Transparencia

‘Lobbies’ en Bruselas: la pelota está en el tejado del Parlamento

La Eurocámara rechaza la moción de censura contra Juncker por el caso 'Lux Leaks'

Ludovic Lamant (Mediapart)

Jean-Claude Juncker ha reavivado el debate sobre la transparencia de las instituciones de la UE. Las ONG consideran que sus propuestas, publicación de la agenda de los comisarios, inscripción obligatoria de los lobbies en un registro... siguen siendo insuficientes. Todo dependerá de la reacción del Parlamento Europeo este año.

El Dalligate (nombre que viene del excomisario europeo de Salud John Dalli, forzado a dimitir en el otoño de 2012 en circunstancias turbias) reavivó las especulaciones sobre el poder de los lobbies del tabacolobbies en el corazón de Bruselas. El asunto, que aún no se ha aclarado, envenenó los últimos meses de José Manuel Durão Barroso al frente de la Comisión.

El sucesor del portugués, Jean-Claude Juncker, ha querido tomar la iniciativa. Desde el principio ha buscado dar garantías de transparencia a los escépticos. "Nuestros ciudadanos tienen derecho a saber con quién se reúnen los comisarios y sus equipos, los eurodiputados y los representantes del Consejo Europeo, durante todo el proceso legislativo", aseguró el luxemburgués ante los eurodiputados en Estrasburgo a mediados de julio.

Desde el 1 de diciembre, los 28 comisarios europeos y sus colaboradores más cercanos deben hacer públicas, en una página web específica, todas sus reuniones con los grupos de interés y otras "personas que actúan como independientes". Esta medida afecta a los comisarios, así como a los miembros de sus gabinetes y a los directores generales de la Comisión.

Por ejemplo, sabemos que Cecilia Malmström, la comisaria encargada de las negociaciones de libre comercio con los Estados Unidos (TTIP), se ha reunido con varias ONG desde que asumió el cargo, pero también que su directora de gabinete se entrevistó en diciembre con los representantes de Goldman Sachs o de General Electric. O que Miguel Arias Cañete, el polémico comisario de Acción Climática y Energía, aún no se ha reunido oficialmente con ningún grupo de interés, pero que su gabinete no está ocioso (Iberdrola, Neste Oil, GDF Suez, Friends of the Earth Europe, etc.).

Esta iniciativa, inédita en Bruselas, es todavía frágil. Las informaciones parecen a veces incompletas. Es muy difícil verificar y sobre todo detectar eventuales omisiones. Será por tanto necesario supervisar la evolución de estas páginas en los próximos meses.

Un ejemplo: las últimas citas de los miembros del gabinete de la comisaria de Comercio, Cecilia Malmström.

CEO (Corporate Europe Observatory), colectivo de ONG especialistas en estos temas, quiere creer que "esta es una etapa importante para hacer más transparente la influencia de los lobbieslobbies en las tomas de decisión a nivel europeo", pero estos activistas abogan también por ampliar el ámbito de transparencia a cualquier responsable de la Comisión, incluyendo al personal de las direcciones generales, "susceptibles de ser objetivo de lobbying".

Jean-Claude Juncker y su brazo derecho, el holandés Frans Timmermans (vicepresidente del Ejecutivo europeo, que dirige estos temas de transparencia) deberán ir más allá si quieren tranquilizar a los observadores. Recuérdese que Juncker comenzó su mandato con una importante provocación: ofreció la cartera de servicios financieros a Jonathan Hill, un lord británico conocido hasta entonces en la capital belga por su trabajo de lobbista, sobre todo en favor de la industria bancaria anglosajona...

El dúo Juncker-Timmermans ha abierto otro frente para demostrar su buena voluntad: la reforma del "registro de transparencia". Este inventario, lanzado en 2011, común para la Comisión y el Parlamento, recoge los lobbies activos en Bruselas. Incluye a  los lobbies de la industria, ONG, think thanks y gabinetes de abogados, especificándose en cada caso los objetivos de su “misión”, su presupuesto de funcionamiento y el número de personas que emplean (consultar aquí). El único problema de este registro (en el que se ha inspirado la Asamblea Nacional en París) es que es voluntario.

A finales de 2014 figuraban en él un total de 7.337 estructuras. Este número no para de crecer (eran sólo 6.000 a principios de ese año), pero sigue habiendo numerosos recalcitrantes. Se suele cifrar en 30.000 el número de lobbistas que trabajan en Bruselas, un dato difícil de verificar. En 2013, la ONG CEO había identificado no menos de 105 grandes empresas de primer orden, conocidas por su lobbying en el seno de las instituciones de la UE, pero que no estaban registradas (Adidas, Amazon, Disney, etc.). Algunas se han incorporado después, pero se multiplican las peticiones para hacer obligatorio este registro.

Sin registro, no hay reunión

La Comisión ya ha puesto en marcha desde diciembre una norma para su personal: desaconseja reunirse con un lobbista de una estructura que no esté, de antemano, inscrita en el registro. Y parece que ha funcionado. Coincidencia o no, los gigantes bancarios Goldman Sachs, Royal Bank of Scotland y Banco Popular se han registrado en la primera semana de diciembre. Pero la Comisión quiere ahora un nuevo "acuerdo interinstitucional" con el Parlamento, para hacer definitivamente obligatoria la inscripción en el registro de no importa qué estructura (punto 22 del programa de trabajo para 2015, descargar aquí).

Para las ONG especialistas en el tema, la vía del "acuerdo interinstitucional" es una idea que parece buena, pero no lo es. Abogan más bien por una "propuesta legislativa" propiamente dicha, basada en un voto del Parlamento Europeo a principios de año. ¿Cuál es la diferencia? Según las ONG, un nuevo "acuerdo interinstitucional" –una especie de gentlemen's agreement bruselense– no proporcionaría los medios para verificar las declaraciones de unos y de otros y, si es necesario, sancionar las declaraciones falsas de los lobbistas mal intencionados. Al contrario de un texto jurídico más fuerte, que la Comisión puede aprobar para su entrada en vigor en 2017.

"Tomemos el ejemplo de Goldman Sachs: [el banco] declara gastar menos de 50.000 euros en 2013 para su lobbying en la UE –una cantidad que parece particularmente baja, y lo coloca en el lugar 523 de los grupos de presión de la UE–. En comparación, en los Estados Unidos, con un registro de lobby obligatorio que establece requisitos muy específicos sobre su publicación, Goldman Sachs declara gastos de lobbying de 3,6 millones de dólares en Estados Unidos en 2013", asegura el colectivo Alter-UE (Alliance for Lobbying Transparency and Ethics Regulation) en un reciente comunicado. De ahí que haya que relativizar el interés del registro actual basado en la voluntariedad y sin ningún control …

Más allá de estos debates, que durarán muchos meses, Juncker y Timmermans esperan haber puesto en marcha una dinámica. Ellos devuelven ahora la pelota –en lo que concierne a la publicación de las agendas y de las reuniones con los lobbistas– a las otras dos instituciones de Bruselas. Por un lado, el Consejo Europeo (que representa a las 28 capitales en Bruselas), con mucho la institución más opaca y que no parece dispuesta a evolucionar, y por otro, el Parlamento Europeo, donde las discusiones tampoco se prevén sencillas.

Reticencias

El gabinete de Martin Schulz, consultado por Mediapart, declinó hacer comentarios. La extrema prudencia del presidente del Parlamento sobre el tema no se le ha pasado por alto a Jean-Claude Juncker, quien, después de haber sido puesto en dificultades el pasado 16 de diciembre por los diputados poco convencidos por el programa de trabajo de la Comisión para 2015, lanzó en sesión plenaria: "¡Hemos hecho una propuesta sobre la transparencia de los comisarios, así que hagan ustedes lo mismo!”.

Según Sylvie Guillaume, una eurodiputada socialista francesa, "la pelota está ahora en el campo del Parlamento". "Pero no hay que tomar esto como un enfrentamiento entre instituciones. Es un tema lo suficientemente serio como para evitar este tipo de disputas", dice la diputada, vicepresidenta de la institución, estimando que el Parlamento está en una "fase de evaluación ".

Sobre el tema más específico de la publicación de las agendas de los diputados, Sylvie Guillaume no se opone en principio, pero tiene reservas: "No voy a ocupar mi tiempo en ser el escriba de todas mis reuniones". Ella plantea sobre todo la cuestión de los medios de control de estos datos, semana tras semana, de los 751 diputados de Estrasburgo … Y pronostica : "La parte más difícil será convencer al Consejo de que haga lo mismo".

En la bancada de la derecha (el PPE es mayoritario en el Parlamento), Elisabeth Morin-Chartier, eurodiputada por la UMP, se "alegra de estos debates": "Estoy dispuesta a publicar mi agenda, no hay ningún secreto". Esta diputada es también partidaria de un registro obligatorio: "Hay que recuperar la confianza de los ciudadanos, para lo que es necesaria la transparencia y la honestidad de nuestras declaraciones on line". Sin embargo, Morin-Chartier, que es uno de los “cuestores” del Parlamento Europeo, reconoce que tal vez su opinión no sea representativa de la mayoría de su grupo en estos temas, en general más conservador, y declara: "Le puedo explicar a usted mi posición, y no estoy segura de convencer siempre a mis colegas, quizás será necesario hacer concesiones durante los debates venideros".

Traducción: Carmen. M. Marcos

El Congreso se acerca a una regulación de los 'lobbies' tras múltiples intentos fallidos en 39 años

El Congreso se acerca a una regulación de los 'lobbies' tras múltiples intentos fallidos en 39 años

Leer el texto en francés

Lobbies à Bruxelles: la balle est dans le camp du parlement

Más sobre este tema
stats