Pero mira cómo leen...

Un experimento que no lleva a ningún sitio: si ponemos "libros para leer en Navidad" en Google, el buscador nos devuelve un sinfín de sugerencias, muchas de ellas previsibles.

El perejil de todas las salsas es El cuento de Navidad (La Galera). ¿Quién no conoce al cascarrabias Mister Scrooge? ¿Quién no ha oído hablar de los tres fantasmas? Es más, ¿quién no tiene un tío que se parece a Scrooge y que, como Scrooge, sólo aparece por Navidad? Me refiero, por supuesto, al Cuento de Navidad de Charles DickensCuento de Navidad , aunque hay otro: el de Auggie Wren que firma Paul Auster (Seix Barral).

Menos socorrida, pero igualmente adecuada, es esa inmersión en la memoria que nos regaló Truman Capote en Tres cuentos: Un recuerdo navideño, Una Navidad, El invitado del día de Acción de Gracias (Anagrama).

Y luego, hay autores que se cuelan en las listas de manera inopinada: Mary Higgins Clark, reina del suspense, que unió fuerzas con su hija Carol, especialista en misterio, para cazar a El ladrón de la Navidad (DeBolsillo). O John Grisham, un especialista en sus thrillers judiciales que en algún momento (d)escribió Una Navidad diferente, una Navidad de locos (Ediciones B)... claro que, bien pensado, la Navidad da para muchos juicios sumarísimos sobre familiares y amigos.

El caso es...

... que tanto si el libro aborda temas navideños como si no, estos días son propicios para una escapada lectora. Así que hemos pedido a algunos escritores, ganadores todos de premios literarios fallados a lo largo de 2014, que nos recomienden libros que podamos disfrutar.

Y como decir "premio literario" es decir "premio Planeta", empezamos solicitando ayuda a Jorge Zepeda Patterson, ganador de la última edición con Milena o el fémur más bello del mundo . "Elijo Ánima, de Wajdi Mouawad (Destino). Una novela negra como ninguna otra que hubiera leído. La prosa es poética y atrapa desde el principio y permite al lector encontrar una y otra vez frases para atesorar. Un texto que exige tiempo y atención, lo cual no resulta fácil porque al mediar el volumen uno desea pasar las páginas al ritmo trepidante que impone la historia. Un libro que nos deja rumiando, en el mejor de los sentidos, largo tiempo después de terminado." Su compañera de ticket, Pilar Eyre (Mi color favorito es verte), también se moja: "La muerte del padre, de Karl Ove Knausgaard, porque después de un primer capítulo en el que demuestra que si quisiera podría escribir oscuro, se adentra en el territorio fascinante de la intimidad desnuda y cotidiana".

Nativel Preciado, que este año se hizo con el Fernando Lara de novela gracias a Canta solo para mí, se inclina por La utilidad de lo inútil, de Nuccio Ordine (El Acantilado), "uno de los libros más oportunos, ingeniosos y recomendables para estos días. Es un breve manifiesto de poco más de un centenar de páginas (al margen de la bibliografía y un texto final de Abraham Flexner) dedicado al elogio de aquellos saberes cuyo valor esencial es ajeno a cualquier fin utilitarista, práctico o lucrativo, pero que nos dan placer y nos hacen mejores. Por ejemplo la fantasía, el arte, la literatura, la filosofía, el pensamiento crítico, la investigación científica, la contemplación del paisaje y todo lo ajeno al comercio o al dinero. Las actividades consideradas superfluas nos ayudan a 'salvarnos de la asfixia' y escapar de los problemas más sórdidos de la vida. Imaginar, jugar y pensar es tan imprescindible como comer y dormir. Las cosas más esenciales y bellas no se pueden pesar o medir."

Y todavía por los predios planetarios (es difícil hacerlo, cuando de galardones se trata), Carmen Amoraga, que se adjudicó el Nadal con La vida era eso, nos confiesa que le resulta muy difícil recomendar un libro "y más para una fecha determinada, porque pienso que hay que leer cada día, sea la fecha que sea. Pero como estos días tenemos más tiempo, por eso de las vacaciones, recomiendo leer con pausa, con deleite, recreándose en cada párrafo, porque no hay más, ya no va a haber más, Demonios familiares, de Ana María Matute, su última novela, sus últimas palabras escritas con el último aliento de la vida de una mujer que vivió para escribir".

Leer la memoria

Sabedores de que muchos lectores apuestan por los libros de historia, hemos pedido consejo a quienes ganaron ex aequo el XII Premio Algaba de Biografía, Autobiografía, Memorias e Investigaciones Históricas.

José Luis Hernández Garvi, autor de Héroes, villanos y genios. Extranjeros insignes al servicio de los Austrias, propone Los siete pilares de la sabiduría (Libertarias), de Thomas Edward Lawrence, más conocido como Lawrence de Arabia. "Se trata de uno de mis libros de cabecera. Escrito por el legendario coronel británico que dirigió la rebelión árabe contra los turcos en el transcurso de la I Guerra Mundial, en sus páginas narra la epopeya que protagonizó con un estilo en el que se entremezclan el relato de aventuras, la narración de viajes, la erudición histórica y el análisis político. Cómo el mismo autor señala, 'un libro en carne y hueso y en sangre', lectura fascinante que recomiendo a los amantes del romanticismo que encierran todas las grandes gestas."

Miguel Ángel de Uña, que firma Una ventana del castillo de Praga. La Europa previa a la Guerra de los Treinta Años, nos trae otro nombre mítico: el de Iliá Ehrenburg, cuyo Gente, años, vida (Memorias 1891-1967), publicado por Acantilado, nos sugiere. "Como toda autobiografía tiene una gran carga subjetiva, y autoexculpaciones. Un recorrido fascinante por la Rusia zarista, la Revolución soviética, el estalinismo, la Guerra Fría y una Europa que no supo ver que el fascismo pudo haber sido su tumba. Unas memorias no soportadas por la nomenklatura, que tuvieron que esperar hasta la glasnost para poder ser leídas en toda su extensión y elegancia. Cosmopolita, bon vivant, catador de todas las vanguardias europeas, fiel a su pesar al estilo exigido por el poder que le permitió sobrevivir."

¿Y para los electores que aún no pueden votar?

Nos ayudan a elegir David Nel·lo (La nova vida del senyor Rutin) y Pedro Riera (La tumba de Aurora K), ganadores del 22º Premio Edebé de Literatura Infantil y Juvenil; Llanos Campos Martínez, Premio Barco de vapor 2014 con la novela El tesoro de Barracuda; y Maite Carranza, premio Cervantes chico .

Nel·lo nos sugiere que leamos un ratón: Stuart Little, el sorprendente segundo vástago de una familia americana. "Es una preciosa historia que creo que haría las delicias de más de un joven lector en estas fechas navideñas. Tiene elementos poéticos y es divertido al mismo tiempo. Su autor es W. B. White, conocido sobre todo por sus manuales de estilo. Os lo recomiendo de todo corazón." En España lo han publicado Alfaguara, Montena y Columna.

Poética es también la recomendación de Campos, "para estas fiestas y para cualquier momento: descubrir (o releer) un libro que he leído miles de veces y que jamás me cansa, El principito, de Antoine de Saint-Exupéry". Un libro del que, además, hay infinidad de ediciones en todos los idiomas y formatos. Pedimos a nuestra consejera que se justifique: "Si necesitase razones, no podría elegir dos o tres: por su belleza, por su ternura, por la magia, por lo simple y lo complejo, porque a veces domesticamos zorros y otras veces nos domestican, porque amamos rosas orgullosas que no soportan el frío. Y porque estas cosas siempre son ciertas."

Munición editorial para el día a día

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Pedro Riera dirige nuestros pasos a un mundo elegíaco, el que David Cirici nos muestra a través de los ojos de Musgo, "un perro que pierde a sus amos y su confortable vida durante un bombardeo. Deberá aprender a sobrevivir en un mundo lleno de peligros, en compañía de otros perros, sin jamás llegar a entender la crueldad del ser humano. Un libro tierno, ingenioso, lleno de aventuras y con inevitables dosis de tristeza, pero sin duda muy esperanzador.

Por fin, Maite Carranza se inclina por un texto de Gemma Lienas, El rastro brillante del caracol (Destino). "Es un hermoso relato que indaga en las dificultades cotidianas de un chico de 16 años con Síndrome de Asperger empeñado en adaptarse a un sistema escolar que se resiste a aceptar las diferencias. Lienas, gran conocedora del universo juvenil, nos acerca a la complejidad de ese protagonista con humor y ternura, sin un ápice de sentimentalismo compasivo. Pero la novela aborda también un tema de rabiosa actualidad: el acoso cibernáutico de pederastas a menores, una aventura turbia en la cual se ve involucrado el chico."

Esperamos que estas recomendaciones sirvan a quienes han tenido la paciencia de llegar hasta aquí. Por lo demás, nuestro deseo final no podría ser otro que... Felices libros y prósperas lecturas nuevas.