SEGURIDAD SOCIAL

La subida de las pensiones mínimas en 2014 será la menor desde 1996

La subida de las pensiones mínimas en 2014 es la menor desde 1996

La subida de entre 1,6 y dos euros que disfrutarán las pensiones mínimas de jubilación el próximo año es la de menor cuantía desde que en 1996 se estableció su revalorización ligada al IPC. Esa mínima cantidad es el resultado de aplicarles el 0,25% de aumento que el Gobierno ha fijado en su reforma de las pensiones para los años en que la Seguridad Social tenga déficit. El ejercicio en que menos subió la pensión mínima, en términos absolutos, fue en 1998, cuando crecieron 8,15 euros. El que más, 2008, cuando aumentaron 52,69 euros.

Estas cuantías están referidas a la pensión de jubilación para mayores de 65 años con un cónyuge a su cargo. Es decir, para aquellos casos en que en un mismo hogar conviven al menos dos adultos con una misma pensión. En 1998, esa prestación era sólo de 395,83 euros. Diez años después, ascendía a 658,75 euros. Para 2014 estará en 780,9 euros.

Las llamadas pensiones mínimas incluyen no sólo las de jubilación, sino también otras por incapacidad permanente, viudedad, orfandad y las del Seguro Obligatorio de Vejez (SOVI), una modalidad en extinción. En total, casi 2,8 millones de personas perciben este tipo de prestaciones. Junto a quienes cobran las pensiones no contributivas, suman el 40% de las pensiones españolas. Un dato más: el 62% de los receptores de pensiones mínimas contributivas y el 71% de las no contributivas son mujeres.

Años de superávit y grandes subidas

Entre 2004 y 2011, con los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero, las pensiones mínimas crecieron un 50,8%. Entre 1996 y 2004, con los de José María Aznar, un 30%. Si ambos porcentajes se ajustan con la inflación, resulta que con los ejecutivos del PP subieron un 3,8% y con los del PSOE, un 27%.

A partir de 2000, la Seguridad Social empezó a tener superávit, y eso se notó en la revalorización de las pensiones. También la inflación escalaba: en 2002 llegó al 4% y en 2007, al 4,2%. Así, desde 2005 hasta que estalló la crisis, las pensiones mínimas de jubilación para quienes tienen un cónyuge a su cargo no subieron menos de 37 euros cada año en valores absolutos.

Incluso en 2011, cuando el Gobierno socialista congeló las pensiones, las mínimas quedaron excluidas. Subieron el 2,4% del IPC registrado ese año, 16,8 euros más al mes para los jubilados con un cónyuge a su cargo. Al año siguiente, el PP fijó una subida del 2% para las pensiones que no superaran los 1.000 euros mensuales: crecieron 15,3 euros.

Umbral de la pobreza

Buena parte de Europa y de la OCDE mantienen el IPC como referencia para la subida de las pensiones

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Este año, el umbral de pobreza para los hogares de una persona se sitúa en 7.040 euros anuales, según la Encuesta de Condiciones de Vida, que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE). Con una pensión mínima de jubilación sin cónyuge a cargo de 632,9 euros –tras subir 1,6 euros en 2014–, un jubilado supera ese suelo: cobrará 7.594,8 euros al año. Un logro alcanzado gracias a la revalorización de los últimos años. En 2005, cuando el umbral de pobreza estaba situado en 6.346,8 euros anuales, un pensionista en las condiciones anteriores aún se quedaba a 120,44 euros de ese límite.

Es más, con la crisis los mayores de 65 años ya no son el estrato de población con mayor riesgo de caer en la pobreza. Su tasa ha bajado 2,6 puntos entre 2012 y 2013. Y 11 puntos respecto a hace cinco años. Por el contrario, el riesgo de caer en la pobreza o en la exclusión social es del 29,7% para los menores de 16 años, y del 28,2% para los adultos de 16 a 64 años. Para los mayores de 65 años se queda en el 18,7%. Otra consecuencia de la crisis y el paro: según los cálculos de CCOO, el 28% de los hogares españoles vive hoy gracias a una pensión como única fuente de ingresos.

A pesar de su mejoría continuada, las pensiones españoles aún están lejos de las europeas. La prestación media de jubilación española es sólo el 63% del promedio europeo y la más baja después de la irlandesa, que se queda en el 55%. Un jubilado español cobra de media un 40% menos que otro de la Unión Europea.  España gasta en pensiones el 10% de su PIB, mientras que la media de la eurozona llega al 12,2%.

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