LOS FALLOS DE LA RECUPERACIÓN

Dos millones de personas con trabajo están en riesgo de pobreza

Los contratos de menos de siete días se disparan un 48% tras dos reformas laborales

Dos millones de personas en España tienen trabajo pero están en riesgo de pobreza porque sus ingresos anuales no alcanzan los 8.114 euros. De ellos, casi un tercio, 665.000 –el grupo más numeroso– son autónomos, y otros 475.000, asalariados a tiempo parcial.

El nuevo paisaje surgido de la crisis y la reforma del mercado de trabajo ha resucitado un concepto antiguo: la pobreza laboral. Lo advierten desde la Comisión Europea hasta la Organización Internacional del Trabajo (OIT): tener un trabajo en España no garantiza una vida digna. En esta ocasión son los economistas de CCOO quienes detallan los efectos de la precariedad laboral, por un lado, así como de los recortes en las prestaciones de desempleo y la prolongación de la crisis, por otro.

Así, nada menos que el 40% de los parados está en riesgo de pobreza: unos 2,3 millones de personas. Ese porcentaje dobla el riesgo de pobreza de la población general y triplica el de quienes tienen un empleo y el de los pensionistas. CCOO, según publica en su revista En clave de economía, se basa para su estudio en la Encuesta de Condiciones de Vida que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE) y que utiliza datos de 2012. Sus autores advierten, por tanto, de que las cifras pueden haber aumentado en los últimos tres años por el alza del paro de larga duración, la devaluación salarial y el crecimiento de los contratos a tiempo parcial.

De los 5,4 millones de parados contabilizados en la última Encuesta de Población Activa (EPA), el 66% no cobra ningún tipo de ayuda pública. Se trata de un dato que no ha dejado de crecer durante la crisis. En 2011, el 70% de los desempleados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo –hay que recordar que esa estadística cuenta un millón de parados menos que la EPA–percibían una prestación o un subsidio. Cuatro años después, ese porcentaje había caído 15 puntos. Pero no se trata sólo de quienes no cobran nada, sino de que, además, quienes ingresan el subsidio –426 euros–, son ya más numerosos que los perceptores de la prestación contributiva –una media de 865 euros–.

Autónomos con ingresos mínimos

El umbral de pobreza, tal como lo mide el INE, se fija en el 60% de la mediana –el valor situado en la mitad de una serie ordenada de menor a mayor– de los ingresos de los hogares, no de las personas. Para un hogar de una sola persona ese umbral son los 8.114 euros antes citados. El estudio de CCOO advierte de que esos 2,3 millones de parados pobres podrían ser sólo una parte de la cifra real, porque muchos más por debajo de ese sueldo anual conviven en hogares donde llegan más ingresos: el umbral de renta se calcula por hogar, no por persona.

Sin trabajo y sin prestaciones, pues, es fácil caer por debajo del umbral de la pobreza. Pero la precariedad laboral y la devaluación de los salarios mantienen a muchos más atrapados en un estado de necesidad. El 11,7% de quienes tienen un empleo en España no consiguen escapar de la estrechez económica. Son 2,1 millones de personas con sueldos tan bajos que pueden ser considerados trabajadores pobres.

De ellos, los más numerosos son trabajadores por cuenta propia. De los tres millones de autónomos que hay en España, 665.000 no ingresan más de 8.114 euros. La cifra sorprende menos si se tiene en cuenta que los autónomos declaran una renta media de 9.100 euros anuales, la mitad de la renta declarada por los asalariados, según datos de la Agencia Tributaria. Sólo en el sector primario se cuentan más de 300.000 autónomos; también son trabajos por cuenta propia muchas actividades de bajo valor añadido en el comercio y la hostelería o los servicios personales, destaca el sindicato para explicar la precariedad de este colectivo.

Parcial, temporal, joven y mujer: salario insuficiente

En el trabajo asalariado las rentas devienen insuficientes por culpa, sobre todo, de la jornada a tiempo parcial. El riesgo de pobreza de quienes tienen contratos por horas es del 18,7%, más del doble de quienes trabajan a tiempo completo. El salario medio de un empleado con jornada parcial es de 10.231 euros al año, apenas 2.000 euros por encima del umbral de pobreza. Por debajo de ese límite se encuentran 475.000 trabajadores. Desde que comenzó la crisis, el número de empleados por horas se ha multiplicado: eran el 13,7% de los asalariados del sector privado en 2008 y cinco años después casi rozan el 20%.

España tiene más de tres millones de trabajadores pobres

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Otro tanto puede decirse de quienes tienen un contrato temporal: su riesgo de caer en la pobreza triplica el de quienes poseen un contrato indefinido. Un total de 597.000 trabajadores con este tipo de relación laboral eventual no ingresan rentas suficientes: sus salarios son de media un 35% inferiores a los de quienes cuentan con un contrato fijo. España, con un 23,6%, es el segundo país de la Unión Europea, sólo detrás de Polonia, con mayor tasa de temporalidad. La media europea es del 13%.

Si se suman ambos factores de precariedad, jornada parcial y contrato temporal, el resultado es un millón de trabajadores con ingresos por debajo de los 8.114 euros anuales.

Además, llevar menos de un año en el puesto de trabajo, ser menor de 24 años y ser mujer multiplican la posibilidad de convertirse en un trabajador pobre. Es la lógica perversa del mercado laboral precario: los jóvenes tienen más probabilidades de firmar contratos temporales, de sufrir un grado más alto de rotación laboral y de trabajar a tiempo parcial. Todo lo cual redunda en salarios más bajos. Adicionalmente, son sobre todo mujeres las que firman contratos por horas. Y las trabajadoras cobran un 25% menos que los hombres, según la Encuesta de Estructura Salarial del INE. Otro factor multiplicador del riesgo de pobreza laboral.

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