DELITOS EN EL TRABAJO

Los jueces validan el despido de un jefe de Prosegur por tolerar durante años el acoso sexual de un trabajador a tres compañeras

Los jueces validan el despido de un jefe por tolerar y ocultar durante cuatro años el acoso sexual de un trabajador a tres compañeras

El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) ha confirmado la procedencia del despido de un superior por tolerar y ocultar el acoso sexual y laboral que un trabajador de la empresa de seguridad Prosegur infligía a tres de sus compañeras. Tanto el acosador como su jefe, responsable del equipo que vigilaba las instalaciones del centro cultural Azkuna Zentroa, antes conocido como La Alhóndiga, de Bilbao, fueron despedidos en abril de 2014 por motivos disciplinarios en tras habérseles abierto expediente.

Según recoge la sentencia del TSJPV, que es firme, uno de los vigilantes de Prosegur en el mencionado centro acosó durante cuatro años a tres de sus compañeras de trabajo sin que el responsable del equipo, su superior, tomara ninguna medida ni informara a la empresa de lo que ocurría. El acosador veía vídeos pornográficos durante la jornada laboral delante de sus compañeras, les leía en voz alta textos de contenido sexual y les proponía hacerles masajes. O “imitaba una penetración con su defensa reglamentaria al ver que una de las vigilantes estaba inclinada sobre una mesa”, detalla la carta de despido que le envió la empresa. “No sabes lo bien que te lo pasarías conmigo en la cama”, les decía. Y si llegaba tarde, explicaba que venía “de putas”.

Además, las vigilantes sufrían acoso laboral: les daba órdenes a gritos, las llamaba “tontas”, a una de ellas la agarró de un brazo y la arrastró. También les faltaba al respeto delante de personal ajeno a la empresa o en presencia de otros jefes de equipo. Una de las trabajadoras terminó con una baja médica, tras padecer ataques de ansiedad.

La empresa concluye asegurando que el acoso tanto sexual como laboral a las trabajadoras era “sistemático y recurrente”, pese a lo cual el responsable del equipo ni siquiera impidió que coincidieran en los mismos turnos las mujeres y el vigilante que las intimidaba. Tampoco informó ni a su jefe de servicio ni a la delegación de la empresa ni al inspector que le correspondía sobre estos hechos durante los cuatro años que duró el acoso. Incluso, cuando Prosegur le llamó a declarar, dijo que desconocía el asunto, pero que creía a las mujeres denuciantes.

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“Evidente deslealtad y desatención de sus funciones”

La empresa, por tanto, hace responsable a este jefe de que el acoso sexual y laboral “no se atajara, no cesara, no se investigara y no se sancionara”, por lo que su “pasividad injustificable” y ocultación” ha terminado “agravando” los hechos. Prosegur lo sancionó con una falta muy grave y lo despidió alegando “deslealtad y abuso de confianza para con la empresa y para con los miembros del equipo de seguridad de los que debería responder”.

El responsable de equipo recurrió su despido ante el Juzgado de Instrucción número 7 de Bilbao, que lo declaró procedente. Y ahora el TSJPV falla en el mismo sentido, tras ratificar la “evidente deslealtad y desatención de sus funciones” en que incurrió durante años el jefe despedido. El tribunal considera que basta con que exista una negligencia culpable para fundamentar el despido disciplinario.

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