La oposición siria advierte a Hezbolá e intenta armarse

El comando conjunto del Ejército Libre Sirio (ELS), que aglutina a buena parte de los grupos que luchan contra las fuerzas de seguridad del Gobierno, ha acusado al partido libanés Hezbolá de estar preparando el envío de entre 4.000 y 5.000 combatientes a Siria en los próximos días. Al tiempo, el comandante jefe del ELS, Selim Idriss, ha pedido hoy miércoles a los países de la Unión Europea que se les proporcionen armas y municiones, y ha criticado el embargo al que ahora mismo está sometido el país.

Según la versión del ELS, Hezbolá estaría desplegando sus fuerzas en puestos fronterizos con el fin de controlar la autovía que conecta Damasco con Homs y la costa siria. Además, ha denunciado en un comunicado que la formación islamista lleva tres meses practicando operaciones de limpieza en la zona. Estas operaciones tienen como fin expulsar a los residentes de sus viviendas, y en ellas se emplean métodos como el incendio de las casas. Finalmente, el ELS ha asegurado que el futuro de las relaciones con Líbano está en peligro “si la flagrante agresión contra los ciudadanos sirios no se detiene”, y más allá de culpar a Hezbolá ha afirmado que “el problema es hoy con el Estado libanés, no sólo con Hezbolá”.

La tensión en la zona a consecuencia de estas presuntas operaciones se ha incrementado en las últimas semanas, periodo durante el cual el ELS ha advertido en numerosas ocasiones de su intención de responder a Hezbolá. El portavoz del grupo rebelde, Louay al Mokdad, llegó incluso a dar un ultimátum de 48 horas a Hezbolá para que detuviera sus todas sus operaciones en Siria, y amenazó con responder militarmente en caso contrario.

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En parelelo, el comandante jefe del ELS, Selis Idriss, ha visitado por primera vez el parlamento Europeo invitado por el grupo de los liberal demócratas europeos. Idriss ha recibido el respaldo del líder de dicho grupo, Guy Verhofstadt, tras reunirse con la máxima responsable de política exterior de la Unión, Catherine Ashton. Además, en la rueda de prensa posterior, ha pedido la ayuda militar de Europa para acabar cuanto antes con el conflicto. Idriss ha añadido que el ELS dará “todas las garantías posibles” de que las armas estarán “bajo control y supervisión” y que una vez caiga el régimen sirio se devolverán sin excepciones.

Por último, el líder del ELS ha criticado el embargo de armas al que actualmente está sometida Siria, y lo ha calificado de “lamentable”, ya que en su opinión la restricción se impone en la práctica sólo a “los civiles y el Ejército Libre Sirio”, mientras que el régimen de Bashar al Assad recibe armas rusas e iraníes. “Nos gustaría que se levantara este embargo”, ha insistido Idriss, y ha afirmado que en caso de no contar con las armas necesarias el conflicto se prolongará y causará más muertos.

Este mes se cumplen precisamente dos años desde que en marzo de 2011 comenzara el levantamiento popular contra el Gobierno de Bashar al Assad. En este tiempo, Naciones Unidas calcula que han fallecido unas 70.000 personas a causa de los combates entre fuerzas leales al Gobierno y los rebeldes en Siria. Al alto número de víctimas hay que sumar además la destrucción material consecuencia de los bombardeos. En este sentido, UNICEF ha llamado la atención esta semana acerca del alto número de escuelas que resultado destruidas o gravemente dañadas –una de cada cinco a nivel nacional y hasta el 50% en algunas regiones–, y ha criticado que la comunidad internacional no haya aportado finalmente las cantidades que prometió como ayuda a los programas educativos que desarrolla en el país. "Los compromisos fueron fantásticos en su momento, pero la actual entrega de asistencia sobre el terreno muestra vacíos", ha asegurado Simon Ingram, portavoz de la dirección general regional de UNICEF.