Ríos Montt ha sido trasladado a una prisión militar de forma preventiva
José Efraín Rios Montt, condenado a 80 años de cárcel por genocidio y crímenes contra la humanidad, ha sido trasladado por la Policía Nacional Civil de Guatemala al centro penitenciario de la base militar San Rafael de Matamoros.
El traslado ha tenido lugar después de que Jazmín Barrios, la presidenta del Tribunal de Mayor Riesgo, sentenciara que se ponía fin al régimen de arresto domiciliario en el que permanecía Ríos Montt desde enero de 2012. La sentencia decía: “Se ordena la inmediata detención por la naturaleza de los delitos y se ordena el ingreso directamente a prisión”.
En su primera reacción, el ex dictador ha reiterado su inocencia, y después de escuchar a la presidenta del Tribunal, ha definido el juicio de “show político internacional”. El resultado del proceso judicial, según Montt, afectará “al alma del pueblo”, “pero nosotros tenemos la paz porque nunca derramamos o nos manchamos las manos de sangre de nuestros hermanos”, ha asegurado. También ha dicho lamentar por su familia su ingreso en prisión, pero ha afirmado no sentir angustia porque, en su opinión, ha “cumplido con la ley”.
Francisco García Gudiel, abogado del exdictador, ha informado de que recurrirá la sentencia, “que se cae por su propio peso” y exigirá anular el proceso judicial. Según el abogado, la sentencia es un fracaso “de la justicia, porque se han violado sistemáticamente los derechos de un procesado”. Además, se ha mostrado confiado de que otra instancia judicial anule la condena, “el fallo todavía es susceptible por muchas instancias, ustedes –los periodistas- fueron testigos de la violación al debido proceso”, declaró Gudiel, según recoge el diario guatemalteco Prensa Libre. Considera que la Justicia de Guatemala debe pronunciarse sobre los doce recursos interpuestos contra el procedimiento seguido en este caso, informa Europa Press.
Después de la lectura, la Policía Nacional Civil ha detenido a Ríos Montt, ante el rechazo y protesta de algunos familiares, amigos, y la defensa del exdictador. A la salida del tribunal, algunos activistas de ONG´s han enseñado una manta negra con letras rojas donde podía leerse: “Sí hubo genocidio”. Mientras tanto, en la entrada del cuartel militar esperaba un grupo de personas que ha celebrado la condena con cohetes y cánticos.
