Los recortes a las renovables

Industria planea renunciar al “impuesto al sol” que ha paralizado el sector fotovoltaico

Los productores de energías renovables denuncian la sumisión del Gobierno a los intereses de las eléctricas

Tres años de polémica, un sector hundido y unas elecciones en ciernes han convencido al Ministerio de Industria de la necesidad de repensar el espinoso asunto del "impuesto al sol". El impuesto -técnicamente denominado "peaje de respaldo"- es un recargo a la producción de energía solar y al autoconsumo. El recargo está previsto en un borrador de Real Decreto que, aunque no ha sido aprobado aún, ha paralizado el sector fotovoltaico.

Fuentes conocedoras de los planes del departamento que dirige José Manuel Soria dan por segura la marcha atrás. Industria se limita a señalar que "todo dependerá de lo que apruebe el Consejo de Ministros en los próximos meses".

La regulación del autoconsumo de electricidad, un asunto que levanta ampollas en las grandes empresas eléctricas, quedó esbozada en 2013 con la reforma del sector eléctrico aprobada en diciembre. Fueron más de 1.000 páginas que contenían dos proyectos de ley, siete borradores de Reales Decretos, seis órdenes ministeriales y una propuesta de resolución.

Sanciones estratosféricas

La Ley 24/2013 contempla la posibilidad de aplicar sanciones estratosféricas (entre seis y 60 millones de euros) para las instalaciones solares que no estén registradas y legalizadas. Por si fuera poco, Industria elaboró el borrador de decreto que obliga a pagar peajes para cubrir los costes renocidos al sistema eléctrico a quienes instalen paneles solares para cubrir su consumo.

Sergio de Otto, patrono de la Fundación Renovables, asegura que ese borrador "ha sido la norma más eficaz vista jamás porque, sin haber sido publicada, ha logrado paralizar el desarrollo del sector fotovoltaico". La incertidumbre ha congelado el negocio renovable "incluso aunque los precios de los paneles solares hayan bajado un 80% en los últimos cinco años".

En apenas dos años, según datos de la consultora Bloomberg New Energy Finance (BNEF), la inversión en energías limpias se ha reducido a unos 740 millones de euros, un 90% de caída desde 2012. Por comparar: en Europa, Alemania invirtió el pasado año 10.356 millones de euros, Reino Unido 9.600 millones y Francia e Italia más de 2.900 cada uno.

Discriminación

La polémica que ha hecho replantear los planes a Industria es intensa. La antigua Comisión Nacional de la Energía (CNE), engullida por el superregulador CNMC, valoró el borrador de Industria y el "impuesto al sol" de forma contundente. 

En su informe, el organismo alertaba de que imponer un “peaje de respaldo" únicamente a los consumidores acogidos a las modalidades de autoconsumo supone "un trato discriminatorio con respecto al resto de consumidores, que pudiendo reducir su consumo en el caso de que adoptaran medidas de eficiencia energética (como el aislamiento de su vivienda o el uso de lámparas de bajo consumo), no pagarían este peaje por la energía que pudieran ahorrar.”

Gráficamente, el director de la Unión Española Fotovoltaica, José Donoso, aseguró que el "peaje de respaldo" se podría comparar "a un impuesto por encender la chimenea de una vivienda en lugar de consumir gas o electricidad. El pago de este peaje, lejos de permitir que el consumidor ahorre al producir su propia energía, supone una diferencia de hasta 293 euros entre el pago que realizaría un autoconsumidor de energía limpia y un consumidor normal".

Incomprensión y sorna

La irritación del sector fotovoltaico por el "impuesto al sol" ha ido acompañada de la incomprensión, cuando no de la sorna, de la prensa internacional. Mientras Industria calcula las ventajas y desventajas de dar marcha atrás al peaje anunciado, los consumidores más proclives al autoconsumo se han dividido entre aquellos que esperan a que la situación se aclare y quienes han decidido apostar por al autoconsumo pese a la amenaza de multas. Campañas como Corta los Cables o Clandestinos Solares van en esa dirección.

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La marcha atrás de Industria, si finalmente se produce, puede llegar tarde. Aunque expertos como De Otto creen que "puede ser la espita" que facilite el despegue del autoconsumo eléctrico, otros expertos, caso de Jorge Morales de Labra (Plataforma por un Nuevo Modelo Energético) creen que hay que ser cauto en las valoraciones.

Morales de Labra considera que, tras las disposiciones sobre reconocimiento de costes del sistema eléctrico por parte de la CNMC -el dinero que hay que pagar sí o sí a las grandes compañías-  y los cambios en la tarifa eléctrica, los incentivos al autoconsumo están limitados por mucho que el Gobierno renuncie al "impuesto al sol".

La clave está en que Industria puede renunciar a penalizar la energía producida para autoconsumo porque precisamente el consumo ha dejado de ser la parte determinante del recibo de la luz. Ha subido la parte que el usuario paga por la potencia contratada y ha disminuido el peso de la parte variable (los kilovatios consumidos). La consecuencia es que cuanta menos electricidad se consume, mayor es el peso de la parte fija de la factura. Morales de Labra destaca que en apenas un año, con la subida que entró en vigor en febrero, la cuota fija que pagan la mayor parte de los usuarios con una potencia contratada inferior a los 10 kilovatios se ha duplicado respecto a hace un año. 

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