La aduana francesa intercepta en Córcega un Picasso “inexportable” propiedad de Jaime Botín

Las autoridades francesas han incautado el cuadro Cabeza de mujer joven, de Pablo Picasso, valorado en 26,2 millones de eurosCabeza de mujer joven. El lienzo, perteneciente al expresidente de Bankinter Jaime Botín, está considerado parte del Patrimonio Cultural Español. La obra fue encontrada el pasado viernes en un barco en Córcega e iba a ser trasladada a Suiza, según un comunicado de la Aduana gala. Todo, pese a que la Audiencia Nacional española prohibió expresamente sacarlo de España en una sentencia del pasado mayo, ratificando una orden similar formulada por el Ministerio de Cultura en 2012. 

La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil —que investiga, entre otras cosas, el tráfico ilícito de bienes culturales— trataba de averiguar "desde hace unas semanas" el paradero del lienzo, como informan fuentes del Ministerio de Cultura. La exportación sin autorización de un bien del Patrimonio Cultural Español constituye un delito de contrabando si se supera el valor de 18.000 euros, según la Ley de Patrimonio Histórico Español. Los propietarios de Cabeza de mujer joven han recurrido la sentencia de la Audiencia Nacional ante el Tribunal Supremo, que aún no se ha pronunciado.

Según han informado fuentes de la Aduana francesa a infoLibre, el cuadro está bajo vigilancia y en posesión de esta institución. El Gobierno francés está a la espera de la petición de devolución del Gobierno español, que aún no se ha formulado. El cuadro, patrimonio del hermano de Emilio Botín, había sido calificado de "inexportable" por el Gobierno español en 2012 por su valor para el patrimonio histórico español, decisión ratificada por la Audiencia Nacional en 2015. "Tratándose de un tesoro nacional español, el cuadro tiene vocación de ser restituido", explican fuentes de la Aduana gala.

El Ministerio de Cultura ha explicado a este periódico que "el caso se encuentra en manos de la UCO y del Tribunal Supremo" y que se esperará a recibir instrucciones de la justicia antes de decidir los siguientes pasos a seguir. El lienzo no está incluido aún el registro de Bienes de Interés Cultural, y el Ministerio asegura que va a "esperar a que se resuelva la situación" antes de proceder a una posible catalogación.  

"Intento de exportación a Suiza"

Los agentes de aduanas de la brigada de Calvi (Córcega) se interesaron por el cuadro a raíz de "un intento de exportación a Suiza" desde la oficina de Bastia, según un comunicado facilitado a Europa Press. El pasado 31 de julio abordaron el barco que transportaba el lienzo, que en ese momento estaba atracado en el puerto deportivo de Calvi. El último paradero del cuadro, según declaraba el propio Botín en las diligencias judiciales del caso, era un barco atracado en el puerto de Valencia. 

La Aduana francesa ha explicado que los agentes solicitaron la documentación de la obra, pero que el capitán del barco solo pudo presentarles un documento de evaluación (presumiblemente, el de la Junta) y una copia de la decisión de la Audiencia Nacional que "confirmaba que se trataba de un Bien de Interés Cultural que en ningún caso podía salir de España". 

Un viaje frustrado a Londres

No es la primera vez que Jaime Botín intenta hacer salir el lienzo de España para su exportación. En diciembre de 2012, la casa de subastas británica Christie's presentó una petición de exportación en representación de Botín, con salida de Madrid y destino Londres. Una semana después, la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico Español (que aprobar o no el traslado) acordó "denegar el permiso de exportación definitiva solicitado y se declare la pieza expresamente inexportable", según recoge la sentencia de la Audiencia Nacional.

La resolución de la Junta se apoyaba en que no existe "una obra semejante en territorio español, siendo esta pintura una de las pocas obras realizadas por su autor dentro del denominado período de Gósol, etapa en la que Picasso se ve claramente influenciado por la plástica del arte ibérico y en los hallazgos llevados a cabo en ese momento influirán decisivamente, no sólo en el cubismo, sino también en la evolución posterior de la pintura del siglo XX".

El organismo solicitaba, además, un informe sobre la pieza a la conservadora jefe de pintura y dibujo (1881-1939) del Museo Reina Sofía, que avalaba la "excepcional importancia del lienzo". El 19 de diciembre de ese año, se acordó requerir a la Comunidad Autónoma pertinente (entonces, en teoría, la Comunidad de Madrid) que comenzara a preparar el expediente para declarar la obra Bien de Interés Cultural. Días más tarde, el Ministerio de Cultura dictó una orden por la que se declarbaa "inexportable" el cuadro, como medida cautelar a la espera de que se incluyera en el registro de bienes protegidos. 

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Durante el proceso de petición de exportación, y análisis y calificación del cuadro, Botín presentó un recurso a la decisión de la Junta y el Ministerio en el que se señalaban varios supuestos errores. El banquero aducía que no era él el propietario del lienzo, sino la sociedad Euroshipping Charter Company, Inc, una sociedad panameña de la que Botín es accionista mayoritario. La Audiencia Nacional respondía en una sentencia del pasado 15 de mayo que los documentos aportados solo demostraban la cesión de la obra a la empresa, no la propiedad de la misma. Además, añadía que Christie's nombraba como propietario en su solicitud de exportación al expresidente de Bankinter, y que la "profesionalidad" de la casa de subastas no habría pasado "un error tan evidente". 

El recurso de Botín alegaba, además, que el cuadro no se encontraba en Madrid, sino en un barco en el puerto de Valencia, por lo que no estaba en suelo español. La Audiencia Nacional recordaba a este respecto que "la existencia de un buque en un puerto español (...) le hace someterse a las normas del Estado ribereño".