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Terrorismo islamista

Médicos Sin Fronteras alerta de la “preocupante” situación de miles de refugiados en Níger por los ataques de Boko Haram

Médicos Sin Fronteras alerta de la “preocupante” situación de miles de refugiados en Níger por los ataques de Boko Haram

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Médicos Sin Fronteras (MSF) ha alertado de la "preocupante" situación que viven en Níger miles de refugiados que han sido "doblemente atacados" por los milicianos de Boko Haram, primero en Nigeria y en los últimos días en el sureste nigerino.

El portavoz de MSF para África Occidental y el Sahel, Luis Encinas, ha asegurado, en declaraciones a Europa Press, que los ataques de Boko Haram en Diffa, en el sureste de Níger, han provocado la huida de miles de personas y han dejado en una situación de especial "fragilidad" a los refugiados de Nigeria, que ya habían abandonado su país por la violencia del grupo terrorista que lidera Abubakar Shekau.

"Es gente doblemente afectada, gente que es víctima en su país, gente que pasa una frontera y luego ve que vienen de nuevo a por ellos", ha subrayado. "Hemos sido testigos de lo que son los impactos y las consecuencias en una población que ya estuvo perseguida en Nigeria y se refugió en Níger y a la que otra vez le llegan unos ataques, desde el otro lado de la frontera", ha afirmado, antes de subrayar que este segundo golpe de Boko Haram hace "más frágiles los mecanismos de supervivencia" de los refugiados y desplazados.

Encinas ha contado que MSF se vio obligada la semana pasada a "evacuar por razones de seguridad" a su personal destacado en Diffa, una ciudad al sureste de Níger, tras los últimos ataques de Boko Haram, que provocaron un flujo de miles de desplazados hacia otras zonas de Níger. Sus trabajadores están esta semana en Zinder, la mayor ciudad del país al oeste de Diffa, desde la que afrontan el regreso hacia esta última localidad.

Los ataques hacen peligrar la acogida de refugiados

Encinas ha advertido de que los últimos ataques de Boko Haram "ponen en peligro el concepto de acogida" de refugiados y vulneran su "capacidad de sobrevivir". "Si, además, a eso le añades la fragilidad de una familia que se ve con cuatro cinco u ocho nuevos miembros de forma temporal, la familia tiene que huir. Es ahí donde está la doble peculiaridad de este conflicto, que se está desarrollando a una velocidad bastante escalofriante", ha asegurado.

Consultado sobre si se ha interrumpido el flujo de miles de personas que huyen desde hace días de los ataques de Boko Haram en el sureste de Níger, a orillas del Lago Chad, Encinas ha dejado claro que "nunca se ha detenido". "Nunca se ha detenido y esto ha alertado la atención mediática y la conciencia internacional porque está vinculado con todo lo que se puede imaginar de las prácticas del terror, en una Europa que está hoy en día muy golpeada, muy en luto", ha explicado. "Este no es un conflicto nuevo, es reciente, por supuesto, pero, ya en noviembre y diciembre, esto estaba ya subiendo de escalón en escalón", ha afirmado.

Una crisis que recuerda a la violencia en Uganda

Tras explicar que Boko Haram ha ampliado su rango de acción del noreste de Nigeria a los países vecinos, especialmente en la zona del Lago Chad, Encinas ha señalado que la crisis de seguridad provocada por el grupo terrorista islamista nigeriano le recuerda a la que se vivió en su día en Uganda por las acciones del Ejército de Resistencia del Señor (LRA), que pasó de actuar a nivel local a lanzar ataques indiscriminados contra civiles en otros países.

El portavoz de MSF ha hecho hincapié en las graves consecuencias de los ataques de Boko Haram contra los refugiados y desplazados en Níger. "Hay un efecto en esta gente vulnerable, frágil, que tiene que abandonar el 80 por ciento de lo poco que tiene y llegar a un lugar que ya es hostil y es doblemente atacado", ha contado. En este sentido, ha advertido de las consecuencias a nivel físico y mental que padecen estos refugiados que han sufrido dos veces los ataques de un grupo terrorista, ya sea como víctimas directas o como "testigos de la violencia".

Además, Encinas ha afirmado que hay "mucha gente" que llega a Níger "con un estatus vacunal" porque en origen no hay una cobertura sanitaria completa, lo que aumenta el riesgo de epidemia en la zona en la que se asienta tras huir. En este sentido, ha asegurado que hace varias semanas MSF detectó "un pequeño principio de brote de cólera" que logró contener. "Si no se responde de una manera rápida, clara y veloz, hay consecuencias", ha advertido.

En cuanto a la seguridad de sus equipos, ha explicado que su organización intenta siempre mantener un equilibrio entre los conceptos de "salvar vidas" y que sus trabajadores corran el riesgo de perder la suya. "Si no podemos actuar o no podemos movernos o estamos mentalmente bunkerizados, se retira el personal para decir: vamos a evaluar esto y, posteriormente, volver", ha señalado.

Encinas ha indicado que el equipo de MSF en Zinder, la mayor ciudad situada al oeste de Diffa, está encargándose estos días de lo principal: atender a las víctimas de los ataques de Boko Haram, responder antes los problemas psicológicos y, en un tercer nivel, ayudar a que los desplazados tengan cubiertas las "necesidades básicas".

Preguntado por el número de desplazados que han dejado los ataques de Boko Haram en el sureste de Níger, ha subrayado que es muy difícil dar una estimación aunque sí que está claro que hay decenas de miles de desplazados y que, en las localidades próximas a la región de Diffa, el número "casi" se ha "doblado o triplicado". "Es muy difícil tener un concepto realista y que sea un reflejo de la realidad, incluso para nosotros que estamos ahí. Una familia ahora tiene seis personas nuevas pero mañana tiene cuatro más. Casi todas las familias tienen gente que ha llegado nueva", ha dicho.

Encinas ha contado que el personal de MSF en Níger les ha transmitido "mucha inquietud y preocupación" por la situación de los refugiados y desplazados y también por las "limitaciones" que afrontan para poder trabajar en la zona. "Tenemos muchas limitaciones porque el personal expatriado, el personal internacional, es un personal que por definición tiene que no ser de los países directamente afectados y, por encima de todo, son gente que tiene que ser de la región porque también hay un riesgo de secuestro que es bastante elevado, de moderado a elevado", ha afirmado.

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En este sentido, ha advertido de que un "secuestro" de personal de MSF en una zona con tantas limitaciones "podría poner en peligro" las actividades y "día a día" de la ONG en Níger y en la región en torno al Lago Chad.

Sobre la relación con las autoridades locales, ha asegurado que les manifiestan su "agradecimiento" y "reconocimiento" por la labor que desarrollan en una zona especialmente afectada por la sequía y la hambruna y porque son conscientes de las "limitaciones logísticas" para llegar a la región de Diffa y de "la inseguridad". "Hablamos el mismo idioma y colaboramos con ellos", ha señalado.

Por último, Encinas ha explicado que MSF tiene entre 80 y 100 trabajadores, entre expatriados y locales, trabajando "en las zonas afectadas por la violencia" en Nigeria, Níger y el norte de Camerún. "Vamos a ver cómo se va a desarrollar (la crisis de seguridad). Esto se veía venir pero con la rapidez y velocidad que se ha dado, da bastante miedo", ha concluido.

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