Tarifas eléctricas

Las claves de la revisión de tarifas eléctricas

Las claves de la revisión de tarifas eléctricas

Abril puede llegar con una buena noticia para los bolsillos de los ciudadanos. Una bajada en el recibo de la luz que puede rondar el 7% si se confirman las estimaciones que maneja el sector. Estas son las claves del proceso de fijación de precios.

¿Qué tarifas se revisan?

Cada tres meses se revisa la llamada tarifa de último recurso (TUR). Estas tarifas se aplican a potencias contratadas inferiores a 10 KV. Es el contrato habitual de hogares y pequeños comercios.

¿De qué dependen?

La llamada TUR tiene dos componentes: el precio de la energía y los llamados peajes. Cada uno pesa aproximademente un 50% en el recibo final. El precio de la energía se decide en una subasta trimestral, llamada CESUR, en la que los comercializadores realizan sus ofertas. Los peajes son responsabilidad del Ministerio de Industria. Es la parte regulada y retribuye, entre otras cosas, la distribución eléctrica que ealizan las compañías y las primas a las renovables.

¿A cuántos usuarios afecta la TUR?

A la mayor parte de los usuarios domésticos, que no han contratado por su  cuenta en el mercado libre. Son alrededor de 20 millones de hogares.

¿Por qué es un asunto tan sensible?

La revisión del recibo de la luz es un asunto sensible porque afecta a todo el mundo. Aunque son muy pocos los que entienden el recibo, muy complejo, todo el mundo sabe que en los últimos años el recibo ha subido mucho y que el Gobierno toma decisiones que explican esas subidas.

¿Desde cuándo no baja la luz?

Desde que se implantó el sistema de revisión trimestral, hace cuatro años, sólo en algunos trimestres de 2010 y 2011 se congeló la tarifa. en los últimos seis años las subidas han sido continuas. Eurostat recoge subidas del 60% en el quinquenio que han hecho de España unos de los países con la electricidad (antes de impuestos) más cara de la UE.

España, caso único

España es un caso único en el mundo. Suben las tarifas pero el déficit del sistema (la diferencia entre los costes por producir electricidad que se reconocen a las empresas y los ingresos) crece y crece. Cuanto más paga el consumidor, más crece el déficit. Esta excepción la han recogido en sus informes consultoras como PWC.

¿A cuánto asciende el déficit?

El déficit acumulado, que acaba pagando el usuario en el recibo, aunque de forma aplazada, asciende ya a 29.000 millones de euros, casi tres puntos del PIB. Pesa como una losa sobrelas cuentas públicas. El Gobierno, en apenas un año, ha aprobado cnco normas para tratar de controlarlo, pero sin éxito. Los últimos datos de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) estima que el déficit de 2012 fue de 5.511 millones. La previsión era de 1.500 millones.

Más renovables, menores precios, más deuda

En los últimos años, las energías limpias han registrado un crecimiento importante. De forma excesivamente simple (e interesada) se ha hecho recaer en las energías renovables la mayor parte de la responsabilidad por el crecimiento del déficit tarifario. Pero la cuestión es más compleja. Aunque es cierto que hubo un boom de la energía fotovoltaica y termosolar, las energías renovables han demostrado que su producción tira a la baja de los precios, aunque la arquitectura normativa del sistema eléctrico, mil veces modificada, acaba por incrementar la deuda reconocida a las compañías.

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¿Cuál es la situación del mercado?

El mercado eléctrico registra una espectacular caída de la demanda a causa, sobre todo, de la crisis económica. Como el sistema está pensado para un mercado en continuo crecimiento, la estructura cruje. En 2012, la demanda cayó un 1,3% y volvió a nivele sde 2006. La situación es incluso más preocupante en los últimos meses. febrero registro un espectacular descenso de demanda del 5,5%. Las centrales eléctricas que funcionan con gas y que son una cuarta parte de toda la potencia instalaa, apenas funcionan una quinta parte de la shoras previstas. Como las empresas tienen contratos suministro de gas  de los llamados take or pay (traducido, o sí o sí: o lo tomas o lo pagas), la situación es muy preocupante.

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