Mercado eléctrico
Competencia se apresta a enterrar expedientes abiertos por la antigua CNE contra las eléctricas
La Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) da una de cal y otra de arena. El superorganismo creado por el Gobierno del PP ha revisado expedientes abiertos a las compañías eléctricas por la antigua Comisión Nacional de la Energía (CNE), cuyas funciones asumió, y ha decidido cerrarlos sin consecuencias. Los expedientes afectan a Iberdrola y a E.ON, según fuentes conocedoras del proceso. E.ON (propietaria de la antigua Viesgo desde 2008) ha puesto en venta sus activos en España.
La antigua CNE abrió en febrero de 2013 dos expedientes informativos contra empresas eléctricas –que no precisó– por sus actuaciones en los mercados (tanto el mayorista como el mercado de restricciones) entre octubre de 2012 y enero de 2013. Una portavoz de la CNMC declinó hacer comentarios sobre expedientes aún abiertos.
El cierre de expedientes por la CNMC se produce después de que el organismo que preside José María Marín Quemada José María Marín Quemadadecidiera incoar un expediente sancionador contra Iberdrola por supuesta manipulación de precios a finales de 2013 y tras multar a Nuclenor (sociedad de Endesa e Iberdrola) con 18,4 millones de euros por el cierre supuestamente irregular de la central nuclear de Santa María de Garoña.
Sucesión de expedientes
La sucesión de expedientes y de multas contra Iberdrola se produjo después de que el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, criticara la reforma eléctrica diseñada por el secretario de Estado Alberto Nadal en el Ministerio de Industria y anunciara que la compañía dirigirá sus inversiones hacia países con una regulación "predecible y estable". La CNMC, sin embargo, niega cualquier relación entre las críticas y la amenaza de sanciones.
La decisión de ir cerrando conflictos con el sector eléctrico se ajusta a la filosofía del presidente de la CNMC, José María Marín Quemada, exconsejero del Banco de España y exdirectivo de la petrolera Cepsa durante décadas. Marín Quemada, poco partidario de las multas –las considera "un cierto fracaso de todos, del modelo, del mercado y del sistema", según manifestó en el Congreso– prefiere resolver los problemas en un contexto más pacífico.
El ánimo conciliador de la CNMC se traduce en cifras. Un informe de la Fundación Ciudadanía y Valores, recogido por Voz Populi, destacaba cómoen ocho meses de andadura del nuevo organismo el descenso en actividad y multas respecto a su antecesora se puede cifrar en un 90%.
Polémica y desconfianza
La polémica en torno a la actividad de la CNMC se corresponde con la desconfianza que provocó su nacimiento. La desaparecida Comisión Nacional de la Competencia advirtió que podía afectar a la seguridad jurídica. Las críticas no sólo partieron de los organismos nacionales afectados. La UE obligó a reformar el proyecto inicial del Ejecutivo porque, según advirtió la comisaria europea Neelie Kroes, el plan no respetaba la independencia del regulador en materia de telecomunicaciones.
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Tras los recelos de la UE está el riesgo de que el Gobierno controle, vía nombramientos en los supervisores, el funcionamiento de sectores clave de la economía. Es lo que se denomina “captura del regulador”. Tras las advertencias de Bruselas, el PP suavizó algunos de los extremos de la norma. Así, eliminó la idea de nombrar los directores de Instrucción de los casos que lleguen al nuevo organismo supervisor y renunció a reforzar la discrecionalidad del Gobierno en actuaciones en el mercado de telecomunicaciones.
Sobre el polémico plan de unificación de supervisores planea lo sucedido con Hungría, país al que la UE abrió un procedimiento de infracción en 2012procedimiento porque reformó la Constitución y, entre otras cosas, sometió al banco central a la disciplina del Gobierno.
Para crear la nueva comisión, el Gobierno ha contado con pocos precedentes. El más cercano en el tiempo es el de Holanda. El país cuenta con una comisión que integra también los supervisores de mercados clave para la economía, con el añadido de la defensa del consumidor. En Alemania, también hay un organismo regulador único, pero no integra el área de Competencia.
