DESPLOME BURSÁTIL

La caída del Íbex aviva los miedos de una economía anémica que no quiere hablar de recesión

La caída del Íbex aviva los miedos de una economía anémica que no quiere hablar de recesión

El desplome de las bolsas mundiales resucitó este jueves miedos que el parqué español había escondido en el armario hace muchos meses. El Íbex 35 cerró la sesión con una caída del 1,72%, lo que hundió al selectivo en los 9.669 enteros, su nivel más bajo del año. Mientras, en el mercado de deuda, la prima de riesgo se colocaba en 136,1 puntos básicos, con la rentabilidad del bono a 10 años en el 2,191%. Pero había llegado a estar en 140 puntos por primera vez desde agosto.

Sin embargo, los expertos consultados por infoLibre mantienen la calma. Al menos relativa. “La corrección no va a ser brutal, habrá algunos días de vaivén, pero nada más”, apunta el economista Santiago Carbó, profesor de la Bangor Business School del Reino Unido. Lo mismo cree el estadístico Juan Ignacio Crespo, quien destaca el repunte experimentado por la tarde del jueves en la Bolsa española y adivina una recuperación de los índices para este viernes. También el analista José Carlos Díez.

Desde el fin del verano se han sucedido los malos datos económicos en Europa. El freno de la locomotora alemana, con la caída de su producción industrial y sus exportaciones, la recesión italiana y la parálisis francesa sembraron de dudas las optimistas previsiones de recuperación del Gobierno español. La crisis política en Ucrania se convertía en otro fantasma que atemorizaba a la débil economía del euro. El Banco Central Europeo (BCE) no termina de cumplir las expectativasBanco Central Europeo. Las exportaciones, llamadas a sacar a España de la crisis, sufrieron en agosto su mayor caída desde 2009.

“Los mercados siempre reaccionan tarde”, apunta José Carlos Díez, quien ve nubarrones acercándose desde Grecia –“Syriza, favorita en las próximas elecciones, ha prometido que no va a pagar la deuda pública– y desde Francia –“le van a tumbar su plan de reactivación económica”–. Para Juan Ignacio Crespo, los problemas vienen del fin de los estímulos monetarios de la Reserva Federal este mismo mes, lo que se traducirá “en una subida de tipos de interés en 2015”. Aunque matiza el desplome de la Bolsa española: “Es la que más ha ganado hasta junio entre las europeas, hasta un 13%, así que también es la que más ha caído”.

Sin contar con la bajada de FCC, casi un 5%, después de que el grupo aplazara su anunciada ampliación de capital hasta que Esther Koplowitz, la principal accionista, cierre un acuerdo de refinanciación de su deuda con los bancos.

El problema está en Bruselas

El Ibex registra su mayor caída en casi un año

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Así, ninguno de los analistas preguntados cree justificado el pánico ante la llegada inmediata de una tercera recesión en esta larga crisis. “Me parece muy precipitado”, replica Juan Ignacio Crespo, “quien no vio ni la primera ni la segunda, no quiere que se le escape la previsión de la tercera”. Otra cosa diferente es que no haya riesgos. Y todos coinciden en apuntar hacia Bruselas. Donde reina la nada, destacan. “La UE no tiene una estrategia de crecimiento sólida, señales que permitan generar confianza”, protesta Santiago Carbó. A su juicio, las compras de deuda del BCE son necesarias y “pueden ayudar”, pero no bastan. “Serán como una anestesia”, resume.

Cuando se trata de Bruselas, José Carlos Díez tampoco es optimista: “Hay margen para resolver el problema, lo que no hay es intención”. El Gobierno alemán descarta un cambio de política económica; ni hablar, por tanto, de una catarata de inversiones para reavivar a una eurozona anémica. Mientras, resalta, la prima de riesgo española, aunque lejos de los niveles estratosféricos del verano de 2012, cuando alcanzó los 649 puntos, “ha subido en tres días lo que bajó en cinco meses”.

Juan Ignacio Crespo, en cualquier caso, descarta una tercera recesión “inminente”, salvo que aparezca un “desencadenante” en los próximos meses. A favor de la tranquilidad juega, según explica, la bajada de los precios del petróleo. Si se mantiene, Europa se ahorrará en 2015 hasta 100.000 millones de dólares, el 20% de lo que se gastó en energía en 2013. Además, cree que “si la economía de Estados Unidos no se frena”, Europa se salvará del hundimiento. Eso sí, pronostica que la eurozona no podrá evitar un crecimiento raquítico, de escasas décimas, apenas por encima del 0%. La desaceleración mundial y la inacción de Bruselas convierten al euro en la región económica donde el campeón del crecimiento es España, destaca Crespo con ironía, con un 0,6%.

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