LA PORTADA DE MAÑANA
Ver
Especulación en el infierno: los intermediarios inflan los precios en medio del caos y la muerte de Gaza

El negocio de las nucleares

Iberdrola y Endesa propusieron reabrir Garoña con una revisión mínima de puntos sensibles del reactor

El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha dado un paso más para facilitar la reapertura de la central de Santa María de Garoña y alargar la vida útil de la instalación, inagurada hace 44 años, hasta el año 2031. A cambio,  el Consejo obligará a Endesa e Iberdrola, propietarias al 50% de la central, a rascarse algo más el bolsillo para garantizar la seguridad de la instalación.

Según detalla el acta del CSN, las eléctricas –a través de la sociedad Nuclenor– presentaron un plan para revisar apenas un 10% de puntos vitales de la vasija del reactor. El Consejo ha aprobado que se revisen el 100% de los puntos por los que discurren las barras de control. Las empresas habían propuesto la revisión de tan sólo 12 puntos y finalmente el examen será de 97. Más tiempo y más dinero. infoLibre trató de concretar con Nuclenor los detalles contenidos en el acta del CSN, así como sus consecuencias, sin lograrlo.

Garoña, desconectada de la red desde hace dos años, es una central hermana de la belga Döel3, cerrada tras detectar problemas en el reactor. Tiene una potencia de 400 MW y es la más pequeña de España. El Gobierno de Rodríguez Zapatero preparó el terreno para su cierre en 2013 tras cumplir los 40 años de vida útil, pero el nuevo Ejecutivo de Mariano Rajoy ha hecho de la reapertura de la central burgalesa un símbolo de su política energética.

Tanto Endesa como Iberdrola lo saben y, con diferente énfasis, han jugado con ese símbolo desde 2012 para presionar al Ejecutivo. Finalmente, en mayo del pasado año, Nuclenor –la sociedad a través de la cual operan Garoña– presentó a Industria  la solicitud para renovar el permiso de funcionamiento de la planta, la más antigua de España, hasta 2031, cuando contará con una antigüedad de más de 60 años.

Grietas desde los 80

El asunto es muy polémico. Además de compartir características técnicas con la central belga paralizada, Garoña ha registrado problemas por la aparición de grietas en la vasija desde los años 80. Aunque el seguimiento, según fuentes de el CSN ha sido exhaustivo y se han sellado los puntos más delicados que presentaban defectos, es un argumento más en contra de la ampliación de la vida útil que pretenden el Gobierno y las empresas.

El CSN eleva las exigencias de control pero sigue la estela que marcó el Ejecutivo en febrero de 2014, cuando aprobó un real decreto hecho a medida de Garoña. La norma establece que el cierre de las centrales sólo será definitivo cuando se produzca por motivos de seguridad, lo que no es el caso de la instalación burgalesa.

La consejera del CSN Cristina Narbona (exministra de Medio Ambiente con Rodríguez zapatero) presentó en el pleno celebrado el pasado 4 de febrero un voto particular contra la decisión aprobada por mayoría. La argumentación de Narbona consta en el acta. Tiene una doble base. El Consejo, asegura Narbona, eleva las exigencias a Nuclenor "pero sigue sin aclarar si acepta o no evaluar la solicitud" cursada por la compañía.Nuclenor "Nunca un titular había presentado al CSN una renovación de una autorización de explotación por un período de tiempo superior a los 10 años" expone Narbona y "nunca un titular había solicitado al CSN operar una central nuclear hasta los 60 años".

Voto particular

En el voto particular, Narbona explica que desde 1999 los permisos o autorizaciones de explotación concedidos a las centrales nucleares requieren la presentación de una Revisión Periódica de Seguridad (RPS) asociada a la solicitud de un nuevo permiso o autorización de explotación por un periodo de 10 años. "Se trata de saber si el Consejo ha  cambiado de criterio" sostiene la consejera, ya que el CSN está trabajando en la evaluación de la planta "aparentemente orientada a operar hasta 2031", 17 años más.

La reapertura de Garoña sigue siendo, dos años despues de su parada, un asunto controvertido. El Parlamento Vasco (Garoña se encuentra a 40 kilómetros de Vitoria)  ha acordado con el voto favorable del PNV, EH Bildu, PSE y también del PP, pero con el voto en contra de UPyD, "impugnar cualquier acto o disposición administrativa" que pueda suponer la reapertura de la central y ha instado al Ejecutivo autonómico a hacer lo mismo.

Garoña es una de las seis centrales (con ocho reactores) con que cuenta el parque nuclear, que produce en torno al 19% de la electricidad y supone un 7% del total de la capacidad de generación instalada en el país. Las licencias de las centrales en funcionamiento tendrán que ser renovadas entre el 2021 y el 2028. La primera que vence es Almaraz (Almaraz I en 2021 y Almaraz II en 2023); siguen Ascó I (2023) y Ascó II (2025); Vandellós II (2027); Trillo (2028) y Cofrentes (2034).

Más sobre este tema
stats