DESLOCALIZACIÓN

La cadena textil Blanco prepara el traslado de parte de su negocio a Dubai

La cadena textil Blanco prepara el traslado de parte de su negocio a Dubai

Justo cuando, según el ministro De Guindos, los españoles habían dejado de tener miedo a perder el trabajo, la plantilla de las tiendas de ropa Blanco lo han recuperado. Creían haberlo superado tras el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que en agosto de 2013 puso en la calle a 711 de ellos. Pero la venta de la empresa al grupo saudí Alhokair Fashion Retail Alhokair Fashion Retailha traído nuevas incertidumbres a sus 1.300 trabajadores actuales.

Blanco reconoce que ha encargado a la consultora Deloitte un plan para encontrar “la mejor estructura” que garantice la “viabilidad de la empresa”. En un comunicado interno remitido a la plantilla, la dirección anunciaba “cambios en la gestión, la organización y los recursos de la empresa”. A los sindicatos UGT y CCOO y al comité les ha explicado que está estudiando las ventajas fiscales que ofrece Dubai, y que también planea convertir tiendas en franquicias y externalizar departamentos. Además, el comité vaticina el cierre de varias tiendas tras desaparecer éstas de los presupuestos de este año.

Fuentes del comité de empresa aseguran que el Departamento de Comercio Internacional casi ha desaparecido, después de que sus miembros fueran despedidos tras formar a un grupo de nueve contratados extranjeros que serán trasladados a Dubai. Otro tanto ha ocurrido con el Departamento de Expansión. Para dirigirlo, Blanco fichó a Isak Halfon, un histórico del sector procedente de Mango, que ya trabaja en el emirato. 

Las ventajas tributarias que ofrece Dubai no admiten, en principio, muchas dudas. La presión fiscal es casi nula: no existen impuestos sobre la renta, ni sobre las ventas, el patrimonio y el capital. Tampoco se pagan aranceles comerciales.

UGT asegura que la empresa ha “paralizado” cualquier posible cambio en el Departamento de Logística. Blanco cuenta con dos grandes almacenes, en Parla y Seseña (Madrid), donde trabajan unas 120 personas. Otras 200 integran la sede central en Móstoles.

Los locales, en venta

Otro movimiento pone un punto más de incertidumbre al futuro de Blanco en España. Inversiones Blasol, la sociedad que gestiona los locales comerciales de Blanco, entró en concurso de acreedores el pasado 11 de noviembre. Según publica la web especializada modaes.es, esta sociedad, propiedad de Bernardo Blanco, el fundador de la cadena textil, ha puesto en venta las principales tiendas de la marca: las situadas en la calle de Goya de Madrid, la calle de Ercilla de Bilbao, y la de Pelayo en Barcelona. La web cifra en 6,18 millones de euros el valor de los activos de Inversiones Blasol, aunque precisa que éstos se encuentran embargados por los bancos: avalaban a Maemoda, una de las sociedades adquiridas por Alhokair.

Blanco posee ahora 119 tiendas repartidas por toda España. Y otro centenar más en 21 países. En Arabia Saudí suma ya 42 tiendas, por lo que se ha convertido en su segundo mercado después del español. Los planes de expansión de la empresa se centran en aumentar su actual presencia en Egipto, Jordania, Filipinas y Kazajistán, al tiempo que quiere introducirse en EEUU el próximo otoño con siete nuevas tiendas.

Un gigante árabe, tiendas bajo mínimos

El gestor concursal y el abogado de las tiendas Blanco administraron juntos la quiebra de la autopista Madrid-Toledo

Alhokair es el mayor franquiciador textil de Arabia Saudí. En ese país gestiona más de 70 marcas, entre ellas las españolas Cortefiel y Mango y las del grupo Inditex. De hecho, el grupo gallego entró en Arabia en 2000 de la mano de la compañía propiedad de los hermanos Fawaz, Salman y Abdul Majid Abdulaziz Alhokair. En enero de 2014 compraron Blanco por 40 millones de euros cuando estaba inmersa en un concurso de acreedores. Lo que supuso una inyección de capital y proporcionó “perspectivas de futuro” a la empresa, destacan fuentes de UGT. Un año después, sin embargo, las pérdidas en España siguen siendo “preocupantes”, apunta CCOO.

Además, tras el ERE, las tiendas se encuentran “bajo mínimos”, advierte el comité de empresa. “En muchas de ellas sólo hay cinco dependientas”. Con sueldos que rozan los 1.000 euros al mes, como es habitual en el sector. De ahí que, por un lado, las tiendas sufran un número de “hurtos desmesurado” por falta de control, denuncia CCOO. Y, por otro, hasta los propios informes de la empresa estén constatando el elevado nivel de estrés y otros problemas “psicosociales” que sufren los trabajadores; en especial, las dependientas, por culpa de la “presión por las bajas cifras de ventas, la incertidumbre y la continua fiscalización del Departamento de Auditoría Interna”.

“No hay ninguna decisión tomada ni un plan definido”, resume un portavoz de Blanco el futuro de la empresa. A los sindicatos les ha negado que prepare otro ERE, además de prometerles “para primeros de marzo” los detalles de la inminente reorganización.

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