Los periodistas de RNE denuncian “la falta de imparcialidad” en tertulias

El Consejo de Informativos de Radio Nacional de España lamenta que la emisora pública "no esté a la altura del servicio público que le encomienda el Estatuto y que demanda la sociedad. Y nos inquieta más porque no son los profesionales los que no dan la talla, sino quienes tienen que tomar las decisiones".

Así lo manifiesta en su informe anual, en el que, tras reconocer que la dirección ha atendido algunas de sus reclamaciones y propuestas, afirma "se siguen repitiendo, cuando no profundizando, la mayoría de los errores y malas praxis que denunciamos... Especialmente graves resultan el desequilibrio entre información y opinión en favor de esta última y la falta de imparcialidad en las tertulias informativas".

El órgano de representación profesional de los trabajadores de la radio pública reitera su denuncia sobre la falta de equilibrio en dichas tertulias, así como el uso, por parte de algunos contertulios, de expresiones que rozan o superan la mala educación: "Este Consejo de Informativos ya no puede ser más claro en su denuncia: los tertulianos deben respetar los códigos deontológicos que establece el Estatuto de la Información de RTVE y los moderadores de estos espacios deben esforzarse en que esa premisa se cumpla y en que quede bien claro que las opiniones que se vierten en las tertulias son de quienes las expresan y no de Radio Nacional".

El Consejo, que será renovado el próximo febrero, junto a los de TVE e Interactiva, lamenta no haber podido defender sus informes ante el Consejo de Administración durante los tres años que lleva en activo, y reitera su disposición a realizar esa tarea "en cualquier momento". Al repasar estos doce últimos meses, señala graves deficiencias en la información ofrecida sobre acontecimientos de interés general.

Así, crítica el exceso que supuso ofrecer íntegros, por Radio Nacional y Radio 5, los debates que tuvieron lugar en Congreso y Senado con motivo del relevo de Juan Carlos I por Felipe VI, mientras echaban en falta alguna mención a las sombras del reinado del primero, y alguna presencia de las voces y manifestaciones críticas con la monarquía.

Otro exceso -siempre a juicio del Consejo- se produjo durante el Mundial de Brasil, durante el que "RNE se comportó más como una radio deportiva, que como una radio pública y generalista", al ofrecer encuentros de escaso interés, en detrimento de los informativos. También señala como ejemplos de disparidad la primacía en medios técnicos y humanos de la final de la Champions frente a las elecciones europeas, así como la atención dedicada a la Diada del 11 de septiembre, la jornada del 9-N o la dimisión de Alberto Ruíz Gallardón como ministro.

El aniversario del 11-M y el "apagón" de la Onda Corta

Especialmente duro se muestra el Consejo al referirse a aniversario del 11-M ya que, si bien considera que "el enfoque que se dio en los boletines, diarios hablados y Radio 5 fue el adecuado. Se hizo hincapié en la unidad de las víctimas, en el recuerdo de los hechos, en las investigaciones policiales y en las resoluciones judiciales de los Tribunales... Sin embargo, en las tertulias que acompañaron a los programas informativos, especialmente en Las Mañanas, varios tertulianos removieron la conspiración, hablaron de una investigación policial incompleta, o de la fractura o fracaso social de España. Dicha tertulia estuvo fuera de lugar, porque, entre otras cosas, incumplió el propio anuncio expresado desde primera hora de la mañana de no alentar ni promover la confusión ni las teorías que han quedado desechadas por las sentencias judiciales".

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Tras referirse a diversos asuntos de organización interna, como las sinergias entre TVE y RNE –que constata como "rotundo fracaso... ya que ha priorizado a la primera"–, hasta el punto de que se hable de “sometimiento de la radio a la televisión”, de “desinterés por la radio” o de “abandono de las noticias de fin de semana”.

El órgano de representación se refiere al "apagón" de la Onda Corta, paliado solo en parte en las últimas fechas con el anuncio de emisión de cuatro horas al día, afirma que "atrás quedaban con ello esos momentos en los que un presidente del gobierno, un liberado de las FARC o los pescadores del Alakrana le contaron al mundo que, gracias a Radio Exterior de España, se habían enterado de noticias clave desde un avión o desde sus respectivos lugares de cautiverio y trabajo, ya fuese en altamar o en una selva ecuatorial".

El informe termina con su deseo de contacto y explicación ante el Consejo de Administración, para "lograr el objetivo que todos tenemos y que no es otro que hacer una radio pública de calidad, plural y al servicio de la sociedad".