Los libros

‘Cada día es del ladrón’, de Teju Cole

'Cada día es del ladrón', de Teju Cole.

Carmen Peire

Cada día es del ladrón

Teju ColeTraducción de Marcelo CohenAcantiladoBarcelona 2016

Una de las novedades de septiembre, publicada en la editorial Acantilado, es esta fábula de apenas algo más de 140 páginas del afroamericano Teju Cole. Utilizo esta expresión por ser la que más define a este escritor nacido en Michigan en 1975 pero que pasó su infancia en Nigeria. Conserva la doble nacionalidad y además es fotógrafo e historiador de arte.

Cada día es del ladrón fue publicado inicialmente en el 2007, y el título está sacado de un proverbio yoruba –"Cada día es del ladrón, pero un día es para el dueño"—. Narra en primera persona el regreso a la Nigeria actual de un joven, casi su alter ego, que fue a estudiar y viene a visitar a la familia convertido ya en médico. Así, casi como un libro de viajes, nos cuenta lo que ve, vive, oye, pasea, come y visita de un país que ya no se asemeja al que vivió en su infancia.

En pequeños capítulos de tres o cuatro páginas desgrana desde la burocracia americana para conseguir un visado, el viaje, la policía del aeropuerto, la policía de carretera, los pequeños sobornos continuos, la vida de los niños de la calle, la clase media nigeriana, y todo lo que se encuentra relacionado con la vida cotidiana: un capítulo dedicado a los cibercafés, varios a los encuentros familiares, primos, tíos, amigos; otros dedicados a los continuos cortes de luz y los generadores caseros; otros dedicados a lo que se lee en Nigeria, cómo son las librerías, las bibliotecas, los museos, a los mercados, a la situación del arte y la cultura, de la que dice: "Hay abundancia de historias a mano pero escasez de amparo creativo" .

A lo largo del libro nos acerca también a la clase política nigeriana, los sucesivos golpes de estado y regímenes militares, a la música y la potencialidad de Nigeria (Fela Kuti, Femi Kuti…). Amante de la cultura y del arte, es donde él mejor expresa sus sentimientos y donde pone la posibilidad de salvar las contradicciones de su país, que puede asemejarse, en retrato, a lo que ocurre en otros países africanos. Así dice: "Los signos vitales más convincentes que veo en Nigeria se relacionan con la práctica de las artes. Y es así. Cada vez que vuelvo a Lagos y me convenzo de que he entrado sin percatarme en una región infernal, surge algo que me da esperanzas. Una lectora, una orquesta, la amistad de unos pocos que nadan con fuerza a contracorriente".

El valor de este libro, al menos para mí, es que al acabar de leerlo tenemos en la cabeza un mosaico formado por impresiones de cómo se desarrolla la vida cotidiana en su país, que debe asemejarse mucho a otros países y ciudades africanos. De este modo, lo particular, lo que él conoce, llega a convertirse en una referencia universal que nos acerca a ese gran continente tan desconocido y estereotipado en nuestra mentalidad.

De este escritor también se puede encontrar, otra novela que publicó Acantilado en el 2012, Ciudad abierta, ganadora del Premio Pen Hemingway o el New York City Book Award for Fiction entre otros. Es autor, además, de un relato que en su momento corrió mucho por las redes, titulado "Hafiz", compuesto por treinta y tres tuits de su cuenta en el que el escritor ha dado forma y orden hasta conseguir una historia colaborativa.

*Carmen Peire es escritora. Su último libro es Carmen PeireEn el año de Electra (Evohé, 2014).

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