Día del Libro

Sant Jordi: Barcelona se llena de cultura pero también de solidaridad y reivindicación

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Centenares de libreros y floristas y miles de ciudadanos se congregaron este domingo en las calles de Barcelona para celebrar un Sant Jordi atípico por su coincidencia con un día festivo, pero acompañado por el sol, el ambiente festivo y la tradición.

En declaraciones a Europa Press, la librera Ada Bruguera se mostró optimista respecto a las previsiones de ventas este año y auguró un aumento de las ventas a primera hora de la mañana y de la tarde, pero no así al final de la jornada.

La coincidencia de la Diada con un día festivo no fue recibida con el mismo optimismo por parte de algunos floristas, como Ana Bernabé, que ve un público diferente por ser festivo: "A primera hora de la mañana no hay tanta gente como otros años porque las oficinas no han abierto, pero viene gente de fuera de Barcelona".

Es el caso de la familia Perich, que se desplazó desde Sentmenat (Barcelona) para disfrutar de uno de los días "más bonitos del año", en palabras de Maria Perich, la hija, acompañada por su marido y sus padres.

Para ellos, se celebre en festivo les facilita la asistencia: en el caso de Josep, padre de Maria, no habría venido si hubiese coincidido entre semana, por lo que opina que Sant Jordi "debería ser festivo siempre".

Paradas solidarias

Las paradas solidarias también han tenido una presencia destacada en las calles de la ciudad, como la que montaron Núria Parra y Beatriz Vélez, que venden rosas y caramelos y que destinarán parte de los beneficios a la ONG Save The Children.

Grupos de estudiantes quisieron aprovechar la Diada para recaudar fondos para costearse su viaje de final de carrera, como los estudiantes de la Facultad de Medicina de la Vall d'Hebron, que venden rosas y bolígrafos y toman la tensión a todos sus compradores.

"Hay más de 100 estudiantes repartidos por toda Barcelona y por el área metropolitana", dijo a Europa Press Cristina Kirkegaard, estudiante de medicina, que notó un aumento en el número de paradas por ser domingo.

Colas a primera hora

Uno de los principales atractivos es la presencia de escritores en las paradas de las librerías, que firman ejemplares de sus últimas publicaciones y que reúnen a centenares de admiradores en las colas ante las librerías, como Desirée, Fuensanta y Patricia, que esperan a la escritora Dolores Redondo.

"Los libros son sabiduría, sean del autor que sean", dijo Fuensanta, que esperó más de una hora y media a la escritora y que tiene previsto comprar también No soy un monstruo, de Carme Chaparro.

Una Diada reivindicativa

La Diada de este año también cuenta con un marcado carácter político: el Pacte Nacional pel Referèndum desplegó a más de 5.000 voluntarios para recorrer las calles y plazas de toda Cataluña para recoger firmas a favor de un referéndum de autodeterminación.

Además de los voluntarios, recogerán firmas en sus paradas los principales partidos a favor de la independencia y un centenar de entidades adheridas al pacto y que colaboraron en tareas logísticas.

Mercè y Joan, un matrimonio de Altafulla (Tarragona), aprovecharon el día festivo para acercarse a Barcelona a celebrar Sant Jordi, una día que definieron como "reivindicativo de la identidad y la cultura catalanas".

Autores mediáticos y periodistas

Autores mediáticos y periodistas conquistaron la jornada de firmas de la Diada de Sant Jordi, protagonizando la mayoría de colas para conseguir una dedicatoria o un selfie.

Las colas más codiciadas son las que esperaron al presentador madrileño Christian Gálvez –por Rezar por Miguel Ángel (Suma)–, que explicó que sus lectores le piden besos, fotos y dedicatorias, aunque "de momento, ninguno el teléfono", bromeó.

La periodista Samanta Villar, que fue polémica por su libro sobre la maternidad Madre hay más que una (Planeta), aseguró que muchas lectoras le han dicho que "por fin alguien ha dicho en voz alta" lo que muchas piensan, en unas páginas muy necesarias y de las que no se arrepiente, y atribuye las críticas por ir contra el discurso oficial.

En su cuarto Sant Jordi, Sandra Barneda destacó que la jornada celebra el amor "rebosando feromonas", y que los lectores le piden dedicatorias para ellos, para sus familiares e incluso para sus perros, y añadió que la jornada siempre anima a seguir escribiendo.

El también periodista Sergio Vila-Sanjuán, que vive Sant Jordi desde hace más de 40 años primero como lector, después como periodista cultural y desde hace menos como escritor, comparó irónicamente la Diada con una cebolla: "Se le han ido añadiendo fiestas, y es como una cebolla: cada vez más rica y sustanciosa".

Pilar Eyre firmó acompañada de su perro, su hija y su yerno y dijo que no concibe un Sant Jordi sin firmar libros: si no la invitaran a firmar se montaría una parada ella misma, bromeó.

Para el televisivo Risto Mejide, "desbordado" por las colas, lo más bonito es el cariño que recibe de personas que le explican lo importante que han sido sus libros para ellos.

Para la presentadora Mónica Carrillo, lo mejor es la respuesta del público: "Es un día muy especial en el que Barcelona se echa a la calle. Pero incluso ha llegado a venir gente expresamente desde Mallorca", lo que considera muy emotivo.

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