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Los abusos de la banca

El tercer clasificado por gasto de ‘tarjeta B’ de Caja Madrid trabaja para el Santander desde hace tres años

El Santander fichó hace tres años al 'bronce' de las 'tarjetas B' para supervisar el área tecnológica

En la clasificación de consejeros y directivos de Caja Madrid agraciados con Tarjetas B, RicardoMorado Iglesias, responsable de sistemas de la caja, ocupa la tercera plaza por gasto realizado: 448.300 euros entre 2003 y 2013. Morado Iglesias dispuso del 80% en efectivo. El directivo, que salió de la entidad en 2010 tras la llegada de Rodrigo Rato a la cúpula de Bankia, fue fichado por el Banco Santander "en 2010 o 2011", según confirmaron fuentes de la entidad. Su destino: el área de sistemas de la entidad que preside Ana Botín.

"No se trata de un alto cargo ni de un puesto de gran responsabilidad" puntualizan en el Santander. "Morado es un directivo de nivel medio que se incorporó al banco cuando ya había abandonado Bankia" explican las mismas fuentes. El Santander declinó comentar la adopción de posibles medidas por un asunto del pasado del directivo qu, según afirman, no ha afectado a su labor en la entidad.

Morado fue uno de los tres miembros de la cúpula de Caja Madrid que salió de la entidad al poco de llegar Rodrigo Rato, en enero de 2010. Acompañó en la salida a Miguel Blesa y Juan Astorqui, el responsable de comunicación. No se fue de vacío. Entre los tres salientes recibieron una indemnización de casi seis millones de euros. Blesa cobró 2,8 millones; Astorqui, 1,4 millones y Morado, 1,8 millones.

Pacto de no concurrencia

La entidad explicó en su momento que tanto Blesa como Morado salieron con un pacto de no concurrencia por el que durante dos años no podrían trabajar en ninguna entidad que pudiera hacer la competencia a Caja Madrid.

La trayectoria de Morado en Caja Madrid le incluyó en la demanda que UPyD interpuso contra una docena de directivos de Caja Madrid que entre 2007 y 2010 se repartieron 72 millones de euros en incentivos. Morado se habría embolsado 6,2 millones.

El plan de incentivos y fidelización a largo plazo para la alta dirección, sin límite temporal definido, entró en vigor el 1 de enero de 2007, bajo la presidencia de Blesa. Los beneficiarios eran los diez miembros que en ese momento integraban la alta dirección diez miembrosde Caja Madrid: el propio Blesa y nueve ejecutivos más, Juan Astorqui, Carlos Martínez, Ramón Ferraz, Rafael Spottorno, Matías Amat, Carmen Contreras, Mariano Pérez Claver, Ricardo Morado e Ildefonso Sánchez.

Incentivos

Blesa estableció que los diez directivos recibirían un incentivo a largo plazo (ILP) consistente en una remuneración adicional ligada a los resultados anuales de la caja. La retribución se articuló a través de una póliza de seguro para la cúpula, a cobrar al cumplir los 65 años.

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Caja Madrid estaba obligada a realizar una aportación al seguro, cada cuatro años, y en un único pago.

Morado es el tercer clasificado por gasto con las tarjetas opacas de caja Madrid. Sólo Idefonso Sánchez Barcoj (482.200 euros) y José Antonio Moral Santín (456.500 euros) utilizaron más la tarjeta B. tarjeta B. 

Sánchez Barcoj tendrá que explicarse en la Audiencia Nacional. El magistrado Fernando Andreu ha abierto una pieza separada para investigar los hechos relacionados con tarjetas B y ha citado como imputados para el jueves 16  a los expresidentes Miguel Blesa y Rodrigo Rato y al propio Barcoj que trabajó para caja madrid 34 años, entre 1978 y 2012. Según la Fiscalía Anticorrupción, Barcoj era el encargado de entregar las tarjetas B.

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