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PENSAMIENTO

Ramonet: “Ahora se está inventando la política de los próximos 15 años”

El director de 'Le monde diplomatique' en español,  Ignacio Ramonet.

No hay persona capaz de manejar la bola de cristal. Ni Ignacio Ramonet, ni nadie. Sin embargo, cientos de personas abarrotaron el martes la sala de conferencias y el patio de la madrileña Casa Encendida para ver en persona o por una pantalla la conferencia que impartió el director de la edición en español de Le Monde Diplomatique, enseña del pensamiento crítico. Como parte de un ciclo de conferencias anual organizado por la publicación, el periodista –que suele ofrecer su ponencia a modo de clausura, aunque en esta ocasión no fue el caso- disertó y expuso su visión sobre el futuro a una década vista.

Bajo el título Geopolítica del mundo en 2025, Ramonet charló sobre cuestiones como el papel cambiante de las potencias hegemónicas, el lugar de las clases medias y los grandes acontecimientos que están cincelando el curso de la historia. Para comenzar, presentó una certeza: “De aquí a 2025, el mundo no se habrá movido tanto”, sentenció. “Y en lo que respecta al papel de EEUU como potencia hegemónica, ese aspecto no se modificará”. Las transformaciones vendrán del lado de otros países, aquellos llevan ya 150 años en lo alto de las listas del poder global -“Rusia, Alemania, Francia, Reino Unido, Japón…”-, y también los ahora emergentes, como los famosos BRICs y otros como “Nigeria, Vietnam, Indonesia, Colombia, Etiopía…, que probablemente van a tener un rol más importante”.

Para tratar de anticipar el porvenir -una empresa que el propio periodista tildó de imposible, aunque necesaria-, Ramonet fundamentó su discurso en lo (mucho) que ocurre actualmente, algo que a nadie se le escapa: “El mundo de hoy funciona mediante seísmos”. “Cuando todo parece previsible, surgen acontecimientos que perturban el panorama”. Desde el 11S al huracán Katrina que arrasó Nueva Orleans, o desde Fukushima al hundimiento de Lehman Brothers, lo cierto es que no es raro el día que se levanta con algún acontecimiento capaz no solo de dar la vuelta al tiempo presente, sino de remodelar el futuro previsto.

De ahí que, por mucho que queramos hacer de adivinos, difícilmente podremos predecir acontecimientos por naturaleza impredecibles. “Pero sí es posible extraer una regla general: que la historia en este momento avanza a base de estos seísmos”. Y no solo podemos leer esto en el tiempo presente. Hay más verdades de las que se pueden sacar conclusiones para el día de mañana. “Una evidente es que el mundo de hoy es uno en el que la dirigencia política no está a la altura de los desafíos”, tremendos retos que van desde el cambio climático a las hambrunas, las guerras, las epidemias, las desigualdades, la lucha por los derechos o la sobrepoblación. Por ejemplo.

Engarzada con esa idea, va otra deducción: “La ciudadanía tiene el sentimiento de que el funcionamiento democrático es consustancial a los escándalos, la corrupción, los abusos de poder…”. Vaya, que no nos fiamos de nuestros políticos y estos, por su parte, tampoco dan la talla. En ese sentido, ya habido países –o más bien, personas dentro de esos países- que han comenzado a imaginar nuevas reglas del juego. Claro es el ejemplo latinoamericano, que ha creado una nueva generación de democracias tras la supresión de otras democracias. Pero la mecha ha prendido por doquier, desde las revoluciones árabes, pasando por el 15M y las varias franquicias de Occupy, incluido el reciente caso de Hong Kong.

El poder de Podemos

De todos los intentos de la tan cacareada regeneración democrática, la mayor inmersión en una democracia participativa –un concepto que, señaló Ramonet, empezó a ponerse en práctica en Brasil- es el que parece despuntar. Y de entre todos los que lo promueven, el periodista destacó a Podemos –del que, dijo, genera una “enorme expectativa” en otras partes del mundo, especialmente en América Latina- como el modelo más prometedor. “Ahora mismo se está inventando la política de los próximos 15 años”, señaló. “Y Podemos es como un laboratorio, se está pensando una nueva forma de organizar un partido político”.

El ascenso de las clases medias debido a que muchos países –entre ellos los ciclópeos India y China- están saliendo de la pobreza, tiene también mucho que ver en esta nueva concepción de la política. “De aquí a 2025, las clases medias serán la mitad de los 10.000 millones de personas que habrá en el mundo, y eso tiene consecuencias abismales”, afirmó. Estas se traducirán en nuevos retos –medioambientales, sociales, tecnológicos…- pero también en una “mayor exigencia” para con los estamentos dirigentes. O, rebatiendo al politólogo Francis Fukuyama, que predijo el advenimiento de la democracia y la economía de mercado como El fin de la historia, de aquí a 2025 “habrá un más allá de la democracia”.

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