Editoriales

Ya está en la calle el 'libro prohibido' de Morán

Gregorio Morán: “Víctor García de la Concha es el padrino de la cultura española”

INFOLIBRE

Diez años de trabajo, y conato de censura mediante, el libro de Gregorio Morán El cura y los mandarines, un ensayo histórico sobre las élites culturales españolas, ha visto este martes la luz. Aunque originalmente estaba previsto para su publicación en Crítica, sello de Planeta, ha sido finalmente Akal la encargada de llevarlo a las librerías. La casa de José Manuel Lara le pidió al escritor que eliminara once páginas del manuscrito original, a lo que él se negó, lo que llevó al cambio de editorial. En la presentación a la prensa del libro, Morán ha explicado que "después de toda la bronca, he escrito una especie de preprólogo en el que cuento que jamás en mi vida se me ocurrió que el libro iba a tener esas consecuencias".

El capítulo de marras trata sobre la RAE y su antiguo director, Víctor García de la Concha, hoy a la cabeza del instituto Cervantes. “¿Cómo es posible que Planeta se atreviera a publicar en 1979 una biografía muy dura que yo escribí del entonces todopoderoso presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, y ahora no sea capaz de permitir contar la historia de un chorizo de menor cuantía como García de la Concha?”, se preguntaba el autor en una reciente entrevista concedida a este periódico. “Resulta inaudito que en España pervivan poderes intocables como la RAE y es increíble que los márgenes para la crítica se hayan reducido después de tres décadas y media de democracia”.

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A juicio de Morán, la razón de la censura "es básicamente económica, una cuestión de negocios entre las publicaciones de la RAE y Planeta”, que edita el diccionario de la Academia, con nada desdeñables ventas. "Es un personaje que ha estado en todo”, ha añadido el escritor en la rueda de prensa, con respecto a De la Concha. “Como el pequeño Nicolás, pero de verdad. No hay acontecimiento en el que este importante personaje, que era un cura no jesuita, no estuviera presente desde el año mágico y trágico de 1962". Ahora que su “niño” ya está en la calle, Morán no puede ocultar su satisfacción. "No hay nada personal, es un problema de negocio”, opina sobre Planeta. “Hay otra censura además de la del poder político, que es tan brutal o más porque es más difícil reaccionar frente a ella, que es la censura de tipo económico; es la que vamos a sufrir y tiene consecuencias tan duras y brutales como la otra".

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