Fútbol

El fracaso de La Roja hace un agujero en las cuentas de medios y patrocinadores

Vicente del Bosque

Ibon Uría

La selección española de fútbol se ha despedido este lunes del Mundial de Brasil con un 0-3 ante Australia, lo que le ha valido para esquivar la posición de farolillo rojo del grupo. Más allá del fracaso deportivo, que ha puesto fin a un ciclo de victorias –Eurocopa de 2008, Mundial de 2010 y de nuevo Eurocopa en 2012–, la vuelta a casa de los de Del Bosque ha supuesto un golpe para medios y patrocinadores. ¿Cómo afecta una derrota deportiva de este calado a la economía?

Antes del comienzo de la competición, algunas estimaciones cifraron el impacto de una victoria de la selección en el Mundial en unos 1.000 millones de euros. "El paso de La Roja a cuartos podría aumentar el consumo en unos 510 millones de euros y la cifra se elevaría hasta los 986 millones si ganara la competición", afirmaba un estudio elaborado por el portal kelisto.es.

Ese mismo trabajo cifraba el hipotético aumento de las ventas en hostelería y el comercio minorista en 259 y 726 millones de euros respectivamente. "En la práctica, cada español gastaría 21 euros si La Roja ganara el Mundial", subrayaba el informe, que repartía así ese gasto: 42% en comida y bebida, 37% en televisores y electrónica, 16% en ropa y calzado deportivo y un 5% en artículos de regalo.

Derechos millonarios

Pero además de bares y restaurantes, que han perdido una ocasión de oro para aumentar ventas durante los partidos, hay otras empresas que también tendrán ahora dificultades para cuadrar sus cuentas. Entre ellas figura Mediaset, la cadena que logró los derechos para emitir en abierto la competición y que, a falta de cifras oficiales, habría invertido en el Mundial unos 35 millones de euros de acuerdo con varias consultorías.

En concreto, la financiera y consultora Kepler Chuvreux recuerda que Telecinco, en 2010, apenas logró compensar los gastos con los ingresos. "Tras la derrota de España, estimamos ingresos totales de entre 20 y 25 millones de euros frente a unos costes de 35, lo que supone un impacto sobre el beneficio bruto potencial de entre 10 y 15 millones de euros", apunta en una nota.

También la firma N+1 asegura que la diferencia entre ingresos y gastos en unos 12 millones de euros. En los parqués, la acción de la compañía ha pasado de los 3,67 euros a las que cerraron el jueves previo a la primera derrota de España a 3,40 euros. Una caída de más del 7% en apenas una semana.

Patrocinadores decepcionados

Además de los medios que inviertieron ingentes cantidades de dinero en derechos y que desplazaron amplios equipos humanos y técnicos a Brasil –Mediaset hará regresar a cuatro de cada cinco desplazados en los primeros días de esta semana–, los patrocinadores de la selección también han visto frustradas sus expectativas. Iberdrola, una de las patrocinadoras, había grabado un anuncio con lo sjugadores para el torneo, spot que retirará a toda prisa el próximo miércoles.

"El Mundial de fútbol ayudará a las ventas de cerveza, ya que históricamente la gente ve los partidos en su casa con sus amigos o en un bar y la cerveza está dentro de ese consumo", admitía hace dos semanas Alberto Rodríguez-Toquero, director general de la cervecera Mahou, ventas que ahora se verán mermadas.

Adidas, por ejemplo, calcula que dejará de vender alrededor de 70.000 camisetas que ya había fabricado y que estaban listas para ser repartidas a fervorosos aficionados de la Roja que, ahora, tienen más ganas de esperar cuatro años que de vestirse con la equipación de la selección. Cruzcampo, Pelayo, Cepsa, Movistar, Nissan, LG y Gillete son algunas de las otras empresas que también apoyaban al equipo y que habían diseñado campañas para la ocasión.

¿Efectos globales?

La incógnita es saber si esos efectos tienen también repercusión en el conjunto de la economía. En 2010, el banco holandés ABN Amro cifró en siete décimas de PIB el impacto positivo de ganar un Mundial para el país vencedor. En ese mismo estudio, titulado Soccernomics, se señalaba que Francia creció a más del 3% durante un trienio tras su victoria en el Mundial de 1998, o que Italia pasó de crecer un 0,1% a casi un 2% después de imponerse en 2006 al resto de selecciones.

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Claro que también hay ejemplos de todo lo contrario. España ganó en 2010 el Mundial y la propia entidad, en una revisión de su estudio efectuada dos años después, admitió la ausencia de efectos positivos derivados de la victoria. En esa misma línea, la expresidenta del INE, Carmen Alcaide, escribía en esas fechas que "aunque en términos generales ganar un Mundial puede tener algún efecto positivo, atreverse a cuantificarlo entre tres y cinco décimas es al menos dudoso".

En términos generales, los analistas señalan que un éxito deportivo puede animar levemente el consumo y mejorar la confianza de los consumidores. Pero, tras la salida de España de la competición, Hacienda perderá la recaudación sobre las polémicas –y millonarias– primas que habrían recibido los jugadores de alzarse con la victoria, lo que habría supuesto en torno a 200.000 euros por jugador.

Por último, quizá la más perjudicada sea la Federación de Fútbol y la propia selección, que a la debacle de su imagen deportiva deberá añadir todo lo que no ingresará. En el Mundial de 2010, la Federación se llevó casi 35 millones de euros, incluida una suculenta prima de 28 millones gracias a la victoria de los de Del Bosque en el torneo. Ahora, tras la derrota en la fase de grupos, apenas serán cinco millones.

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