Unidad Editorial amenaza con 500 despidos tras el no de la plantilla al recorte salarial

El rechazo de los trabajadores al preacuerdo de recortes salariales ha provocado un enorme malestar entre los responsables de Unidad Editorial. De tal forma que el director de El Mundo y director editorial del grupo, Pedro J. Ramírez, reunió el jueves a los jefes de las redacciones para que éstos informaran al resto de la plantilla, incluidos miembros de los comités de empresa, de las “consecuencias” de su negativa: no sólo se paraliza la ampliación de capital de 400 millones comprometida por la matriz italiana, RCS Mediagroup, sino que además el plan alternativo a los recortes puede incluir hasta 500 despidos indemnizados con 20 días por año trabajado.

En una nota enviada a la plantilla, los comités de empresa rechazan “la forma y el cauce” en que se ha hecho esa comunicación, fuera de los "procedimientos reglamentarios" y en ningún caso “a través de un portavoz oficial de la empresa a los representantes de los trabajadores”. Los comités decidirán el lunes si dimiten. “Hasta ese momento, ningún comité de empresa de Unidad Editorial se reunirá oficialmente con la empresa para discutir ninguna propuesta alternativa, si la hubiere”, explican.

El comunicado también sale al paso de las acusaciones que los responsables del grupo han lanzado a los comités, a quienes responsabilizan del rechazo de la plantilla al plan de recortes. La dirección argumenta que éstos no informaron a los trabajadores de cuáles iban a ser las consecuencias. Por el contrario, los representantes sindicales aseguran que fueron muy claros en todas las asambleas. Sin rebaja salarial, expusieron, se suspendería la ampliación de capital, lo que conduciría a la empresa al “cese de actividad o a un posible concurso de acreedores”. O se ejecutarían “despidos masivos”. O podría llevarse a cabo una “refundación” de la empresa. “Tan sólo ahora, después de haberse producido la votación, se habla de una cifra concreta de 500 despidos con una indemnización de 20 días por año”, destaca la nota. Según apuntan, durante las negociaciones la empresa les aseguró que carecía de “un plan alternativo definido” pero que también descartaba por completo la “inacción”.

Los trabajadores consultados confirman que en las asambleas los comités fueron muy explícitos sobre el riesgo de quiebra del grupo. “Todo el mundo sabía cuáles iban a ser las consecuencias”, resaltan. “Ningún trabajador de Unidad Editorial puede mantener que ha votado sin haber sido informado de las posibles consecuencias de su voto”, aclara el comunicado. “Ni puede afirmar que desconoce la gravedad de la situación” de la empresa.

La editora de El Mundo, Marca, Expansión o Telva, entre otras publicaciones, registró 107,1 millones de euros de pérdidas en el primer trimestre, lo que multiplica por cuatro las sufridas en el mismo periodo de 2012.

Más despidos y enseguida

Tras el rechazo a los recortes salariales, Unidad Editorial anunció ayer, también en un correo enviado a sus trabajadores, “un nuevo proceso de reestructuración de plantilla” que no anula la rebaja de sueldos prevista.

Según la empresa, la negativa de los trabajadores “pone en grave riesgo la viabilidad económica de la empresa”, por lo que ésta se ve “obligada a tomar todas aquellas decisiones imprescindibles” que garanticen su continuidad. Además, recalca que la “reestructuración” de la plantilla se acometerá “con carácter inmediato”.

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Rebaja salarial de 13 millones

Tras los tres ERE acometidos, el primero en 2009 y los otros dos en 2012, así como recortes de plantilla en sus ediciones regionales en abril y mayo pasados, Unidad Editorial ha despedido ya a casi 700 trabajadores. Su plantilla actual es de unas 1.600 personas.

El plan de rebaja salarial pretendía ahorrar 13 millones de euros. Los comités pactaron con la empresa recortes del 3% al 7,5% para quienes cobran entre 25.000 y 70.000 euros, y superiores para quienes sobrepasan esas cantidades. No se tocaban los sueldos por debajo de 18.000 euros anuales. También se quería abrir un plan de bajas voluntarias, con una indemnización de 35 días por año trabajado y un pago adicional de 5.000 a 7.500 euros según la antigüedad. Y se incentivaban los permisos de dos a 12 meses con el 20% del salario y reserva del puesto de trabajo.