FESTIVAL DE ARTES ESCÉNICAS

Un vergel de creatividad

Cosas que hacer, el espectáculo de La polilla de la bombilla.

Las subvenciones se paran. No así la imaginación, ni las ganas de expresarse, contar historias, soñar y hacer soñar para así, volver a dar cuerda a la máquina de la inventiva. De esa difícil ecuación, la que intenta sumar cultura con dinero restado, nace Decorrido, un certamen que se celebrará en Murcia entre el 6 y el 9 de junio con la coletilla de Festival de agitación escénica. A la fértil huerta de la zona, le ha salido como competencia este vergel de creatividad en medio del desierto que están dejando los recortes. 

La iniciativa surge de la colaboración entre cinco espacios culturales surgidos en la ciudad en los últimos tres años: El quirófano operaciones artísticas, La Azotea, Los Pájaros, La chimenea escénica y La Madriguera. Para cuatro días, han programado medio centenar de funciones, con 125 artistas y 40 horas de espectáculos con cabida para todo tipo de propuestas: desde el teatro a la performance, la danza, el clown…

“Somos gestores culturales, creadores, o productores con la necesidad de desarrollar nuestros propios proyectos”, explica Ricardo Moreno, director de El Quirófano. “Ahora que la Administración ha dejado de tener todo el peso, es la propia base la que empieza a organizarse”. Aunque no todos los centros están enfocados exclusivamente en las artes escénicas –algunos también organizan conciertos o exposiciones-, el Festival girará en torno a estas disciplinas “por una necesidad de los propios creadores de Murcia (donde desde hace casi un siglo existe una Escuela Superior de Arte Dramático), que ahora no tienen la posibilidad de ser contratados por una institución”. 

La intensa programación, con participación murciana, nacional e internacional, se ha articulado en torno a tres categorías diferentes: los formatos cortos, piezas de en torno a diez minutos, los medios, de 30 minutos, y los largos, de más de media hora. “Es un abanico variadísimo de espectáculos”, dice Moreno, quien señala que recibieron más de 90 solicitudes internacionales para participar en el Festival. "Y eso que fuimos muy transparentes en la convocatoria, donde ya avisamos que no teníamos ni un duro". 

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Entonces, ¿cómo van a pagarlo? Como viene siendo habitual últimamente, a base de crowdfunding, colaboraciones y patrocinioscrowdfunding, . “Con la microfinanciación estamos en unos 1.060 euros, y tenemos que conseguir un mínimo de 3.500”. De lo recaudado, un 45% se destinará a los artistas y un 55% a la organización. Y si no llegan a la cantidad mínima, no podrán cobrar la totalidad de sus honorarios. 

Si es justo o no trabajar sin tener la seguridad de que uno podrá ser remunerado por ello, dice Moreno, no es una cuestión que les amedrente. Porque para ellos la cultura es, simplemente, una necesidad vital. “No queremos buscar responsables ni vamos en contra de nadie, pero no queremos quedarnos parados”, señala. “Hay que ser autosuficientes: tenemos que concienciarnos y convencernos de que la cultura nos pertenece a nosotros, y somos nosotros los que la tenemos que sacar adelante”.

Con 500 butacas disponibles cada día entre todos los espacios, Murcia se convertirá estos días gracias a esa determinación en un hervidero de sinergias entre gestores, artistas y público. “Esperamos que sirva para generar una convivencia para que surjan reflexiones sobre nuevas fórmulas”, dice Moreno, convencido de que, si con este método no es posible dar en el clavo, tendrá que haber otros caminos. “A veces hay que mostrar las cosas para luego defender que son posibles: ahora se trata de probar a base de ensayo y error”.

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