Egipto

La violencia se adueña del país tras el golpe de Estado

La violencia se adueña de Egipto tras el golpe de Estado

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El derrocamiento el pasado miércoles del ya expresidente egipcio Mohamed Morsi por parte de las Fuerzas Armadas y su sustitución por el presidente del Tribunal Supremo Constitucional, Adly Mansour, que ya ha tomado posesión, ha desatado una ola de enfrentamientos entre partidarios y detractores del depuesto mandatario. Estos choques ya se han cobrado al menos 14 muertos y varias decenas de heridos.

Las disputas más graves han tenido lugar en la ciudad de Alejandría, donde los enfrentamientos entre simpatizantes y detractores de Morsi han dejado al menos tres muertos y 50 heridos. Además, el número de fallecidos en la ciudad de Marsa Matrouh, ubicada en el norte, ha ascendido a ocho –entre ellos dos militares–, y otras tres personas han fallecido en la ciudad de Minya, al sur. Entretanto, en la ciudad de Mansoura, ráfagas de disparos de procedencia desconocida obligaron a dispersarse a las miles de personas que se habían concentrado pacíficamente en la plaza Al Thwara para celebrar la caída de Morsi.

Por otra parte, los efectos más inmediatos del golpe de Estado se siguen sucediendo. El Ejército ha tomado el control de las televisiones y ha cortado la señal de cuatro de ellas, entre las cuales se encuentra Al Yazira Egipto –acusada desde algunos sectores de tener una línea editorial a favor de los Hermanos Musulmanes–. De hecho, cinco de sus trabajadores fueron detenidos, aunque cuatro de ellos ya han sido liberados. También ha sido suspendida la emisión del canal Egipto 25, propiedad de los Hermanos Musulmanes, así como de otras dos cadenas de corte islamista.

Detención de los trabajadores del canal islamista Al-HafezLa comunidad internacional, entre la preocupación y la tibia condena

Tras su derrocamiento, Morsi no dudó en afirmar que la decisión de las Fuerzas Armadas era rechazada "por todos los hombres libres del país", y ha pedido a la población que "no acepten el golpe de Estado", que "lleva a Egipto hacia atrás". No obstante, también ha realizado un llamamiento a la calma. Asimismo, las reacciones internacionales no se han hecho esperar: la Unión Europea ha instado "a todas las partes a volver rápidamente al proceso democrático", lo que incluye "la celebración de elecciones presidenciales y parlamentarias libres y justas y la aprobación de una Constitución que se haga de forma incluyente".

Golpe de estado en Egipto

Estados Unidos, por su parte, ha ordenado la evacuación de todo el personal no imprescindible de su embajada en El Cairo. El presidente estadounidense, Barack Obama, ha expresado su preocupación por la intervención del Ejército y  y ha asegurado que continuarán "trabajando con el pueblo egipcio para que la transición a la democracia tenga éxito". Asimismo, ha afirmado que "ninguna transición está exenta de dificultades, pero al final tiene que respetarse la voluntad del pueblo". Sin embargo, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, el general Martin Dempsey, ha advertido a los militares egipcios de las "consecuencias" de "gestionar mal" la crisis política, en referencia a la posibilidad de interrumpir las millonarias ayudas que el país envía a Egipto.

"Al fin y al cabo, es su país y encontrarán su camino, pero habrá consecuencias, si se gestiona mal. Hay leyes que nos imponen cómo actuar ante este tipo de situaciones", ha asegurado Dempsey. A este respecto, Obama ha anunciado, a través de un comunicado que revisará "las implicaciones, conforme a la legislación, de la ayuda al Gobierno de Egipto", estimada en unos 1.500 millones de dólares (1.153 millones de euros) anuales, la mayoría de los cuales se destinan a las Fuerzas Armadas.

La ONU, por boca de su secretario general Ban Ki Moon ha expresado que considera "crucial" restaurar "la autoridad civil de acuerdo con los principios democráticos". "El mundo está observando atentamente los próximos pasos con la esperanza de que los egipcios sigan un curso pacífico, superen las profundas dificultades que afrontan y encuentren el necesario terreno común para seguir adelante con la transición democrática por la que muchos han luchado valientemente", ha indicado, toda vez que ha hecho hincapié en la necesidad de "preservar los derechos fundamentales, incluidos los de libertad de expresión y reunión".

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