Reforma eléctrica

El Consejo de Estado duda que las nuevas tarifas eléctricas sean fruto de una “reflexión sosegada”

El Gobierno decide subir la luz un 3,2% de forma inmediata para frenar la deuda eléctrica

En el lenguaje formal, jurídico y educado en el que una institución se dirige a otra institución, el Consejo de Estado ha propinado una sonora bofetada al Ministerio de Industria. Lo ha hecho en el dictamen de fecha 20 de marzo, recién publicado en el Bolétín Oficial del Estado (BOE) que da luz verde al decreto que modifica el cálculo de las tarifas eléctricas para 16 millones de usuariosmodifica el cálculo a partir del 1 abril.

Tras aludir a la suspensión de la subasta trimestral de energía del 19 de diciembre y a la decisión de Industria de intervenir el precio de la electricidad por decreto (Decreto17/2013 de 27 de diciembre), el Consejo de Estado asegura que "cabría preguntarse si la existencia de este horizonte temporal tan acotado (tres meses), que explica la urgencia del procedimiento de elaboración del texto remitido en consulta, ha permitido las mejores condiciones para la reflexión sosegada acerca del cambio trascendental de modelo que se proyecta".

La crítica soterrada del Consejo de Estado, que recela de las consecuencias de las prisas de Industria, coincide con el clamor contra la nueva metodología de tarifas desatado entre las empresas, las organizaciones de consumidores y los partidos políticos de oposición.

Desde el 1 de abril

Las nuevas tarifas entraron en vigor oficlamente el 1 de abril. No obstante, las empresas dispondrán de un máximo de tres meses, hasta el 1 de julio, para comenzar a facturar con el nuevo sistema que sustituye a las anuladas subastas Cesur. Según el Gobierno, va a suponer un "claro ahorro" para todos los consumidores.

De acuerdo con el ministro de Industria, José Manuel Soria, sólo los costes de las coberturas que incluían las subastas en las que la electricidad se trataba como un producto financiero más, han supuesto 1.671 millones en cinco años. Es un dinero que los consumidores no van a recuperar.

En general, el nuevo sistema supone que cada recibo de la luz dependa de la evolución del mercado mayorista de electricidad (pool), "que cotiza y cambia en función de la oferta y la demanda cada hora". El problema está en que para la mayoría de los consumidores, que no tienen aún contador inteligente, la factura se calculará con una media del precio de la electricidad en ese mercado que publicará Red Eléctrica.

Precio intervenido

Mientras llega el mes de julio y el nuevo sistema, el precio de la electricidad será el decidido en diciembre por Industria, de 48,48 euros MGWh. Entre diciembre y febrero, ese precio fue un 47% superior al de mercado, lo que obligará a las compañías a refacturar y a devolver lo cobrado en exceso: 300 millones hazsta marzo, según Industria.

El enredo con las nuevas tarifas es descomunal y se añade a la polémica reforma de la ley eléctrica de mediados de 2013. la nueva ley, entre otras cosas, recortó las primas a las energías renovables de forma retroactiva y ha paralizado el sector.

El ex director del Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE), Javier García Breva, resume la situación creada así: "para facturar por horas el recibo de la luz se exigen unos contadores inteligentes que no existen, por lo que el consumidor seguirá sin saber qué paga, sin poder defenderse de la volatilidad del mercado mayorista ni gestionar su demanda".

"La complejidad y precipitación con que se está desarrollando la modificación del método de facturación de la luz, algo no previsto al inicio de la reforma" añade García Breva lleva "a un enorme embrollo cuando está en marcha desde 2007 un plan de cambio de contadores para 2018".

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Cambio de contadores

Los datos del sector apuntan a que se han sustituido un 10% de los contadores(los que tienen una potencia contratada de hasta 15kW); para finales de 2014 se debería llegar al 35%; a finales de 2016, al 70%, y a finales de 2018 debería haberse cumplido el 100%. Es ese 10% el único que podrá beneficiarse de la facturación por horas.

El programa de cambios también recibe críticas de los especialistas. "No supone ninguna ventaja para el consumidor", explica Jorge Morales, miembro de la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético: "Podría facilitar mucha información al usuario, pero no lo hace. Sí que permite que te corten a distancia el suministro, por ejemplo, pero no te informa de si ha habido interrupciones. Por eso pedimos que se paralice el plan de implantación hasta que el usuario final pueda tener información del contador".

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