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Maniobras empresariales

La regulación eléctrica alienta los abusos en el sector

La regulación eléctrica alienta el fraude en el sector

La regulación del sector eléctrico no es eficaz. Se ha convertido en un coladero para maniobras empresariales que en algunos casos son escandalosas y en otros, bordean la ilegalidad. Para sostener esta afirmación basta con examinar lo que sucede en dos áreas muy distintas, pero muy significativas para el funcionamiento del sistema: las primas a la cogeneración (plantas industriales que queman combustibles fósiles y producen electricidad y vapor) y las subastas trimestrales de energía (CESUR) que determinan la mitad de la tarifa que pagan los 20 millones de usuarios acogidos a la llamada TUR (tarifa de último recurso).

La cogeneración ingresó en 2012, en concepto de primas 1.946 millones de euros. El problema es que el Ministerio de Industria cree que alguien está haciendo trampa. La razón es sencilla: las plantas de cogeneración (industria al fin al cabo) están produciendo más electricidad a pesar de que la actividad industrial disminuye. Algo no cuadra.

Aunque desde el Ministerio de Industria no ha habido una acusación formal, la idea que maneja el departamento es clara: hay fraude. El secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, se lo dijo al presidente de los cogeneradores (Cogen), José María Roqueta, en las últimas reuniones que han mantenido.

Incremento de ingresos

La tesis del ministerio es que las plantas de cogeneración están utilizando las instalaciones para incrementar sus ingresos a costa del sistema eléctrico haciéndolos funcionar cuando la fabricación está parada. Es la versión más sencilla y oficial. Más aún si se tiene en cuenta que la potencia instalada no se ha incrementado desde 2006.

Sin embargo, la versión de los cogeneradores es un poco más compleja y deja en evidencia la ineficacia de la regulación del sector de la energía, que permite auténticos disparates.

En una carta enviada al secretario de Estado de la Energía, Alberto Nadal y al secretario general de Industria y pymes, Luis Valero, el presidente de Cogen España explica que todo se debe a una regulación loca e ineficaz. Sin descartar, eso sí, algún fraude puntual.

Fórmula de autoabastecimiento

La cogeneración, explica en la carta, nació como una fórmula para el autoabastecimiento de electricidad y calor. Sólo se vendía el excedente. Fue así hasta el año 2006, cuando un decreto (RD Ley/2006) permitió que la totalidad de la producción de una planta industrial pudiera verterse a la red y al mismo tiempo comprar toda la electricidad consumida. El sistema se conoce como "todo-todo" (comprar todo y vender todo).

¿Qué ha sucedido? Que los precios por la electricidad que vende la cogeneración son mayores que los precios que compran en el sistema. Es algo que sólo sucede en España. La electricidad que venden las industrias es más cara que la compran debido a la existencia del ya famoso déficit de tarifa.

"El Gobierno" sostiene Cogen en la carta al Ministerio "entendió que la cogeneración no podía competir con el bajo precio de la electricidad del sistema (gracias al déficit tolerado) y permitió que la cogeneración (sólo para la energía vertida a la red) obtuviera una tarifa sin déficit.

Las empresas pasaron rápidamente del autoabastecimiento al "todo-todo". La CNE recogió la subida de la energía vertida en la red por los cogeneradores. Para el Ministerio de Industria, la subida en la electricidad vertida a la red (un 60% entre 2006 y 2012, de 17 Terawatios/hora año a 27 TW h/a) sólo se debe a una cosa: hay fraude; para los cogeneradores, es consecuencia de una mala regulación.

Subastas CESUR

La polémica no afecta sólo a la cogeneración. Afecta también a las subastas trimestrales (CESUR) que marcan el precio de la electricidad para los siguientes tres meses. Ese precio supone, aproximadamente, el 50% del recibo que pagan los usuarios acogidos a la tarifa (la mayoría de los hogares).

Lo que se observa en las subastas CESUR  es que el precio cerrado para cada mes por las empresas comercializadoras es más elevado del que se registra en el mercado mayorista, donde la entrada masiva de energía renovable tira hacia abajo de los precios.

Estos son los datos. Según la Comisión Nacional de la Energía, el precio de la subasta CESUR de diciembre de 2012 para el trimestre siguiente fue de 54,18 euros MGWh y la de marzo, para el segundo trimestre, de 45,41 euros MGWh.

Por meses, en enero el precio medio del MGWh fue de 50,5 euros; en febrero de 45,04 y en marzo de 25,92 euros. Todos los meses, los precios se situaron por debajo del marcado en la subasta (54,18 euros). Y en abril, todavía fue peor: el precio medio de mercado fue de 18,17 euros (fue un mes récord en lluvias y viento) frente a los 45,41 de la CESUR.

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Beneficios

La conclusión es obvia. Alguien se está beneficiando de la gran diferencia de precios. Ese alguien, según sostienen desde organizaciones como la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético o Economistas frente a la Crisis, son las grandes compañías eléctricas. Ellas son, a la vez, productoras, comercializadoras y distribuidoras.

Desde la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, Jorge Morales de Labra, ha hecho cálculos. Según las cuentas de la Plataforma, los consumidores de la Tarifa de Último Recurso (TUR) de electricidad llevan pagados desde mediados de 2009 un total de 1.682 millones de euros de más por la parte de su recibo correspondiente al coste de la energía. Un dinero.

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