La inflación se contiene pero aumenta la brecha entre precios y salarios

La menor subida en el precio de los carburantes en agosto contuvo la inflación. Los precios subieron un 0,3% en el mes, pero en la cuenta de los últimos 12 meses, la comparación es favorable: el Índice de Precios al Consumo (IPC) se sitúa en el 1,5% interanual. Si las gasolinas dieron en esta ocasión una buena notcia, la mala corrió a cargo de los alimentos frescos, que sufrieron la mayor subida en una década, con incrementos de precios del 7,6% que llegaron al 26% en el caso del aceite.

Pero el IPC del 1,5% en agosto, aunque se sitúa por debajo de la media del conjunto de la UE (1,7% en julio, según datos de la agencia estadística europea Eurostat) no indica coherencia en la economía. En un país que está centrando la salida de la crisis en la devaluación interna, con espectaculares cifras de desempleo (26,26% de tasa de paro) y de recortes salariales, los precios deberían mostrar un perfil más moderado.

País caro

Por resumir: España es un país caro, en el que los precios de servicios esenciales están por encima o en la parte alta de la comparación con sus vecinos. No lo dicen sólo los sindicatos o las organizaciones de consumidores. En sectores como el de los carburantes, con varios expedientes abiertos a las petroleras, hasta el mismo Gobierno, a través del ministro de Industria José Manuel Soria, ha responsabilizado a los márgenes excesivos que deciden las empresas (y no a los impuestos) de la carestía de los carburantes en comparación con los países de la UE.

España, según estudios basados en la contabilidad Nacional del INE y Eurostat como los realizados por la secretaría de Economía de la Junta de Andalucía, está junto con Grecia, Eslovaquia, Irlanda, Italia, Malta y Chipre, entre los países con las rentas salariales más bajas.

A cierre del primer trimestre de 2013, los sueldos de los asalariados equivalían al 44,7% de la riqueza generada en un año (PIB), mientras que los beneficios empresariales alcanzaban ya el 46,3% del PIB. Todo un sorpasso.

Volviendo a la contabilidad del INE. En España, de una remuneración media de 35.600 euros anuales en 2008 se ha pasado a una de 34.476 en 2013 (datos del primer semestre). La caída es del 3,5% y supone, en términos absolutos, 60.000 millones de euros. Una cifra espectacular.

La brecha que se abre y crece entre la evolución de los precios y de los salarios escuece. UGT destaca que pese a la moderación del IPC de agosto los precios siguen estando "muy elevados en España" para la actual situación de "profundísima contención salarial" y de caída del consumo de las familias, las empresas y las administraciones públicas.

El secretario de Acción Sindical del sindicato, Tony Ferrer, remarca que en España se ha planteado una "devaluación salarial" que sólo está sirviendo para que haya una transferencia de rentas de los trabajadores a los empresarios.

La crítica tiene fundamento. Hasta el ministro de Industria explicó en agosto que en sectores como el de los carburantes, la situación no tiene lógica. Lo dijo así: "el problema está en el margen comercial. No hay competencia en este mercado". "Los márgenes" añadió en una entrevista de Europa Press "son superiores a los de Europa". Rotundo.

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Pero no se trata sólo de las gasolinas. España, que ha registrado subidas en los últimos cinco años cercanas al 80% en el recibo de la luz, tiene un precio del kilowatio (antes de impuestos) muy caro, sólo comparable al de países como Malta o Chipre. Hasta el presidente de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), Alberto Lafuente, tuvo que reconocer el pasado año que los precios "tenían difícil justificación".

Especulación

No es sólo la electricidad , o las gasolinas, o la especulación en la comercialización de productos básicos. Se trata un problema extendido. también afecta a las telecomunicaciones. Con datos de la Comisión Europea publicados en agosto se ha mostrado a España como un país que se encuentra entre los más caros en telefonía móvil (quinto, con 13,3 céntimos de coste medio por minuto). También ocupa un lugar destacado, por caro, en roaming, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).