha preparado además una muestra paralela, S.A.C.R.E.D, que recrea los 81 días que pasó detenido por el régimen, y que se podrá ver en dos localizaciones: la iglesia de San Antonino y el complejo Zitelle. Su aportación oficial consistirá en una instalación a base de 2.000 latas de leche para bebés colocadas de tal modo que dibujan un mapa de China. La pieza habla de un problema con la leche de fórmula en aquel país: en 2008, una partida en mal estado puso enfermos a 300.000 niños, y llegó a matar a seis.

Vista del pabellón alemán, que presenta obras de Ai Weiwei, Romuald Karmakar, Santu Mofokeng y Dayanita Singh. (EFE)

No todo es amor al arte. Venecia se convierte durante estos meses en epicentro de la creación plástica universal. Pero aun hay más. Entre el 28 de agosto y el 7 de septiembre, se celebrará la Mostra de cine; entre el 28 y el 30 de junio, la Bienal de danza; del 4 al 13 de octubre, la Bienal de MúsicaBienal de Música; y entre el 1 y el 11 de agosto, la de teatro. Los años pares, se reservan para la Bienal de Arquitectura

'Venecianos', obra del artista polaco Pawel Althamer (EFE)

La cuenta, por favor.

Aunque el arte se considere un saber de letras, es imprescindible echar mano de las matemáticas para que cuadren los balances. Estas son algunas de las cifras destacadas de esta edición de la Bienal de Venecia:

Año de fundación: 1895

Ediciones celebradas: con esta, 55

Visitantes previstos este 2013: 500.000

Presupuesto del Pabellón español: 400.000 euros (frente a 800.000 en 2012)

Presupuesto de El palacio enciclopédico: 1,7 millones de euros, más otro millón y medio proveniente de aportaciones privadas.

Países representados en 'El palacio enciclopédico': 38

Presupuesto total de la Bienal: 13,5 millones de euros, la mayor parte (el 85%) procedentes de patrocinios privados. 

'Suono-Silenzio', del artista italiano Massimo Bartolini

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