Déficit público

España incumplió el objetivo de déficit en 2013 pese a la subida de impuestos y los ajustes contables

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, mira en el interior de su cartera en un pleno del Congreso.

España ha incumplido el objetivo de déficit público fijado para el año 2013. El desfase entre ingresos y gastos se situó en el 6,62% del producto interior bruto (PIB), equivalentes a 66.200 millones. El porcentaje, "un dato positivo" según dijo el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, supera en 12 centésimas (1.200 millones de euros) el objetivo del 6,5%. En un año, pese a los recortes y a las subidas de impuestos, el déficit público sólo ha disminuido dos décimas (del 6,84% al 6,62%).

Pero lo significativo es que el porcentaje final, que no recoge partidas como las ayudas a la banca –casi 5.000 millones–, se produce a pesar de las subidas de impuestos que el Gobierno aprobó el año pasado y a pesar, también, del ajuste realizado en la Contabilidad Nacional del cuarto trimestre de 2013, confusamente explicado por el Ministerio de Hacienda.

Con todas las partidas de déficit que no cuentan para el Procedimiento de Déficit Excesivo de Bruselas, desde las ayudas a la banca al impacto del déficit tarifario eléctrico, pasando por los 5.000 millones "ajustados" en el último trimestre,déficit tarifario la cifra real del desequilibiro rondaría el 8%. Así lo sostienen economistas críticos como José Carlos Díez.

Aunque la cifra de déficit supera lo previsto, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santa María, aseguró que el dato confirma que las "reformas y el esfuerzo" dan "resultado". Montoro añadió que la revisión del PIB en los países de la UE que prepara la agencia estadística Eurostat, beneficiará a España porque, al incrementar el cálculo del PIB, el del défcit quedará por debajo del 6,5%.

Sus números negros compensaron los rojos de la Administración Central y de las Comunidades Autónomas. Éstas, según publicó El País habrían rebasado en dos décimas el objetivo que tenían fijado, hasta cerrar el año con un desfase del 1,54% frente al 1,30% previsto (gastaron 15.500 millones más de lo que ingresaron).

También en 2012

El incumplimiento del objetivo en 2013 sigue al de  2012, año en el que el desfase entre ingresos y gastos acabó en el 6,84% frente al 6,3% fijado como límite. El Banco de España, el Ministerio de Economía (a través del ministro Luis de Guindos)  y servicios de estudios de organismos como la Fundación de las Cajas de Ahorros ya habían advertido de que el objetivo sería difícil de cuadrar.

La tarea era difícil, advirtieron, a pesar de que a mitad de año, el Gobierno subió los impuestos al tabaco y al alcohol impuestos al tabacoy suprimió deducciones en el impuesto de sociedades. Además, apurado por el descuadre, Montoro retiró 3.600 millones de euros comprometidos con Industria para corregir el déficit energético.

Para este año, las previsiones son más cómodas. El objetivo es reducir el déficit al 5,8% y, en un contexto de incipiente recuperación, la mayoría de las previsiones apuntan a que se puede cerrar el año en línea con las estimaciones.

No será lo mismo el año que viene. En ese ejercicio, año electoral y con rebaja de impuestos comprometida por el Gobierno, el ajuste tiene que ser más que notable: del 5,8% al 4,2%. Hasta Bruselas cree que es un objetivo imposible de cumplir. Sus estimaciones son muy pesimistas: el desajuste en España entre ingresos y gastos alcanzará el 6,5% del PIB, el mayor de la eurozona por delante de Chipre (6,1%) e Irlanda (4,3%) y muy lejos de los rescatados Grecia (1%) y Portugal (2,5%).

Un esfuerzo imposible

Para cumplir con el objetivo, el esfuerzo tiene que ser descomunal. Para cuadrar las cuentas y situar el déficit en el ejercicio 2016 por debajo del 3% del PIB, el Gobierno tendría que hacer ajustes por 36.400 millones en tres años.

Bruselas también desconfía de las cifras de déficit público del Gobierno

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En una cifra tan abultada no caben ajustes como los realizados a finales de 2013 para facilitar el encaje de los números.  El gasto público en el último trimestre, según Contablidad nacional, cayó un 3,9% frente al alza en el anterior trimestre del 0,6%.  El dato levantó muchas suspicacias. Porque precisamente en ese periodo los funcionarios sí cobraron la paga de Navidad (5.500 millones). Un año antes, cuando se suprimió esa paga extra, el consumo público intertrimestral sólo cayó un 0,3%.

El PSOE calificó de maquillaje ese contraste, con el consiguiente ajuste de unos 5.000 millones (0,5% del PIB). Hacienda lo negó. Muy al contrario, sostuvo que el descenso del gasto público en el último trimestre de 2013 se debió a la nueva forma de contabilizar los consumos intermedios (el valor de los bienes y servicios empleados en un proceso productivo).

Hasta ahora, sostiene Hacienda, era habitual que buena parte de los consumos intermedios se imputaran en el último tramo del año. Sin embargo, en 2013 se imputó a lo largo del ejercicio.

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