Energía nuclear
Industria estudia cambios normativos para mantener Garoña
La licencia de funcionamiento de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), la más antigua de España (1971), caduca el sábado día 6. En teoría, a partir de ese momento, se pone en marcha un complejo mecanismo administrativo y técnico con un objetivo: desmantelar la instalación.
Pero en el complejo sistema eléctrico, nada es lo que parece. El Ministerio de Industria, que forzó hace poco más de un mes al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) a autorizar una prórroga de la licencia de un año,Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) estudia cómo facilitar que se mantenga operativa la instalación,que está desconectada de la red desde diciembre de 2012 por el pulso que las eléctricas libraron con el Gobierno. La intención podría tener forma de nueva disposición normativa en la reforma del sistema eléctrico que se anunciará en los próximos días.
Endesa e Iberdrolarenunciaron a solicitar la renovación para Garoña con el fin de manifestar su rechazo por los nuevos impuestos que el Ejecutivo aprobó para el sector energético. Ahora, esperan un gesto.
Tras el pulso de 2012 con los buques insignias del sector eléctrico, Industria trató de brindar una salida y presionó en el CSN hasta que el organismo, con dos votos particulares en contra, aceptó prorrogar un año la licencia siempre que la central de Garoña no se conectara a la red.
Cambio de órdenes
Para que la prórroga autorizada por el CSN hubiera tenido efecto, el Ministerio de Industria, a su vez, hubiera tenido que modificar antes del 5 de junio la Orden Ministerial IET/1453/2012 que autorizaría a la empresa propietaria de Garoña, Nuclenor (50% de Endesa y 50% de Iberdrola), a solicitar una renovación de licencia.
En pleno diseño de la reforma del sector eléctrico, anunciada para este mes, Industria no modificó la orden. Más aún, las empresas han descubierto que el proceso, una vez que ha expirado la licencia en vigor es más complejo de lo que pensaban. Fuentes del CSN explican que solicitar la renovación de la licencia conllevaría, con las normas actualmente en vigor, hasta tres años de trabajos y de trámites.
Y es aquí donde comienzan los matices. El ministro de Industria, José Manuel Soria, ha diferenciado en varias ocasiones en las últimas semanas, siempre en relación a Garoña, que una cosa es un cierre por cuestiones económicas y otro muy distinto un cierre por cuestiones de seguridad.
Las distinciones de Soria no han pasado desapercibidas. Fuentes del CSN las interpretan como un adelanto de intenciones, una forma de decir que el Ministerio está dispuesto a cambiar la exigencias administrativas para que la nueva autorizaciòn a Garoña sea más fácil. Y temen que finalmente, la decisión política vuelva a erosionar la normativa nuclear.
Impredecible
El Gobierno impone al CSN la decisión política de prorrogar la vida de Garoña
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Fuentes empresariales coinciden en la interpretación, aunque añaden que Industria, en los últimos meses, no tiene un comportamiento predecible. Como en el CSN, en las empresas creen que Industria baraja agilizar la tramitación de las licencias para poner fin al culebrón de Garoña. En ese culebrón, el Gobierno tiene empeñada voluntad y declaraciones a favor de la prórroga de la vida útil de las centrales.
El Ministerio de Industria no dio su versión pese a los reiterados intentos de contraste de infoLIbre.Garoña es uno de los ocho reactores con que cuenta el parque nuclear, que produce en torno al 19% de la electricidad y supone un 7% del total de la capacidad de generación instalada en el país.
En el caso de que Industria facilitara su continuidad, Nuclenor debería invertir alrededor de 140 millones de euros como mínimo para cumplir con las exigencias de seguridad tras Fukushima. Organizaciones como Greenpeace han anunciado, además, que denunciarán ante los tribunales al Ministerio de Industria si finalmente rectifican leyes a favor de Iberdrola y Endesa.
