LA CRISIS DEL CORONAVIRUS

El turismo y el transporte aéreo terminan el verano con la mitad de sus trabajadores en ERTE

Un hotel en la isla de Lanzarote.

La pandemia ha forzado el cierre de casi un tercio de los hoteles que hay en España. El pasado mes de agosto 13.008 mantenían sus puertas abiertas que, pese a la desescalada, son un 23,2% menos de los que ofrecían sus habitaciones un año antes, según los datos de la Coyuntura Turística Hotelera que hizo públicos el pasado miércoles el Instituto Nacional de Estadística (INE). La patronal Fedishoreca cifra en 56.000 el número de establecimientos de hostelería que aún permanecen cerrados, el 18,2% de los existentes. Aún más: en los hoteles, bares y restaurantes en funcionamiento, la actividad ha quedado muy lejos de la habitual en la temporada alta del verano. Las pernoctaciones hoteleras han sido sólo 16,8 millones, frente a las 47 millones de agosto de 2019. En julio y agosto, la caída respecto al verano anterior roza el 69%. En la hostelería la pérdida de actividad ha alcanzado el 50% en agosto y hasta mediados de septiembre ya era del 45%.

Semejante desplome del negocio tiene su consecuencia inmediata en el empleo. Los hoteles, las agencias de viaje y el transporte aéreo son los sectores que menos trabajadores en ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) han reactivado al término del verano. Según el gráfico que el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha mostrado esta semana en su cuenta de Twitter, estos tres subsectores han acabado la temporada alta de su actividad con la mitad de sus plantillas aún en regulación de empleo: con los contratos suspendidos o sus jornadas laborales reducidas, los salarios recortados o cobrando prestaciones y las cotizaciones a la Seguridad Social subvencionadas por el Estado.

Las agencias de viajes son la rama que menos trabajadores ha recuperado para la actividad, sólo el 24%. El transporte aéreo, muy dependiente del negocio turístico, mantiene aún al 40% de sus plantillas en ERTE. Y los servicios de alojamiento sólo han reactivado al 51% de sus empleados. En el gráfico del ministro Escrivá no aparece la hostelería. Pero, según los últimos datos facilitados por su departamento y correspondientes al cierre de agosto, los “servicios de comida y bebida” tenían aún un 18% de los trabajadores en regulación de empleo. El mismo porcentaje de otros subsectores próximos: las actividades recreativas y deportivas y las casas de apuestas. El comercio, en cambio, se ha recuperado mejor y con más rapidez. Según los datos de Escrivá, hasta un 77% de sus empleados han recuperado la actividad. Para hacerse una idea del grado de hibernación laboral que aún mantienen estos negocios, basta con recordar que la media nacional de trabajadores en ERTE en el resto de los sectores no supera el 7%.

Los hoteles, la hostelería y el comercio acapararon en abril el mayor número de trabajadores en ERTE. Fue entonces cuando se alcanzó el máximo nacional, con 3,38 millones de personas con el contrato suspendido o la jornada recortada, 2,3 millones de ellos por causas de fuerza mayor. Así, los hoteleros tenían entonces en ERTE al 75% de sus empleados, de los que 149.219 estaban inmersos en uno de fuerza mayor. La hostelería casi los quintuplicaba, alcanzando los 726.137 –de ellos 559.570 eran de fuerza mayor–, el 62% de su fuerza laboral. El comercio sumaba 659.202 trabajadores en ERTE –461.788 de fuerza mayor–. Las casas de apuestas metieron al 70% de sus asalariados en un ERTE, las empresas de actividades recreativas, al 59% y las agencias de viajes, al 50%. Las aerolíneas, al 48%.

Cuatro meses después y acabada la temporada de mayor actividad, el 40% de los 812.438 trabajadores en ERTE al cierre de agosto correspondían al sector turístico, según cifras aportadas por el Ministerio de Industria. A 16 de septiembre, el ministro Escrivá redujo el número total a 743.656 personas. El departamento aún no facilita el dato actualizado por sectores.

Pendientes de los ERTE

Los ERTE para las empresas turísticas y dependientes del turismo son una pieza central de los debates que estos días mantiene el Gobierno con sindicatos y empresarios para prorrogar este mecanismo de sostenimiento del empleo. Las patronales de hostelería y alojamientos llevan tiempo reclamando ERTE específicos para el sector –con exenciones del 100% en las cuotas a la Seguridad Social– y que éstos se prolonguen “como mínimo” hasta la Semana Santa de 2021, mientras la CEOE quiere exoneraciones de cuotas para todas las empresas sin distinciones sectoriales y José Luis Escrivá advierte de que no puede haber “café para todos”, dadas las limitaciones presupuestarias.

En lo que coinciden es en señalar que los ERTE son una herramienta eficaz y necesaria. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, asegura que los sectores con más problemas están perfectamente identificados, pero que también deben quedar protegidos las actividades de su “perímetro”. “Tenemos que pensar en un mecanismo hiperflexible para dar acogida a todas las empresas que nos pueda caer”, señaló en una entrevista en Telecinco, así como “acertar” en el diseño de las exoneraciones empresariales.

En principio, las negociaciones se desarrollaban en torno a la selección de las actividades económicas –clasificadas con unos códigos denominados CNAE– que deberían seguir beneficiándose de los mecanismos de protección de los ERTE, como las exoneraciones de cuotas a la Seguridad Social y las prestaciones de desempleo para los trabajadores afectados. Pero también se discute cómo extender esa herramienta a otras empresas no estrictamente turísticas pero sí arrastradas por el desplome de la actividad de hoteles y establecimientos de hostelería y ocio. Todo ello sin crear incentivos perversos que mantengan con dinero público a empresas zombies –ya en mala situación económica antes de la pandemia– o muevan a los empresarios a no reactivar a sus trabajadores para seguir beneficiándose de los descuentos de cotizaciones sociales. El diseño final debería estar listo antes del próximo miércoles, que es cuando caduca la prórroga aprobada en julio.

Más cierres en invierno

En cualquier caso, los rebrotes del virus en agosto y el adelanto de la segunda ola a septiembre auguran un otoño muy negro para un sector que ya ha pinchado en la que debería haber sido su mejor estación. Fedishoreca advierte de que pueden terminar cerrados entre 95.000 y 125.000 establecimientos de hostelería al acabar el año, lo que supondría entre el 30% y el 40% de los existentes. La patronal hotelera Cehat no cuantifica los posibles cierres del invierno, pero sí destaca que el porcentaje de trabajadores en ERTE duplica en septiembre el que había en abril: si entonces representaban el 6,5% de los afectados nacionales, ahora equivalen al 15%. La cancelación de los viajes del Imserso, anunciado esta última semana, se ha convertido en la puntilla para muchos hoteles que viven de estos programas en la temporada baja.

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También han pedido ayuda al Gobierno las dos mayores aerolíneas nacionales, Iberia y Air Europa. Mientras la segunda ha solicitado un rescate de 400 millones de euros al fondo público para empresas estratégicas, la primera quiere que el Instituto de Crédito Oficial (ICO) le avale los créditos por importe de 1.010 millones de euros que ha solicitado a la banca.

Según la Unión Nacional de Agencias de Viajes (Unav), dos de cada tres empresas del sector desaparecerán si no se prorrogan los mecanismos de protección de los ERTE hasta 2021. En estos momentos, asegura, el 40% de las agencias están cerradas. Y, en un funesto círculo vicioso, las compañías aéreas les adeudan unos 400 millones de euros.

Cehat ha pedido al Gobierno un plan de choque para el turismo que surja de los trabajos de una comisión interministerial. Aduce para ello que el sector está resultando mucho más afectado que otros por el desplome de ingresos, las restricciones a la movilidad y las cuarentenas impuestas a los viajeros, además de por las limitaciones de aforo en la hostelería. También se ampara en el peso del turismo en la economía española: genera el 12,3% del PIB y es el responsable de 2,6 millones de puestos de trabajo2,6 millones de puestos de trabajo, el 12,7% del empleo.

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