LA CRISIS DEL CORONAVIRUS

El rechazo de patronal y sindicatos a los descuentos de cotizaciones planteados por Escrivá deja en suspenso los ERTE

Begoña P. Ramírez

La CEOE ha rechazado la propuesta que in extremis el Ministerio de Seguridad Social les presentó en la noche del lunes sobre las exoneraciones de cuotas que deben acompañar la prórroga de los ERTE hasta el 30 de septiembre. Es el escollo que se estaba convirtiendo en inconquistable en la negociación, con posturas enfrentadas entre el ministro José Luis Escrivá y, sobre todo, el presidente de la patronal, Antonio Garamendi, según explican a infoLibre fuentes del Diálogo Social. Mientras el primero defiende la necesidad de incentivar la salida de trabajadores de los ERTE concediéndoles mayores descuentos en las cotizaciones sociales que a los que siguen sin trabajar y se mantienen protegidos por estos mecanismos, ni los empresarios ni los sindicatos entienden la utilidad de semejante esquema. “Las empresas recuperarán a sus trabajadores cuando haya trabajo, y eso ocurrirá en las próximas semanas con el fin de las restricciones y la extensión de las vacunas, no hay necesidad de dar incentivos particulares”, aseguró el secretario general de CCOO, Unai Sordo, en declaraciones a Antena en tanto la ejecutiva de su sindicato, y la de UGT, debatían si aceptaban la última propuesta de Seguridad Social.

A esa hora, la junta directiva de la CEOE ya había rechazado, por unanimidad, el planteamiento del ministro Escrivá, que supondría al mismo tiempo un recorte en las exenciones de que disfrutan actualmente las empresas mientras no pueden reanudar la actividad en condiciones normales. “Lo que quieren las empresas es abrir y los hoteles podrán ir haciéndolo cuando empiecen a llegar turistas. Mientras tanto, muchos seguirán cerrados, y necesitarán tener a sus trabajadores en ERTE”, resumió Antonio Garamendi este lunes.

En cambio, la ejecutiva de CCOO ha preferido finalmente bajar el tono y, pese a reconocer que el “choque” con Seguridad Social es “frontal” en este punto, en palabras de su secretaria de Acción Sindical, Mari Cruz Vicente, ha anunciado que seguirá negociando “porque un acuerdo tiene más valor que una decisión uniltareral del Gobierno” y porque “las exoneraciones no pueden ser el motivo para que ese acuerdo descarrile”, ha explicado Unai Sordo. Por su parte, la vicesecretaria general de UGT, Cristina Antoñanzas, ha tachado de “inaceptable” que el Ministerio de Seguridad Social haya hecho “a última hora” propuestas de exoneraciones de cuotas. El sindicato, adelantó, no va a a firmar “unilateralmente” un acuerdo con el Gobierno que debe ser “tripartito”.

La prórroga de los ERTE no fue al Consejo de Ministros de este martes porque, pese a la divergencia, tanto el Gobierno como los agentes sociales se han comprometido a continuar en la mesa para alcanzar un pacto antes del próximo domingo, la fecha en que expiran estos mecanismos de protección social. La parte que compete al Ministerio de Trabajo está “completamente cerrada” y pactada con patronal y sindicatos, indican fuentes del departamento de Yolanda Díaz. Es casi idéntica a la firmada el pasado mes de enero. Permanece la cláusula de mantenimiento del empleo –si las empresas despiden antes de que transcurran seis meses de acogerse al ERTE, deben pagar las cuotas de las que se las había eximido–, pese a que también ha sido un duro caballo de batalla con la CEOE en cada nueva prórroga. Sólo se ha modificado el tratamiento de los trabajadores fijos discontinuos, que ahora también podrán acogerse a los ERTE.

Las mismas fuentes explican que el ministerio está “mediando” entre Seguridad Social y los agentes sociales para asegurar el acuerdo, que ha cobrado gran dificultad según se ha ido elevando la tensión entre las partes. Los sindicatos, en cualquier caso, consideran que sería “disparatado” que tuviera que aprobarse sin pacto la prórroga de los ERTE, “una herramienta que ha salvado decenas de miles de puestos de trabajo”, en palabras de Unai Sordo. “Lo que queda es salvable y superable”, resumió. Fuentes del Ministerio de Seguridad Social anuncian que continuarán a la búsqueda de un acuerdo.

“Gasto de recursos públicos injustificado”

Las mayores exoneraciones de cuotas para los trabajadores que se reactivan ha sido otro de los temas recurrentes de fricción con el Ministerio de Seguridad Social casi desde el principio de las negociaciones para las sucesivas prórrogas de los ERTE. José Luis Escrivá las considera un incentivo indispensable y las ha puesto sobre la mesa una y otra vez. Para Mari Cruz Vicente, por el contrario, son “exageradas” además de un “gasto de recursos públicos injustificado”. Pero ni la patronal ni los sindicatos ven su utilidad. Es una de las escasas veces en que ambos lados de la mesa coinciden. Ni siquiera, argumentan, bajar las exoneraciones de los trabajadores inactivos para subir las de los activados supone un ahorro de dinero público. Una vez gastados 30.000 millones de euros en año y medio, apuntó Sordo, “sería una pena que no hubiera acuerdo en un esquema que ha evitado la destrucción de casi tres millones de puestos de trabajo”. Aunque sindicatos y patronal no apoyaran la prórroga, ésta se aprobará igualmente en el Consejo de Ministros, de carácter extraordinario, y las exoneraciones y prestaciones de los ERTE seguirán en vigor hasta el 30 de septiembre.

Tampoco creen los sindicatos que las mayores exenciones de cuotas para los reactivados se justifiquen por la posible existencia de fraudes. “Hay empresas que mantienen a sus trabajadores en el ERTE pese a haber recuperado la actividad o que hacen trabajar más horas a los que ya han sacado del ERTE aunque otros sigan dentro”, describió el dirigente de CCOO. “Pero esos fraudes lo que hay que hacer es perseguirlos”, zanjó. En la actualidad, quedan bajo estos mecanismos de protección del empleo unos 580.000 trabajadores. Llegó a haber casi 3,5 millones en mayo de 2020, en el momento de máximas restricciones y confinamiento total.

Los ERTE permiten exoneraciones de cuotas para los sectores ultraprotegidos del 85% en empresas con menos de 50 trabajadores y del 75% para las mayores, tanto para empleados reactivados como con el contrato suspendido. Esas exenciones llegan hasta el 100% para las empresas de menos de 50 trabajadores –90% para las de mayor tamaño– por impedimento de actividad. En los ERTE de limitación de actividad los descuentos eran del 100% en febrero, del 90% en marzo, del 85% en abril y del 80% en mayo, para las empresas más pequeñas; para las mayores, las exoneraciones eran del 90%, el 80%, del 75% y del 70% según iban pasando los meses.

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