CONTABILIDAD NACIONAL

Los ingresos salariales caen al nivel de 2003 mientras la renta de las empresas crece un 29%

Los salarios caen a niveles de 2003 mientras la renta de las empresas crece un 29%

Las estadísticas siguen empeñadas en llevar la contraria al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro: también la Contabilidad Nacional certifica el desplome de los salarios. De hecho, la remuneración de los asalariados españoles sumaba 10.580 millones de euros en el tercer trimestre de 2013, lo que significa que ha caído a los niveles de hace una década. En el tercer trimestre de 2003 era de 10.437 millones. Había llegado a un máximo de 15.954 millones de euros en el cuarto trimestre de 2007.

Ese año también hubo récord en el número de trabajadores activos: 19,2 millones de afiliados a la Seguridad Social. Desde entonces, la crisis ha fulminado tres millones de empleos: 2013 ha terminado con 16,3 millones de cotizantes, poco menos de los 16,7 millones que se registraban en 2003. Es decir, la participación de los asalariados en la riqueza nacional ha encogido no sólo porque hay menos trabajadores activos, sino también porque éstos cobran menos.

Es más, mientras la renta disponible bruta de los hogares –la suma de remuneraciones, rentas de la propiedad, prestaciones sociales y transferencias corrientes, y descontados los impuestos y las cuotas a la Seguridad Social– ha disminuido un 1,6% respecto a hace un año, la de las empresas ha crecido un 28,9%. Los sindicatos repiten que el acuerdo de moderación salarial que firmaron con la patronal en 2012 sólo lo han cumplido los trabajadores. Por el contrario, los beneficios de las empresas aumentan, pese a la crisis: hasta septiembre las empresas del Íbex 35 ganaron 20.070,11 millones de euros, un 13,63% más que en el mismo periodo de 2012.

Además, la crisis no ha sido obstáculo para que las empresas ejecuten un muy generoso reparto de dividendos. Aunque en 2012 los resultados de las grandes del Íbex 35 se redujeron en un 57,4%, los dividendos distribuidos alcanzaron los 26.800 millones. En 2013, otros 23.000 millones. Curiosamente, en el país campeón del paro y la devaluación salarial, el principal índice bursátil es de los primeros de Europa en rentabilidad por dividendo.

En la Contabilidad Nacional, el excedente bruto de explotación –los beneficios antes de impuestos más las amortizaciones de capital– ha crecido un 5,7% el último año, hasta alcanzar los 52.114 millones de euros, la mayor cifra en un tercer trimestre de la historia. Lo mismo ocurre con el excedente neto, 26.592 millones. Porque, mientras la remuneración de los asalariados ha caído un 3,5% en ese tercer trimestre respecto al mismo periodo de 2012, los impuestos de la renta y patrimonio que han pagado los hogares han crecido otro tanto: un 3,6%. Pero las empresas han abonado por el impuesto de sociedades un 16% menos que hace un año.

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Menos consumo y menos ahorro

En consecuencia, los españoles tienen menos dinero tanto para consumir como para destinar al ahorro. La Contabilidad Nacional calcula un gasto en consumo de los hogares de 147.037 millones de euros, un 0,4% menos que en el tercer trimestre de 2012. Lo que no significa que ahorren más: el ahorro ha caído un 9,1% en un año y es sólo de 14.932 millones. De hecho, los españoles sólo han podido ahorrar un 9,2% de su renta disponible, el nivel más bajo en un tercer trimestre desde 2007.

“Sin una recuperación sólida de la demanda interna, estamos condenados a una fase de estancamiento de crecimiento débil, incapaz de generar empleo”, explicaba ayer CCOO. A diferencia del Gobierno, que fía buena parte de la “recuperación” prometida para este año en el aumento de las exportaciones, el sindicato es de los que prefieren apostar por afianzar el consumo interno apoyándose en una mejora de los salarios. En cualquier caso, el Ejecutivo prevé que el PIB crezca un 0,7% este año; la Comisión Europea, el 0,6%; la OCDE un 0,5% y el FMI, sólo el 0,2%. Esas décimas se traducirán, según los cálculos del Gobierno, en un raquítico 0,1% de creación neta de empleo. Hasta ahora, para crear puestos de trabajo la economía española debía crecer al menos un 1,5% o un 2%. La tesis del Ejecutivo es que, gracias a la reforma laboral, esta vez aumentará el empleo con menores tasas de crecimiento del PIB.

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