PRESTACIONES POR DESEMPLEO

España sólo ocupa el puesto 19 del mundo en protección social a los parados

La crisis empuja al 65% de los jóvenes a buscar empleo fuera de España

España ocupa el puesto 19 del mundo en cobertura de prestaciones por desempleo, por detrás de países como Alemania, Italia, Bélgica o incluso Chipre. Según el Informe Mundial sobre la Protección Social que publica la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la cobertura –el porcentaje de parados que cobra algún tipo de prestación, tanto contributiva como asistencial– en Europa Occidental alcanza el 63,8%, y llega al 90% en algunos países. Por el contrario, en España es sólo del 57,92%, de acuerdo con los datos hechos públicos ayer por el Ministerio de Empleo. En agosto de 2010, cuando alcanzó su máximo, ascendía al 79,1%: se ha desplomado 21 puntos porcentuales.

En números absolutos, 2,71 millones de desempleados no perciben prestación alguna. Sólo en el último año, la cobertura ha caído un 5,5%. Lo que, a su vez, se ha traducido en una caída del gasto público en ayudas a los parados: un 18,7% desde abril de 2013. El Estado se gasta en cada desempleado 71,4 euros menos que hace un año. Y no sólo porque cada vez haya menos parados protegidos, sino también porque cada mes son más los que perciben subsidios –426 euros– y menos los que cobran la prestación contributiva –una media de 830 euros brutos–. Quienes perciben ésta han disminuido un 20% en el último año: son 1,05 millones de personas. Cobran el subsidio 1,12 millones, a los que habría que sumar los 259.139 beneficiarios de la Renta Activa de Inserción –mayores de 45 años que carecen de ingresos–.

El panorama se vuelve aún más desolador si se tienen en cuenta las cifras de la Encuesta de Población Activa (EPA): 3,99 millones de parados carecen de prestación. Como es sabido, la EPA contabiliza hasta 5,9 millones de desempleados, 1,2 millones más de los que aparecen registrados en los Servicios Públicos de Empleo, el antiguo Inem.

El informe de la OIT destaca el papel que tiene una elevada cobertura de las prestaciones por desempleo en la prevención de la pobreza. Y es más, asegura que los parados que perciben este tipo de ayuda económica tienen más probabilidades de encontrar un empleo que los que carecen de ella. Pone como prueba las políticas de protección social aplicadas en la Unión Europea. Exactamente lo contrario de lo que defiende un estudio presentado recientemente por la Fundación Alternativas. Según sus autoras, Sara de la Rica y Brindusa Anghel, investigadoras de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), prestaciones y subsidios inhiben la búsqueda de empleo y la aceptación de ofertas de trabajo. Un parado de larga duración –aquél que lleva más de un año sin trabajar– tiene un 85% menos de probabilidades de acceder a un empleo si está cobrando una de estas ayudas públicas, aseguran.

El impacto de los recortes

El informe de la OIT, que repasa la evolución de las prestaciones y subsidios durante la crisis en todo el mundo, constata además el “fuerte impacto” que los recortes en el gasto los recortes en el gastoy el endurecimiento del acceso a las ayudas han tenido en los desempleados. En concreto, destaca las medidas adoptadas en dos países: Eslovenia y España. “Los logros del modelo social europeo, que redujeron drásticamente la pobreza y promovieron la prosperidad en el periodo que siguió a la segunda guerra mundial, han sido erosionados por reformas de ajuste a corto plazo”, resume el organismo internacional. 

Aumentan en un millón desde 2010 los parados que no cobran prestaciones

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En efecto, en julio de 2012, el Gobierno redujo del 60% al 50% de la base reguladora la cuantía de la prestación contributiva que se cobra a partir del sexto mes de paro. Un mes más tarde, endureció las condiciones para participar en el Plan Prepara –426 euros al mes a cambio de programas de recualificación profesional–, al incluir a los padres en el cálculo de la renta familiar. En marzo de 2013 extendió esa condición a quienes solicitan cobrar el subsidio para mayores de 55 años. En julio de 2012 el Gobierno ya había retrasado a esa edad un subsidio al que hasta ese momento se podía acceder con 52.

En 2013 el Estado ha desembolsado 29.835 millones de euros para pagar las prestaciones de paro. Para este año, el presupuesto es de 29.727 millones; es decir, el Gobierno prevé gastar aún menos en esa partida. En 2010 se consignaron 30.612 millones a este fin, pese a que la cifra de parados era menor que ahora. Este mes hay 200.000 desempleados más en los registros del Inem que entonces.

Ante la perspectiva de que este año se intensifiquen los recortes en el gasto público y de que continúe la “contracción fiscal excesiva” en muchos países, el informe de la OIT defiende la protección social como un “elemento clave de una política económica sólida”. También contribuye al crecimiento económico “mediante el apoyo al ingreso en los hogares y, por tanto, al consumo interno”, e incluso aumenta la productividad.

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