Economía

El neoliberalismo, un modelo económico agotado que necesita una alternativa más justa

Monitor en la bolsa de Madrid que muestra la cotización del principal indicador de la Bolsa española, el IBEX 35

El neoliberalismo es un "proceso de financialización de la economía", que se basa en una visión en la que "son las finanzas las que mandan en las empresas y no su acción productiva". Esta es una primera definición de Bruno Estrada, profesor de la UNED y adjunto a la Secretaría General de CCOO, sobre el paradigma neoliberal que explica la situación social y económica del mundo actual. Él y otros 35 políticos, economistas y expertos en economía política protagonizan un debate en el seno de la primera Jornada del Foro de Economía Progresista, cuyo tema principal será El neoliberalismo: un modelo agotado... ¿Y ahora qué?, que se celebra durante este jueves y el próximo viernes en el Espacio ECOOO. 

Siguiendo este modelo, explica Estrada, "el único fin de la empresa es remunerar al accionista, olvidando a los trabajadores". Esta minusvaloración del factor trabajo en pro de una valoración excesiva del capital se basa en la "externalización" de partes del trabajo de la empresa. Bajo este criterio, las grandes empresas deciden sacar fuera parte del proceso productivo, comprando a precios muy reducidos los productos del trabajo externalizado.

El hecho de que estos precios sean reducidos, se debe a que los trabajadores "externos a la empresa" reciben unos salarios muy bajos, otro de "los elementos principales" del paradigma neoliberal. El resultado de este proceso es una precarización de los trabajadores y un "aumento enorme de la desigualdad entre los trabajadores más cualificados de la empresa", los que se encuentran en su seno, y "aquellos que se encargan del proceso productivo externalizado". 

Países manufactureros que abastecen a otros países sin tejido industrial, como el caso de China, son, según Estrada, un buen ejemplo del funcionamiento del modelo. Para Juan Laborda, profersor en la Universidad Carlos III y socio fundador de Razona Estudio de Economía y Finanzas, el neoliberalismo es el "proceso de descontrol y desregularización de la economía con el objetivo de disminuir la renta y aumentar el capital". A grandes rasgos, consiste en "dejárselo todo al mercado para que el mercado se financie a sí mismo", provocando "bajadas de salarios, movimientos especulativos y un abaratamiento intencionado del factor trabajo". 

Manuel Escudero, asesor especial de Naciones Unidas y uno de los promotores del foro, completa la definición del neoliberalismo como "un modelo de economía y sociedad" y vuelve a incidir, como elemento característico y vertebrador de este paradigma, en "la tendencia creciente a los bajos salarios y la precarización". En un contexto de bajos salarios, "la gente busca mantener los nieveles de consumo, por lo que recurren al crédito, que sustituye al modelo productivo". Este elemento aportado por Escudero, sería, según los expertos consultados por infoLibre, otra de las bases del neoliberalismo: el crecimiento de la deuda

El catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla, Juan Torres, describe el modelo desde la visión de "una respuesta política y económica puesta en marcha para recuperar la tasa de beneficio que se venía abajo en el sistema capitalista", el cual ha sido "muy exitoso" en sus propios objetivos, pero "una auténtica catástrofe que ha llevado al mundo a una situación explosiva". 

¿Un modelo agotado?

El fin del modelo neoliberal es uno de los grandes temas de debate que tendrán un peso importante en el foro. Para Laborda, el modelo está agotado porque "hay más desigualdad, un importante impacto ambiental, y una caída del PIB mundial", aunque "están intentando mantenerlo a flote", apunta el profesor.

Bruno Estrada asegura que "el que esté agotado o no, depende de la correlación de las fuerzas", entendiendo que la sociedad y su progreso se basan en "tres vectores: mayor conocimiento, libertad y libre cooperación de las personas". En la actualidad, afirma Estrada, "hay una cooperación autoritaria forzada por el capital, eres menos libre porque tus necesidades materiales no están cubiertas, y el conocimiento va en función de los intereses del propio capital".

Manuel Escudero incide en el funcionamiento del sistema para defender que está agotado: "Se recurre constantemente a expansiones económicas que acaban en burbujas que estallan, por lo que se produce un incremento catastrófico de la deuda". En la actualidad, apunta el experto, "la deuda mundial ha alcanzado el 300% del PIB mundial, lo que significa que es tres veces superior" al mismo.

Además de la deuda, "persisten tres shocks sociales que denotan su agotamiento": el cambio climático, "del que ya experimentamos algunos efectos, que serán mucho más catastróficos en poco más de 40 años"; el envejecimiento de la población, "donde se prevé que en 2040 el 22% de la población mundial será mayor de 65 años, edad que tendrá en este mismo año el 40% de la población española, según el experto, por lo que "habrá que reformular este sistema de pensiones, que no podrá hacer frente a esta situación"; y las migraciones en Europa que está viendo decrecer sus niveles de población a la vez que es la "puerta de las explosiones demográficas que se están dando en el continente africano y en países como Siria, Afganistán e Irak".

Juan Torres prefiere no hablar de agotamiento del modelo. "Yo no lo veo agotado. El poder que se ha concentrado en las manos más ricas hace que mañana puedan destruir el mundo sin levantar ni una ceja, por lo que es muy fácil mantener un modelo con esos niveles de concentración de poder", aunque el economista destaca que, aunque "no esté agotado porque se le haya acabado la fuerza, el mundo está al borde del caos y, aunque se trate de ocultar, la banca mundial está quebrada.

Alternativas a la "catástrofe neoliberal"

"El modelo ya no sabe cómo adaptarse, por lo que se futuro es el estancamiento y el aumento de la desigualdad; lo dice la OCDE. Viviremos una situación parecida a la actual, pero con burbujas y estallidos más agudizados", explica Manuel Escudero, para el que la solución pasa por "una coalición entre una socialdemocracia refundada y la nueva izquierda". Una socialdemocracia refundada porque el primer liberalismo "no ponía excesivos límites al Estado del bienestar, algo que sí que hace este neoliberalismo, que es totalmente contrario"; y una nueva izquieda que "requiere aprender a plantear reformas que resistan al tiempo", más allá de ñla "mirada a corto plazo" actual.

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Para Bruno Estrada la solución y alternativa pasa por "democratizar la economía". En los años 80 y 90, recuerda Estrada, "la socialdemocracia logró frenar la tendencia neoliberal, pero en la actualidad la socialdemocracia actual está bajo la hegemonía de los valores neoliberales, y cuando llega al poder también los aplica", por lo que es necesario que, al contrario que en la coyuntura actual, "sean las empresas las que se parezcan o imiten estructuras democráticas, y no los Estados los que imiten a las empresas", porque de lo contrario, asegura, "van a privatizar lo político".

Juan Laborda defiende que las alternativas al paradigma actual pasan por "acabar con la financialización de empresas y mercados, impulsar propuestas para una economía global y hacer políticas encaminadas a limitar los procesos de acumulación de deuda privada". El sistema neoliberal se basa "en que los mercados son eficientes", pero esto "es mentira". "Los buenos especuladores", concluye Laborda, "trabajan partiendo de que los mercados son ineficientes". 

"Hay alternativas y están funcionando", defiende Juan Torres, que explica que "hay países que tienen políticas económicas que no aplican las finanzas especulativas". "¿El mejor ejemplo?, se pregunta; Estados Unidos". "Dakota del Norte tiene una banca pública que funciona perfectamente y que no ha sido afectado por la crisis, en una zona en la que ahora hay pleno empleo, por no hablar del éxito de muchas empresas de modelo cooperativo". 

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