El Partido de Izquierda francés se inspira en el modelo de Podemos

Al líder del Partido de Izquierda francés, Jean-Luc Mélenchon, le gusta Podemos. “Hay muchos bolivarianos en sus filas”, señala acto seguido, dejando entrever que las revoluciones ciudadanas suramericanas también suponen uno de sus referentes estratégicos internacionales. “Estamos en pleno proceso de reconstrucción y, a día de hoy, esto se traduce en soberanía popular”.

El aire fresco e innovador que representa Podemos –formación que obtuvo el 8% de los votos en las elecciones europeas y cinco eurodiputados– sin ni tan siquiera estar constituido como partido, es una cuestión que admira a Mélenchon. “Dicen lo que nadie antes se ha atrevido a decir”, añade. No oculta que hace suya la definición de los políticos españoles, que ya no creen en la división clásica de “izquierda” y “derecha”, sino que hablan de “pueblo y oligarquía”. “El sistema ya no tiene miedo a la izquierda, tiene miedo del pueblo”, prosigue, parafraseando a Pablo Iglesias.

Pablo Bustinduy y Jorge Lago, ambos de Podemos, fueron los encargados de presentar durante la fiesta anual que organizan los comunistas franceses, celebrada el pasado 13 de septiembre, el ideario que defienden. “Hay que admitir que la división de izquierda/derecha ya no existe y es necesario lanzar una apuesta más arriesgada”, añadió Bustinduy. “No sabemos quiénes somos exactamente ni en qué cuestiones coincidimos exactamente, pero sabemos quién está enfrente y trabajamos para evitar aquello que no deseamos”. Podemos es por tanto un “partido fundado a partir de la hegemonía y no desde la ideología”, puntualizó Lago.

Así, el Podemos que gusta a Mélenchon tendría su equivalente francés en “m6r”, siglas correspondientes al Movimiento por la VI República, que acaba de crear una web y ha logrado reunir 16.000 firmas en tan solo dos días. También en eso se inspiran en Podemos y prometen “una red social completamente horizontal, sin jefes ni carnés de partido”, capaz de autogestionarse para prepararse para la revolución ciudadana, aplicando “la democracia más directa posible”. “No sé cómo se hace, pero los camaradas de Podemos nos lo van a a explicar y haremos como ellos”, precisó Melenchon para, acto seguido, instar a la participación.

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Cuando se le advierte al líder del Partido de Izquierda que algunos fundamentos de Podemos no parecen de fácil aplicación en la Izquierda francesa –como el método de primarias abiertas utilizado en las investiduras (al que se opone el Frente de Izquierdas) o la profunda renovación de sus integrantes políticos (en su mayoría en la treintena)–, asiente, pero precisa que “formar nuevos militantes lleva su tiempo”. “Va a ser necesario habituarse a esta nueva manera de ver las cosas, del mismo modo que va a ser necesario ponerse de acuerdo dentro de nuestras filas”. Y avisa: “Si seguimos como hasta ahora, terminarán por echarnos, de modo que trataremos de conseguirlo”.

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Fe de errores: Jean-Luc Mélenchon no es comunista como por error se publicó el pasado 16 de septiembre en la primera versión de este artículo.