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Festival de Cannes

Almodóvar no convence a todos en una jornada femenina... dirigida por hombres

Pedro Almodóvar, este martes en Cannes.

Noticine.com | infoLibre

Tres historias sin ningún elemento en común, tres mujeres protagonistas (cuatro, si contamos el doble personaje de Almodóvar), pero tres directores hombres tras la cámara. Este martes compitieron por la Palma de Oro en Cannes la española Julieta, de Pedro AlmodóvarJulieta; la francesa Personal shopper, de Olivier AssayasPersonal shopper,, y la brasileña Aquarius, de Kleber Mendonça FilhoAquarius. La recepción ha sido desigual: buena para la cinta latinoamericana, mala hasta el abucheo para la del país anfitrión y a medio camino la española.

Cannes forma parte de la leyenda almodovariana. Aunque a veces el director haya renegado de ello, este festival y el mercado francés en general han sido decisivos en su carrera. Por quinta vez, el manchego llega a Cannes, y lo hace con quizás los peores antecedentes posibles, un más que escaso éxito comercial en su país de origen, donde se estrenó hace un mes largo, y un escándalo menor al aparecer su nombre y el de su hermano y socio en la productora El Deseo en los tristemente famosos papeles de Panamá, con una empresa offshore abierta y cerrada hace un par de décadas.

La prensa es así, y han sido colegas extranjeros quienes sacaron el tema (el de la empresa en paraíso fiscal) para demostrar que la cosa trascendió más allá de los medios españoles, a los que Pedro acusa de haberle interesadamente convertido en "protagonista" de una película cuya responsabilidad asume pero considerándose "sólo secundario".

En cuanto a lo que a la proyección en el Palais se refiere, Julieta ha dividido a los espectadoresJulieta, con las mejores opiniones del bando femenino, aunque tampoco unánimes. El más internacional de los cineastas españoles tiene una legión de fans por el mundo, que le son fieles incluso con independencia del producto brindado, pero no se puede decir que la recepción en general haya sido intensa y calurosa, lejos de las que en el pasado recibieron aquí películas suyas que llegaron a ser favoritas para la Palma, como Todo sobre mi madre o Volver.

En cualquier caso, el malo de la película este martes no ha sido Almodóvar sino el francés Olivier Assayas, con un film, Personal shopper, que ha desconcertado e indignadoPersonal shopper, aunque una minoría aplaude el atrevimiento del autor de Demonlover y Viaje a Sils Maria por mezclar en una coctelera un drama sobre la pérdida, una peli de fantasmas, un retrato del mundo de la moda y otro del obsesivo uso de la tecnología.

A Assayas le quedaron ganas de repetir con Kristen Stewart, la estrella de la saga Crepúsculo, a quien le hizo ganar un César el año pasado por su papel de reparto en Sils Maria, y le ha regalado un ominipresente personaje de estadounidense que trabaja en París como asesora de compras (personal shopper) de una mujer rica y famosa, actividad que tiene que compatibilizar con las comunicaciones constantes con el más acá (a través de celulares y ordenadores) y el más allá, ya que la chica tiene capacidades de medium y su hermano gemelo ha muerto recientemente.

El atrevimiento de esta mezcla de generos e ideas por parte de Assayas era sumamente riesgoso, y para la opinión mayoritaria, fracasado. Personal shopper mereció abucheos, los más sonoros del festivalPersonal shopper , lo cual considerando el chovinismo hacia la producción local es bastante esclarecedor.

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Menos mal que una tercera película comandada por un personaje femenino llegó para enderezar la jornada. Aquarius le ha servido al exdocumentalista Kleber Mendonça Filho para reivindicar a una gran estrella y actriz brasileira brasileiracon escasas oportunidades de lucimiento en los últimos años, Sonia Braga. Ella es la única resistente numantina a dejar un edificio de los años cuarenta, el que da nombre a la película, que, situado en un barrio privilegiado, ha sido adquirido por un grupo inmobiliario que desea derruirlo para construir una torre de apartamentos.

Braga es Clara, una conocida crítica musical, quien en su ya edad de retiro se niega a aceptar las invitaciones de vender su piso, ahora convertidas en acoso. La estrella de El beso de la mujer araña y Doña Flor y sus dos maridos compone un entrañable personaje, el de una mujer que lucha por su hogar, por el amor y contra el cáncer. Ha sido muy grato que la receptora hace dos años del primer premio Platino de Honor, haya tenido esta oportunidad, y la haya aprovechado tan bien.

© Carolina G.Guerrero (Cannes)-NOTICINE.com

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