Medios comunicación

Los ciudadanos suspenden a los medios en independencia y los periodistas, también

Algunas portadas de prensa compradas por Banco Santander.

El frágil estado de salud que actualmente presenta el mundo del periodismo ha puesto de relieve un problema fundamental que afecta tanto a medios como a los propios profesionales: la independencia editorial. Los ciudadanos suspenden con un 4,3 a la profesión en este aspecto, calificación que, curiosamente, coincide exactamente con la que se otorgan los propios periodistas.

Así se desprende del Informe Anual de la Profesión periodística 2016, elaborado por la Asociación de Prensa de Madrid (APM), presentado este jueves en la sede de la entidad. El estudio, que en esta ocasión encuestó a un total de 1.833 periodistas, arroja luces y sombras sobre el mundo de la información.

La presidenta de la APM, Victoria Prego, considera que la actual situación del periodismo presenta "un panorama difícil, pero con cierta esperanza", ya que, como explica, las nuevas tecnologías traerán consigo nuevas labores profesionales que desempeñarán los propios periodistas. A esto hay que sumar que "tanto las pymes como las grandes empresas se han dado cuenta de la necesidad de comunicar", por lo que se abre "otro nuevo campo de trabajo". 

Junto a la ya mencionada pérdida de independencia, destacan otros problemas como la autocensura, el paro (ligado también a la precarización de la profesión) y una excesiva concentración de los medios.

  1. Independencia y confianza

El sector de los medios de comunicación fue uno de los más afectados por la crisis económica de estos últimos años, lo que llevó a una pérdida de independencia de muchos medios de comunicación, al tener que buscar en los poderes económicos ayudas para financiarse. Tanto los ciudadanos como los propios profesionales parecen estar al tanto de esta situación.

Sin embargo, esta pérdida de independencia no ha traído consigo una falta de confianza de los usuarios de los medios. De este modo, la confianza que los españoles depositan en la información que reciben mejora dos décimas respecto a 2015, situándose en un 5,7 sobre 10. 

Como viene siendo habitual, recuerda el informe, la sociedad tiene una opinión crítica acerca de la labor desempeñada por los periodistas. Estos, por su parte, achacan esta mala percepción, sobre todo, al amarillismo y sensacionalismo. En otras palabras, lamentan que se haga un espectáculo de la profesión. En segundo lugar, apuntan a la falta de rigor y de la calidad de la propia información. A continuación vendrían, relacionado con lo anterior, los intereses económicos de los grupos editoriales y los empresarios. 

La televisión es el medio al que el 79,3% de los periodistas encuestados culpan de esta imagen negativa de la profesión, seguida muy de lejos (8,7%) por las redes sociales. Este dato concuerda con los hábitos de los ciudadanos para informarse sobre política, dado que el 72,6% recurre a este medio en busca de este tipo de información, seguido muy de lejos por la radio (35,4%) y la prensa (34,6%).

  2. Autocensura

El problema de la falta de independencia crece más todavía cuando entra en juego la autocensura, es decir, la existencia de presiones hacia el periodista para manipular la información. Los estudios revelan que esta situación dista mucho de ser positiva en España, e incluso empeora año tras año. Así, el 74,8% de los profesionales reconocen ceder a estas presiones. El miedo a las represalias por parte del jefe o del propio medio es el mayor atenuante de esta restricción de la libertad. 

El origen, por tanto, de este intento por manipular la independencia de los propios periodistas proviene tanto de dentro como de fuera de la empresa. Los propios encargados de la comunicación corporativa de las empresas reconocen que, en su trabajo, y con distintos porcentajes de frecuencia, se ejercen presiones sobre los periodistas. No obstante, aseguran que este intento de presión no fue idea suya, sino que se trataba de órdenes ejercidas sobre ellos.

Los poderes políticos y económicos también tratan de aprovechar esta debilidad. El 32,9% de los encuestados con un contrato aseguran haber reducido presiones políticas, mientras que en el segundo caso el porcentaje representa un 30%. 

  3. Paro y precarización

El paro, a pesar de reducirse por tercer año consecutivo, continúa siendo un 78% mayor que en 2008, tal y como recuerda Luis Palacio, director del informe. En la actualidad, 7.890 periodistas están registrados como parados, siendo este número mucho mayor entre mujeres (5.029) que entre los hombres (2.861). Madrid, con 2.446 parados, y Andalucía, donde 1.280 profesionales no encuentran trabajo, son las comunidades autónomas a las que más afecta esta situación.

Por su parte, Victoria Prego explica que "la pérdida de trabajos a chorro se ha reducido porque ya se han perdido tantos empleos que no se pueden perder más". "Los mayores damnificados son los periodistas de más de 45 años, para quienes el panorama se presenta mucho más oscuro", añade.

Este pesimismo se transmite a su vez  a aquellos periodistas que buscan un primer empleo. Así, un 53,6% de los encuestados creen que "será muy difícil" acceder al mercado laboral, frente solamente un 5% que aseguran estar "totalmente convencidos" de que encontrarán trabajo.

En este contexto, la precarización ha pasado a ser uno de los mayores problemas a los que se enfrenta el sector. El 52,2% de los encuestados consideraban el aumento del paro y la precariedad laboral que este provoca el mayor problema al que se enfrenta la profesión, seguido de una mala retribución del trabajo periodístico. De este modo, el nivel medio de ingresos mensuales se sitúa entre los 2.000 y los 3.000 euros, cobrando esta cantidad un 26,9% de los periodistas. No obstante, el grupo de aquellos que cobran entre 1.500 y 2.000 euros representa prácticamente la misma cantidad (25,6%), como sucede también con aquellos que cobran entre 1.000 y 1.500 (un 24,6% de los encuestados).

  4. EL PLURALISMO DE MEDIOS, EN RIESGO

Otra de las consecuencias de la grave situación que han atravesado estos últimos años los medios de comunicación en España ha sido el gran incremento de la concentración de estos, lo que implica "un elevado riesgo para el pluralismo informativo", según el informe.

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Este problema fue corroborado por el Centro para el Pluralismo de los Medios y la Libertad de Expresión (CMPF, por sus siglas en inglés), cuyo estudio Media Pluralism Monitor 2015 advertía de que nos encontramos en una situación de "riesgo alto". En una escala que va desde riesgo despreciable hasta el 100% de riesgo, la situación en nuestro país era calificada con un 69%.

De este modo, se aprecia la concentración de la inversión publicitaria en la televisión, único soporte que ofrece unos niveles de audiencia interesantes. "La falta de pluralismo está directamente relacionada con el peso de la televisión, aunque este no es el único problema", explica Palacio. "La CNMC (Comisión Nacional de Mercado y la Competencia) también mostró su preocupación por la concentración de la televisión en abierto".

 

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