Arte

El arte grotesco de Elly Strik inunda el Museo Reina Sofía

Dos obras de la artista Elly Strik expuestas en el Reina Sofía.

FRANCISCO CHACÓN

Una artista fantasma se ha adueñado de la tercera planta del Museo Reina Sofía. No, no es que Elly Strik sea irreal (aunque, para algunos, ojalá lo fuera).

Esta creadora holandesa proyecta su mundo grotesco en lienzos de gran formato y dibujos íntimos a mayor gloria de Fantasmas, novias y otros compañerosFantasmas, novias y otros compañeros, que así se llama la exposición en la que ejerce como comisario el propio director del centro, Manuel Borja-Villel.

La artista holandesa Elly Strik, en la presentación de su exposición en el Reina Sofía. 

Como resulta habitual en el exmáximo responsable del MACBA, la vitola de la primera retrospectiva en España arropa el itinerario estético, plagado de referencias a los órganos genitales femeninos y con un aire de boutade que habla por sí mismo.

Strik nos remite a los hermanos Chapman e incluso a Tracey Emin, es decir, a lo más extravagante del arte británico actual. Casi 100 obras para desplegar sus armas de mujer con supuestos guiños a Goya (sic) o a James Ensor, a Darwin y a Freud.

Exhibe, además, unos orangutanes gigantescos que testimonian su dualidad en el debate de la identificación de género. Masculino-femenino, he ahí un binomio que obsesiona a esta mujer residente en Bruselas, adscrita a lo que ella denomina "una mirada perturbadora".

Las facciones deformadas tratan de provocar al espectador un desasosiego que, no obstante, se puede transformar vertiginosamente en sensaciones mucho más livianas, tal vez más acordes con quien propugna "casarse con uno mismo para completarse".

"El arte también consiste en conectar con los artistas del pasado e intentar hablar con ellos", declara Elly Strik antes de añadir: "La memoria puede ser personal y estar vinculada a lugares geográficos, pero también puede expandise y vincularse a la historia del arte, de la humanidad o al cosmos".

Ulises Carrión y el gran monstruo del arte

Ulises Carrión y el gran monstruo del arte

Una de las obras de Elly Strik expuestas en el Reina Sofía. 

Los rostros nunca son reconocibles en esta vanguardista muy lejana a su compatriota Marijke van Warmerdam, verdadera punta de lanza de la transgresión holandesa actual.

Eso sí, Manuel Borja-Villel destaca "los elementos de alucinación" presentes en las piezas de la muestra. Tal vez una explicación perfecta para semejante universo representativo.

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