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Macroeconomía

Merkel ignora la autonomía del BCE y le insta a subir los tipos

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La canciller alemana, Angela Merkel, ha hecho algo poco habitual y se ha pronunciado públicamente a favor de que el Banco de Central Europeo (BCE) no baje los tipos de interés en la reunión prevista en Bratislava el próximo jueves.

Es una interferencia en toda regla en la autonomía de la autoridad monetaria europea, justo cuando desde el FMI, desde Japón y desde la Reserva Federal de EE UU, se apela a la necesidad de abrir la mano y relajar las políticas monetarias para animar el crecimiento.

Merkel se pronunció claramente en una conferencia que ofreció en Dresde y que fue recogida por el Financial Times. La canciller aseguró que, si se tratara sólo de la opinion de Alemania, los tipos no sólo no deberían bajar, sino que deberían subir.

El 2 de mayo, el Banco Central Europeo, director de un ballet monetario plagado de economías cojas (las de los países del Sur de Europa), tiene que decidir si mantiene los tipos de interés, situados en el 0,75%, o los reduce aún más (un 0,25% es la apuesta de los expertos) para animar a las economías agonizantes.

Teóricamente, el BCE, es independiente. Lo dice su estatuto. Es soberano para decidir y cumplir lo esencial de su mandato, velar por la estabilidad de precios. Eso no quiere decir que no reciba presiones: De hecho, las presiones son continuas. Pero no al nivel que representa Merkel. Y menos en público.

Debate intenso

El debate es intenso. Aunque los tipos en Europa están históricamente bajos, las economías del sur no despegan y el conjunto da muestras de debilidad. En ese contexto, los expertos creen que hay margen para nuevas bajadas de tipos que animen el crecimiento y estimulen el crédito.

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A España, la entrada de Merkel en el debate, presionando para evitar una bajada de los tipos, le pilla en una situación horrible: la economía gripada y el paro en el 27,16% (6.202.700 parados). Debido a ello probablemente, el Gobierno español ha mostrado, también públicamente, su profundo descontento con la política del BCE. política del BCE.El ministro Luis de Guindos y el propio Mariano Rajoy instaron al BCE a abrir la mano.

El Gobierno sabe que en julio de 2012, bastaron unas declaraciones del presidente del BCE, Mario Draghi en Londres, amenazando con intervenir en el mercado, para parar la histeria de los mercados y frenar en seco los ataques a la deuda española e italiana.

Pero las palabras solas ya no bastan. Lo sabe el Gobierno español. Y lo sabe la canciller Merkel, poco dispuesta a que las políticas de ajuste se desajusten si triunfan las tesis de quienes creen que un poco de inflación favorecería el crecimiento y el proceso de ajuste en los países más agobiados por la situación. El ejemplo: la FED de EE UU, con sus tipos a cero mientras no baje el desempleo y el Banco de Japón. Pero Merkel es mucha Merkel.

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